Cuando las estrellas del cielo se vuelvan ojos
teman la llegada de Draft el Subyugador.
Estaba fascinada, hasta podría decir que un poco hipnotizada ante lo que presenciaban mis ojos. Desde que llegamos a este lugar, la Acronopolis, con mi hermano solo nos movimos de un edificio a otro mediante portales; pero esta es la primera vez que salíamos al exterior y no se trataba solo de una ciudad cualquiera.
En la cima del cielo la luz de una enorme estrella de neutrones se dispersaba en todas direcciones y debido a los gases y partículas presentes en el espacio todo el cielo se teñía de un azul oscuro, también se encontraban una gran cantidad de nubes que pintaban el paisaje: diferentes tonalidades de naranja, morado y violeta formaban un espacio crepuscular que se extendía hasta más allá del espacio-tiempo.
Formando una espiral las nubes se arremolinaban alrededor de la estrella de neutrones, pero no era lo único presente en aquel espacio. Aprovechando la energía de dicha estrella la orbitaban distintas estructuras, todas con la misma forma de pirámide invertida hechas de un extraño metal gris brillante.
En la cima de cada una podían verse distintas estructuras, enormes edificios principalmente; y en el espacio entre las pirámides invertidas gigantescos anillos giraban sobre su propio eje lentamente y de forma aleatoria. Sin embargo, cuando alguien empezó a acercarse a la orilla de una de las pirámides los anillos se movieron y conectaron para formar un puente.
Mientras esperábamos a que Ana Sol regresara mi hermano, la recluta y yo la esperábamos en la vereda, a la afuera de un edificio. Por la calle pasaban muchos peculiares seres: algunos más humanoides que otros, que parecían sacados de alucinaciones con drogas o extraños sueños empíricos.
Al igual que yo Liceo analizaba con detenimiento esto. –Y yo que pensaba que solo habría agentes aquí, pero la gran mayoría de estos seres no lo parecen.
–Claro que no, no –contestó casi al instante la otra chica con cabello de nube, se sentía como si tuviera la obligación de responder–. ¿Ustedes no saben nada sobre este lugar? –quiso saber anonadada, como si no fuera posible estar en este lugar sin conocer algo al respecto–. ¿No les contó su Tutora?
Mi hermano levantó ambos hombros. –Parece que no es la mejor en su trabajo.
Esta chica, Isa Trebor, parecía sentir la obligación de sacarnos de nuestra ignorancia. –La Acronopolis, la sede central de OCCET, esta fuera del espacio-tiempo. Los agentes, operadores, técnicos y demás trabajamos para OCCET pero todos los demás son Intermunautas que vienen de paso, algunos hacen paradas para recargar sus dispositivos de viajes, otros buscan conocimiento, etcétera, etcétera.
–Creo que subestimaba un poco a este lugar –comenté algo apenada.
–Gracias a ellos el Multiverso sigue existiendo tal y como es, y no es solo un infierno bañado en caos, caos –ella hizo una pequeña pausa, parecía curiosa al respecto–. ¿Ustedes cómo fue que llegaron aquí?
Mi hermano fue el que comenzó a contarle, y justamente estaba preocupada de como lo haría pero no podía detenerlo una vez que empezó. Él hizo un gesto con la mano para restarle importancia al asunto. –Es gracioso, estaba por ver una película con mi hermana cuando estos sujetos aparecieron para arrestarnos. Al parecer nos confundieron con mi padre y nosotros aceptamos el castigo por él.
<Eso salió mejor de lo que esperaba> pensé tranquila. Mientras tanto Isa parecía estar sin palabras, procesando lo que acababa de escuchar con un rostro inexpresivo y las nubes blancas de su cabeza se elevaban para arriba. Entonces aproveche para preguntarle también. –¿Y tú como fue que terminaste aquí? Si es que se puede saber claro.
Ella pareció regresar en si. –Ya veo, veo, ah yo. Mi realidad fue amenazada con la catástrofe cuando un ser llamado Draft intentó entrar para conquistarla, fue entonces que me encontré con un agente de OCCET y le ayude a detener la invasión. Entonces me propuso unirme a OCCET.
Liceo prestaba atención con cada fibra de su cuerpo a lo que ella decía. –¿Y aceptaste? –preguntó al final por lo que le di un golpe con el codo en la cara–. Idiota –susurré mientras Isa se reía.
Antes de seguir hablando la mujer con un aura otoñal salió del edificio con algo en su mano que fue a entregarle a Isa, se trataba de una Tablet con lo que parecía una webcam en su parte superior y tenía el logo de OCCET en la parte trasera. –¿Sabes usarla recluta?
Esta última asintió con una sonrisa. –Claro que sí, pero solo lo hice en clases de simulación.
–No será muy diferente. –Eso me pareció extraño. La forma en la que Ana Sol le hablaba, transmitía confianza y seguridad, no como con nosotros que arrojaba bilis, desdén y enojo ¿se debía a que nosotros proveníamos de una Tangente? Su expresión al enterarse de eso no había sido buena.
En vez de relojes o tablets los reclutas tenían unas pulseras negras que parecían ser de plástico, la chica con cabello de nubes acercó su pulsera a la Tablet y esta pareció conectarse a ella “Vinculo establecido, Bienvenida recluta 23.546-NN-79” dijo una voz robótica.
– ¿Y eso? –se le escapó la pregunta a mi hermano.
–Son las coordenadas de mi realidad –contestó ella.
Una vez con eso listo Ana Sol se giró para mirarnos a mi hermano y a mí, tenía los brazos como jarras en la cintura y el ceño fruncido. –Escuchen mocosos esta va a ser su primera misión como parte del castigo, la Operación Hidra de Lerna. Básicamente, la Providencia Suprema detectó como una Bifurcación de Julián Ramírez ha realizado un viaje a otro Horizonte de Sucesos; su trabajo consiste en detenerlo y traerlo aquí para que sea juzgado por la Magistrada Oráculo ¿Entendieron?
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Editado: 26.01.2024