Entre el amor y el odio

Capitulo 40:Cada dia a mi lado

Ya éramos oficialmente ante Dios marido y mujer, llevaba a mi ahora esposa en mis brazos me sentía feliz a pesar de ser una ceremonia súper discreta no me arrepentía de nada. Entre a nuestra habitación estaba llena de pétalos y de velas mi rubia había planeado todo perfectamente estaba preciosa la baje.

Gabriel- Woo pensaste en todo esposa mia-dije besando sus labios era adictos a ellos.

Ella sirvió dos copas de champagne- Por supuesto mi rey ahora brindemos-le dio una copa-Por nuestro matrimonio y porque este día sea el primero de muchos felices.

Gabriel- Brindó por nuestra felicidad y nuestro amor y cada día ambos fortalezcamos nuestra relación te amo - ambos chocaron sus copas a la vez que bebieron.

Ella lo miro con una mirada seductora - Y ahora nuestra Noche de bodas-dijo sonriendo estaba súper felíz. Él rodeó con sus brazos su cintura.

Estefania- Te amo quiero que esta noche sea especial-dijo y el asintió poco a poco bajo la cremallera de su vestido y lo dejó deslizarse hasta el piso dejando ver su  conjunto blanco de encaje con liguero estaba para matar ella sonrió maliciosamente.

Gabriel soltó una carcajada- Me quieres matar hoy-ella río y lo beso mientras fue quitándole la camisa y los pantalones la pasión reinaba en aquel ambiente donde ambos consumirian por primera vez su matrimonio bajos los efectos del amor y la pasión desbordada.  Fue dejando un reguero de beso por su cuello y dando leves mordiscos ella gemia mientras acariciaba sus pectorales y empezó a besar su torso desnudo lo deseaba.

Él seguía besandola con pasión demostrando su amor por ella ese amor que florecía y lo hacía sentir vivo después de tanto tiempo,Ambos estaban semidesnudos en ropa interior él le desabrocho su sujetador dejando al descubierto sus pechos aquellos pechos que ansiaba devorar ella se Sonrojo ante su mirada y se mordio el labio inferior excitandolo la recosto dulcemente en la cama y comenzó a besar su cuello, descendiendo hasta el valle de sus senos y perdiendose en ellos mientras ella se retorcia de placer su tacto le hacía estremecer su corazón latía desbocadamente, ella no se quedó atrás y bajo ágilmente sus boxer dejando al descubierto la erecta hombría de su marido se mordió el labio y el siguió torturandola con sus pechos hasta que deslizó una de sus manos hasta el borde de sus bragas sintió su humedad y gimio al sentirla, bajo con sus caricias besando su plano vientre hasta que Quito sus ligueros junto con sus bragas.

Ya no  podía más la estaba torturando solo quería sentirlo dentro.

Gabriel- Eres hermosa - dijo y comenzó a besar y chupar su clítoris mientras ella aferraba su cabeza en su centro y gemia frenéticamente.

Estefanía-Ya no me tortures más te quiero dentro-susurro con los ojos llenos de pasión.

Volvió a besarla mientras se posicionaba entre sus piernas y rozaba sus partes con las de ella, ella enrosco sus piernas alrededor de su cintura hasta que lo sintió entrar de una sola estocada gimio fuerte y Clavó sus uñas en su espalda, él comenzó con movimientos lentos y placenteros mientras ella lo besaba con pasión, aceleró sus entradas y ella gemia por lo que sentía sus paredes vaginales se tensaron y luego sintió la llegada de su orgasmo seguido de Gabriel quién no dejaba de recorrer su cuerpo demostrandole su amor, llegaron al clímax ambos sudados Estefanía cayó rendida en su pecho ambos con las respiraciones agitadas pero felices este era su momento.

Al día siguiente Paula había Estado llorando su madre se había acostado con ella consolandola, se levantó eran las diez de la mañana a toda velocidad tenía que ir a buscar a su hijo lo extrañaba,  se puso un vestido con un escote pronunciado color azul y sus plataformas se aplicó maquillaje quería Cubrir que había estado llorando.  Su madre le había preparado su desayuno y se aseguró que comiera antes de irse.  Tomó el bus tardo 30 minutos en llegar al edificio suspiro y tomó el ascensor y subió al piso, se armó de valor para tocar el timbre espero hasta que abrió Miguel tenía a su hijo en brazos y aún estaba en pijama ambos.

Paula- Buenos días -dijo fría y sonrió al ver su hija él siempre la hacía sonreír- como esta mi bebé? -exclamó feliz y este le extendió sus brazos.

Arturito- Mami! -exclamó lleno de emoción y comenzó a besar el rostro de su madre.

Paula entró con el niño- Me extrañaste mi angelito? -el asintió- Yo igual, ya comiste? -dijo y él asintió.

Miguel miro a Paula se veía hermosa con ese vestido trago saliva tenía un escote pronunciado quería alejar sus pensamientos pervertidos tenía ganas de tomarla ahí mismo y hacerla suya.  Suspiro sabía que algo cambio desde que vio a clarisa allí en bata.

Miguel- Hola paula- se acercó para besar su mejilla pero ella se alejó sintió un nudo al sentir su rechazo le dolió- Se portó muy bien aunque aún sea muy novato como padre.

Paula- Aprenderás como yo lo hice - dijo mirando a su hijo no quería mirarlo a los ojos- Donde están las cosas de Arturo ya me voy - dijo cortante y Miguel la cogió del brazo.




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