Entre el amor y el odio

Capitulo 41:La mejor mujer

Miguel- Paula- dijo serio- Adelante-ella dudo por un segundo en pasar pero accedió al interior del departamento.

Cruzó sus brazos, él cerro la puerta y ambos se acercaron a la Sala.

Paula- Bien que quieres hablar conmigo?-dijo seria.

Él la miro intensamente seguía llevando ese vestido que la hacía lucir más hermosa de lo que es, le daba coraje imaginarse al baboso ese de Fabián tocandola lo volvía loco por eso le dolió verla entrar a un bar con él iban Sonriendo.

Miguel- Que hacías con ese en un bar? -dijo serio apretando los puños ella lo Miró sorprendida la estaba siguiendo.

Paula- Perdón-dijo enojada- no tienes ningún derecho a seguirme.

Miguel- Por supuesto que lo tengo, eres la madre de mi hijo y pude ver que lo dejas solo para irte con ese a quién sabe que - dijo furioso.

Paula- Yo no dejó a mi hijo solo y es muy mi problema si yo me voy con Fabián a comer o ya sea a tener sexo, así como tu Disfrutas con tus amigas yo tengo derecho a... -el calló sus labios tomándola del brazo y pegandola a la pared.
Miguel- No sabes lo que dices, no soporto verte con ese imbécil me vuelve loco de solo pensar que te tocó me enfurece sabes porque? -dijo y ella negó- Porque me gustas mucho y solo yo quiero ser él que te haga el amor-susurro cerca de sus labios y ella lo miro fijamente estaba siendo sincero sentía una felicidad por dentro que no sabía cómo describirla.

Ambos con una mirada expresaban lo que deseaban Paula se acercó y uníos sus labios con los de él, ambos disfrutaban del momento lo anhelaban Miguel la tenía pegada a él dejandola sentir su erección ella gimio al sentirla, se separaron por falta de aire.

Miguel- No sabes la ganas que tengo de hacerte mía, me vuelves loco-jadeante empezó a besar su cuello mientras ella disfrutaba del placer de cada uno de sus besos.

Paula acariciaba su cabello estaba disfrutando de sus caricias- No aguanto más hazme el amor miguel- dijo con el corazón latiendo a mil y pudo ver como sus ojos se oscurecieron

Con solo la mirada podían descifrar lo que sentían ambos deseaban eso que estaba a punto de pasar. Con suavidad Miguel deslizó su mano por la cremallera del vestido de Paula dejandolo caer al piso, ella se ruborizo al sentir la mirada de él sobre su cuerpo miles de sensaciones invadían su vientre, volvieron a unir sus labios ambos hundiéndose en los sentimientos que los embargaban en ese momento, entre besos Miguel la acorraló contra la pared, ella desabrocho los pantalones y con un movimiento lo deslizó hacia abajo dejando al aire la abultada hombría cubierta por los boxer, la alzó haciendo que ella rodeará con sus piernas su cintura, ella jaleo al sentir como empezaba a repartir besos húmedos por su cuello, su vientre hasta llegar a su intimidad soltó un grito de placer al sentir su respiración en su intimidad, este se levantó y volvió a besarla con ferocidad que le hacia perder la cordura ella enredaba sus manos en las hebras de su cabello, desabrochaba su sujetador dejando al aire sus erectos pezones se lamio los labios para humedecerlo antes de tomar uno de sus pechos entre sus labios y tirar de ellos sintiendo como ella temblaba entre sus brazos y no paraba de gemir por el placer que la embargaba.

Miguel- Eres preciosa-gruño entre dientes mientras devoraba su otro pezón eran perfectos.

Ella jadeaba pérdida sentía una opresión insoportable en su vientre, ella tomó el rostro de él Haciendo que la mirara y lo beso necesitaba sus besos eran el paraíso perderse en ellos, bajo los boxer dejando su erección al descubierto se mordió el labio inferior haciendo que él se excitara con un movimiento ágil bajo su tanga y comenzó a rozar sus partes haciéndola gemir,  soltó un grito de lujuria al sentir sus dedos habilidosos dentro de ella sentía su orgasmo llegar gritó
Con una de sus rodillas le abrió las piernas para acomodarse entre ellas y penetrarla con fuerza ella volvió a gritar al sentir su fuerte embestida pérdida en su mirada- Ahh -gimio fuertemente y Miguel salió un poco de ella casi por completo y volvió a penetrarla, comenzó con entradas suaves y arrebatadoras ella gemia sin parar la tenía pegada a la pared mientras sentía como él entraba y salía de ella,tomó sus caderas con sus manos expertas y volvió a embestirla con más fuerza hacia lo más profundo de su ser que ella grito por un poco de dolor pero sintió placer sentía sus paredes vaginales expanderse para él, la embestia con fuerza salvajemente haciéndola gritar por el ardor y dolor que provocaba a la vez placer, aferró sus uñas a sus espalda se sostuvo de sus hombros fuertes para no caer, él gruñia salvajemente ante cada embestida, sus penetraciones se hacían más erráticas ella movía sus caderas con las de él. Cada partícula de su piel ardía ante el tacto de cuerpo con el mío.

- Correte conmigo Paula- la ronquez de sus palabras son más bien una orden que me deshinba.
Y lo último consciente logró sentir su semen espeso y caliente llenarme,  nuestras respiraciones estaban agitadas me miraba con su mirada oscurecida y a la vez llena de lujuria, unió sus labios con los mío fervemente con suavidad como quisiendo marcar algo.




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