Entre las Sombras

Capítulo 10

El día del ataque a la mansión Slovocia.

Isabella intentaba calmar a Lucas masajeando su cabeza, el joven estaba tan destrozado por la pérdida de la joven que amaba y ella se sentía culpable porque todo lo había ocasionado ella.

Desde el día que conoció a los jóvenes solo les trajo destrucción.

Antonio estaba sentado en el sofá de la habitación y solo pensaba en su pequeño, el primogénito que nunca volvería a ver y en la promesa que tenía que cumplirla.

Ya tenía una salida, pero tendría que mandar lejos a Isabella.

La mansión estaba muy silenciosa y pensaban que era porque todos estaban en sus habitaciones. Pero les falló otra vez sus instintos.

Se escucharon pasos en el piso de abajo e Isabella y Antonio bajaron para ver quien había llegado.

Otra vez fallaron.

Al bajar los atacaron, ambos se quisieron defenderse, pero sedaron a Isabella y golpearon con brutalidad a Antonio. Lo último que recordó fue ver cómo se llevaban arrastrando a Isabella por manos de Nora y él cayó desplomado.

Pasaron horas desde el ataque y cuando despertó se encontraba cerca del estanque de cocodrilos de Alfonso.Lentamente se deslizó del lugar para poder escapar, pero en su camino tropezó con unas piedras las cuales llamaron la atención de los peculiares animales, de esa persecución escapó de milagro, pero uno de ellos le rozó la pierna dejándole una herida profunda pero pequeña.

Empezó arrastraste hacia el interior de la mansión cuando se encontró con Alfonso y Sebastian que bajaban las escaleras, el último estaba herido de su pierna pero más estable que él.

Sentía que hablaba sin pensar, y lo último que dijo antes de caer desplomado fue la verdad que se había guardado estos últimos años.

-Lo que yo no hice, matarla.

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Sebastian

Observaba jugar a Gabriel, un pequeño muy inteligente para su edad. Los últimos meses habían sido para el niño muy difíciles, desde su secuestro hasta los últimos acontecimientos en la mansión.

Le agradaba el niño y cuando le propusieron ser el guardián del niño en vez de despedirlo, aceptó de inmediato. Se había vuelto su sombra y no iba a dejar que nada le volviera a pasar.

Lo prometió y falló.

Sintió la casa muy callada y escuchó que la puerta de enfrente se cerró, salió a ver a dónde iban pero Antonio e Isabella ya estaban bajando. Cerró la puerta y dejó el asunto de lado, pero ya no escucho los pasos. Cuando quiso volver a salir escucho otra puerta y unos ruidos raros.

Se acercó a la puerta y eran disparos, regresó donde estaba el pequeño Gabriel .

-Quédate aquí y no salgas hasta que regrese. - Le dijo al niño saliendo y dejándolo encerrado en la habitación.

Se dirigió silenciosamente hacia la habitación continúa y cuando abrió la puerta  vio a dos hombres torturando a sus amigas. Al instante inició un combate entre ellos.

Uno de los desconocidos era más grande que el otro, y este lo había atacado con una pinza. No les importaba nada, solo matarlos. Mientras peleaba con uno  de ellos escuchó un disparo. Se quedó en shock y al regresar a ver sus ambas jóvenes  estaban en el suelo. Dos disparos, uno en la rodilla de Sofía y otro en el estómago de melanie.

Al ver la escena enfureció por completo y con toda la fuerza que le quedaba  le quitó al más pequeño el arma y disparó hacia ellos. No les logro dar en su blanco, pero ambos retrocedieron saliendo de la habitación. Al pensar que escaparon se acercó inmediatamente  hacia ellas y antes de acercarse sintió un jalón y un sonido.

El más grande le había disparado en la pierna y el más pequeño lo arrastraba hacia el clóset, antes de dejarlo en ese lugar le pusieron una mordaza y le amarraron las manos. 

Los hombres salieron riéndose de la habitación, sin antes pronunciar las palabras que tanto temían.

-Dejemos el trabajo a las sombras, ellos vienen por ella y por lo bastardo.

Intentó salir del closet pero su herida en la pierna y la lesión en el costado no le permitía. Ni decir por las amarraduras en sus manos y la mordaza en la boca.

No supo cuánto tiempo pasó, y ya sentía la debilidad en su sistema. Estaba perdiendo mucha sangre y ya no sentía completamente su pierna. Solo rogaba porque Melanie y Sofía estuvieran bien, aunque al no escuchar nada de ruidos pensó en lo peor.

Cuando ya estaba por perder la conciencia la puerta se abrió y mostró a Alonso, el cual lo ayudó a desamarrarse y le preguntó lo que él pensaba. 

Todo lo había hecho Nora.

Al salir observaron a las jóvenes en el suelo, al percatarse que aún respiraban las cargaron hacia la cama y ingreso Ana para revisarlas.

-Dónde está Gabriel. - Preguntó Ana y Sebastian se percató que el niño no estaba. Solo le tocaba mentir. - Cuando entraron él desapareció.

Esperaba que el niño estuviera bien.

Salió de la habitación apoyado en Alfonso y al llegar al final de las escaleras se encontraron con un Antonio desangrado y arrastrándose hacia la entrada y con un Manuel en el sofá inconsciente.




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