Isabella
Ver a Antonio en ese estado la dejó perpleja, estaba totalmente ensangrentado y no tenía nada de fuerza para mantenerse de pie.
Rápidamente se acercó hacia él y lo ayudó a sostenerse en sus brazos, hasta que el joven no pudo equilibrarse y se desplomó en el suelo. Se veía tan débil que ni emitir una palabra podía, solo eran balbuceos.
-cesa.- Repetía a cada rato, pero Isabella no comprendía qué quería decir.
-Tranquilo.- Le decía intentando tranquilizarlo, pero era imposible.
El joven no paraba de moverse y seguir balbuceando incoherencias, su cuerpo se movió automáticamente y se acostó en el suelo en posición fetal.
Isabella se acercó hacia él, y al instante la puerta se abrió y por ella tiraron una botella de agua que rebotó en el suelo. La tomó rápidamente y rasgó un pedazo de su camiseta para empezar a limpiar la cara del joven.
La oscuridad de la habitación no era de mucha ayuda, pero se las adecuo para limpiarlo y darle de beber un poco de agua. El joven tenía heridas abiertas en sus brazos y ni decir sobre el estado de sus piernas.
Mientras la joven le seguía retirando la sangre, Antonio empezó a temblar y la joven se percató que tenía fiebre. Se acomodó a su lado y alzó su cabeza para que repose en sus piernas, mientras que rasgaba otro pedazo de tela y la humedecía con el agua sobrante y la colocaba en la frente del joven.
-Espero que esto te ayude.- Hablaba la joven. - Porque no tienes permitido morir en manos de extraños.- Terminó de decir mientras volteaba la tela en su frente.
Las horas pasaban y mientras la oscuridad los consumió por completo, Isabella recordaba los momentos que pasó con su pequeño y en su reacción ante ella. Su pequeño Dante es precioso con dos lunas que la iluminaban en la penumbra oscuridad.
Tengo que darle un final feliz, aunque yo no esté con él.- Se repetía lentamente para poder procesar el significado que tenía aquella frase.
También recordaba a sus amigas, las jóvenes fueron sacadas del bunker acompañadas de Sebastián y fueron enviadas a diferentes países por seguridad. Martín, el amigo de Antonio también fue enviado, pero él era más terco, en cada oportunidad le echaba la culpa de todo a Antonio.
En parte ambos son culpables, pero nadie le mando a Nora para que le produzca un aborto. Lo hizo ella sola pensando las consecuencias que sus actos tenían. La joven estaba tan inestable que no le importó quitarle la vida de su amiga, la pequeña Luna.
Ella había muerto trágicamente e Isabella no pudo hacer nada.
Esa era otra razón por las cuales se cobraria con Nora, el asesinato de Luna. Nunca se lo perdonaría por haber sido la causante. Y a este se le suma su aborto intencional.
La haría pagar de la mejor manera y ya tenía en mente cómo sería.
Un movimiento la sacó de sus pensamiento y se percató que Antonio se estaba despertando, se fijó en su temperatura y esta había bajado.
Un peso menos.- Se dijo aliviándose de la situación de Antonio.
La oscuridad la siguió consumiendo, cuando una voz la trajo de nuevo al presente.
-Donde estoy. - Hablaba Antonio intentando levantarse.
-No lo se. - Respondió con la verdad, porque tampoco sabía donde se encontraban.
Antonio rápidamente buscó el origen de la voz y solo sintió mucho dolor en su cuerpo. No emite ningún sonido, solo busco con sus manos y estas dieron con un rostro.
-Bella. - Emitió rápidamente, esperando que sea ella.
-Isabella. - Respondió la joven y este la abrazó inmediatamente tragando las punzadas que sentía en su cuerpo. - Te puedes lastimar. - Le dijo Isabella separándose de él.
-Estoy bien, cómo estás tú. - Le pregunto y automáticamente la joven negó con su cabeza. Daba gracias que todo estaba oscuro y que no podían verse. - Te han hecho daño, te han tocado. Dime Bella, te hicieron algo. - Hablaba rápidamente y en su tono se pudo notar la desesperación.
Isabello lo noto y algo dentro de ella le pidió que desconfíe.
-No me han hecho nada. - Dijo la joven omitiendo varios detalles. - Estoy bien. - Terminó y sintió las manos del joven acunando su rostro y su frente se apoyó en la de Antonio.
-No sabes como me mataba la desesperación de ver que no estabas, los únicos recuerdos que tengo son de cocodrilos queriendo comerme. - Le dijo el joven.
-Nora está aquí.- Le informo Isabella y sitió el cuerpo de Antonio tensarse. - Tiene a Dante, tiene a mi bebé. - Continuó y su voz se empezó a quebrar soltando las primeras lágrimas.
Antonio lo sintió y la abrazó. Si Nora era parte de todo esto, significa que está con el clan enemigo y eso es más peligroso.
Hasta donde la falta de cordura puede llevar a una persona.
-Saldremos de aquí con el pequeño. - Le dijo soltandola y apoyando su frente con la de ella. - Nos iremos lejos de aquí los tres, y tendremos tranquilidad para criarlo como un niño normal. - Le dijo intentando creer sus propias palabras.
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Editado: 25.09.2021