Entre cámaras

Capítulo nueve: "La suerte no está de mi lado"

- ¿Estás nerviosa?

- ¡Obviamente! ¡Voy a conocer a dos personas famosas!

- Tan famosos no son, manzanita.

- Uno de ellos ha ganado un Oscar y el otro es un director. ¿Es en serio?

Él se encoge de hombros y sigue manteniendo la vista en la carretera.

Cada vez más cerca.

-¿Crees que esta es la ropa adecuada para conocer a Alexander y David? - lo miro nerviosa, mis manos sudan y siento que en cualquier momento voy a tener que ir al baño para hacer mis necesidades. Ya sabes...

- Estás preciosa - miro a Devent, él está tranquilo mientras yo soy un manejo de nervios.

- ¿Seguro? - alzo la ceja y me miro en el pequeño espejo que hay en el carro.- Oh, mierda me he olvidado el brillo labial y mi maquillaje se ha corrido.

- Estás preciosa a pesar de eso.

Ignoro su cumplido y sigo con lo mío, me siento tan aturdida desde que Romain me dijo que hoy iba a conocer a sus amigos  famosos y reconocidos. ¡Diablos! Creo que en cualquier momento soltaré una diarrea verbal. 

¿Honestamente? Esta situación me tiene un adrenalina, porque para una fan que soy es muy emocionante poder conocerlos. Muy pocos tienen ese honor de hacerlo y justamente yo soy la afortunada y pertenezco a ese grupo. Mi corazón late a mil y mi cuerpo ya se parece a una gelatina, no tengo control de lo que hago.

Me sumerjo en mis pensamientos hasta que noto que Romain me observa preocupado, tomo un largo respiro y lo miro como si nada pasa, no obstante todo pasa en mi cuerpo. Quiero gritar, llorar de la felicidad, hacer mis bailes absurdos, cantar y vomitar. Soy un desastre.

- ¿Estás bien? Te noto pálida.

Hago mi mayor esfuerzo para esbozar una sonrisa para que llegue a tranquilizarlo. Sin embargo no puedo cuando los veo bajar de un auto plomo. Suelto un grito que es capaz de romper el tímpano de alguien y Romain me mira más que confundido y preocupado que antes. 

<< ¿Segura que estás bien? Me estás asustando.

- Oh mierda, ya llegaron y por las santas vacas del demonio, ellos son perfectos. ¿Quién demonios le dio esos genes a David? ¡Él es tan ardiente! Y Alexander no se queda para nada atrás. Por la santísima puta madre, ellos se están acercando. ¡Carajo! ¿Devent mi aliento apesta? Porque si apesta, seguro los espanto y nunca más los llego a conocer. ¿Seguro que me veo bien con el vestido? Estoy más que segura que el amarillo no es mi color. - Tomo un respiro y observo a Romain cómo se ríe de mí- ¡Deja de reírte Devent!

- Tu aliento no apesta Levina y no te preocupes, el amarillo es lo tuyo. Vuelvo a repetir: estás preciosa y hermosa. Los vas a deslumbrar.

- ¿En serio? - pregunto asombrada, a puesto que mis ojos tienen ese típico brillo en los ojos de la emoción. 

- No, porque si llegas a impresionarlos mucho ellos se enamorarán de ti y eso no me beneficia en lo absoluto. - Estiro mi brazo y le doy un golpe. - ¡Auch! 

- Soy una fan de ellos. ¡Es obvio que debo impresionarlos!

- ¿Debo estar celoso?

- Sí, digo, no. - Hablo de manera distraída. Porca miseria, creo que me voy a desmayar.

- Nunca más voy a salir con una fan de ellos dos. - Dice entre un puchero, y a pesar de lo nerviosa que tengo me río.

- De ti estoy interesada, - hago una pausa y busco su mirada, hasta que la encuentro  -solo que mi corazón fan no para de saltar de la emoción en conocerlos. 

- Creo que ya entendí...

Le brindo una sonrisa y vuelvo a gritar cuando ellos están más cerca.

- Creo que volverás sordo a todos, manzanita.

- Cállate y no arruines mi momento. - Mascullo.

- Con gusto. - Me mira y noto que hay cierta diversión en su mirada. ¡Tan ridícula me veo! 

Romain abre la puerta y baja del carro para directo saludarlos con esos saludos masculinos que se dan. Raro. Ellos hablan de algo por un rato y yo me quedo en mi asiento observando todo. 

No sé de donde sacaré la valentía de bajar y saludarlos a todos sin evitar decir algo vergonzoso. Estoy petrificada aquí, me duele el trasero, mis manos están sudando y tengo que bajar para conocer a mis ídolos. Aunque no es una mala idea quedarme aquí y sacar mi celular para tomar algunas fotos para luego publicarlas en Instgram y usar un poco de Photoshop para que sea creíble que los conocí.

Fantástico plan.

Siento que mi mente se queda en blanco cuando el aire me golpea la cara, giro lentamente desde mi sitio y observo cómo Romain está ahí parado sonriente junto Alexander y David.

Mierda.

- H-ho-hola - tartamudeo y agito mi mano lentamente mientras ellos me observan. Seguro mi cara es un tomate que en cualquier momento va a explotar.

- Y ella es Levina Davis, su fan número uno - me presenta Devent sonriente, si soy sincera quiero gritar otro grito, con la diferencia de que este no sería de euforia y alegría. No, este sería de frustración porque ahora me voy muy patética.

- Genial - responden al mismo tiempo. Los miro anonado de arriba a abajo, ellos son simplemente guapos. 

- No es tan genial, porque todo el camino se la pasó gritando y hablando de bastantes cosas sobre ustedes. - Responde Romain.




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