Entre las cenizas

CAPÍTULO 20

Ya habían pasado tres días, y aún no salía de este calabozo comenzaba a desesperarme, las uñas mordidas, y la mala comida era parte de mi castigo, la puerta se abre dejándome salir a mediodía, cuando soy movida a una habitación con mis abuelos. Ellos sentados en el centro tomando el té de lateral mi abuelo se parecía demasiado a mi madre, era la misma nariz, mientras fumaba su puro.

—¿Y mi madre? — Pregunto siendo ignorada, mientras ellos hablaban sin prestarme atención, nunca lo hacían, me acerco a la mesa y pregunto nuevamente cuando mi abuelo trata de reprenderme con una bofetada, pero la Sofía sumisa con miedo se había esfumado gracias a la fortaleza de Caleb —. Parece que todos en este palacio han olvidado que soy la heredera del ducado de Clue.

Aún le detengo la mano mientras mantengo la mirada demasiado firme, un poco más de fuerza y podía hacerle daño.

—Le recuerdo que este poder es temporal… Si fuera usted, cambiaria mi elección de aliados ¿Usted no lo cree?… — Le digo mientras lo suelto.

—Niña estúpida… Nosotros estuvimos detrás de todo desde hace tiempo, apoyando a la emperatriz Céline, ¿Crees que tu madre amaba a tu padre? Todo estaba planeado — Me dice mientras mi madre entra…

—¡Papá! — Habla mi madre, mientras la veo fúrica.

—Dile a tu hija la verdad. Como es que tu sabias todo y no le dijiste nada a tu esposo — Mi abuelo tenía una espada a su lateral, que no dudo en tomarla y apuntar a mi madre, pensé que era buena, pensaba que era extraordinaria pero tan solo era mi amor ordinario que hacía que la viera de esta manera —. Eres capaz de apuñalar a tu madre.

—Ella no es mi madre… — Le digo mientras mis lagrimas caen… —. Mataste a papá.

—Yo no tenía más opciones… — Ella llora mientras Asher miraba toda la escena, le hago señas y sin dudar corre hacia a mí dejando a mi madre —. Confíen en mamá. Asher Sofia, vengan conmigo. Eran ustedes o mi esposo.

—Como te atreves… — Ruidos se escuchan de todas partes, mientras mi madre se asoma.

—¡Rebeldes! — Grita asustada, mientras Caleb encapuchado abre la puerta de lado a lado, quitándose lo que le tapaba la boca, corro hacia él, mientras mi madre se tira a mis pies mientras me pide perdón y que no me llevará a mi hermano, me rogaba que no lo hiciera, mientras civiles arrinconaban a mis abuelos —. Perdóname en el nombre de dios… Como hija de dios dame tu perdón…

—Que dios te perdone madre… — Cubro a Asher, este comienza a llorar pero no podía permitir que mi madre le hiciera algo.

—Sofía que hacemos con ellos — Me pregunta Caleb.

—Al calabozo, todos los nobles al calabozo — Doy la orden mientras salgo de la habitación una vez afuera, veo todo el desastre que estaba causando en tres días había pasado todo esto. Lo volteo a ver y él se rasca la nariz.

—Movería cielo, mar y tierra por ti — Eso era lindo, pero teníamos un niño en medio de todo este caos.

—Asher agárrate fuerte — Le digo mientras siento como me toma más fuerte del cuello, para poderlo amarrar con ayuda de Caleb, a mi cuerpo para poder usar mis manos más ágil, con el vestido liso que tenía me era bastante difícil bajar rápido como también no conocía el palacio.

—Ven por aquí, me crie de niño por aquí conozco cada rincón — Me dice mientras lo sigo por un pasillo lateral, mientras este golpea a las personas con tal de poder pasar. No tenía idea de que había hecho, pero un hombre de estatura mayor a la regular y bigote esta frente a nosotros, mientras nos amenaza con una espada, no necesitaba que me dijeran ya sabia que era el duque de York, este tenia del cabello a mi madre, y detrás de ella estaban los cadáveres de mis abuelos, ni siquiera sabia como es que del calabozo pasaron a este lugar.

Arroja a mi madre al piso, mientras espera que reaccione, miro como un carruaje se va estaba seguro de que era la emperatriz sangrienta y mis abuelos habían funcionado de carnada mientras tanto, pues nadie era indispensable.

—El dio la orden de la muerte de tu padre — Me dice Caleb, mientras sonrió, yo ya sabía eso, en mi lista el era el siguiente para ajustar cuentas, me desprendo a mi hermano, mientras pido que se lo lleven, era un niño que estaba en medio de todo y no quería que viera más daño.

—Toma a mi hermano y llévatelo, te alcanzaré en unos momentos — Le digo sin saber a dónde ir exactamente, mi madre en el piso se encuentra con lágrimas, rogando por su vida —. Deja que se largue, esto es entre tú y yo duque.

—Lady Sofía, sea inteligente y renuncie a esto. La emperatriz de sangre traerá gloria al imperio, usted podría gobernar — Mi madre se le ilumina la cara, antes de que el vuelva a amenazarla con la espada —. Renuncia o muere.

Sonrió, mientras la miro.

—Quien ha pecado paga con lo que dios cree justo — Digo mientras empuño mi espada hacia él, y de una rebano parte de su dedo, provocando que grite, mientras los caballeros detienen para mirar la escena —. Mis enemigos tienen a subestimar la fuerza de mi alcance, pero es momento de que todos recuerden mi nombre, Soy la duquesa del norte, heredera de Clue, hija del difunto duque y amante de ambos príncipes, es momento de que todos reconozcan quienes son sus lideres.

Repito una vez más demasiado fuerte, haciendo que el duque de York trate de apuñalarme, cuando Sebastián lo atraviesa de una, mientras me jala.




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