Capítulo 5. Kim – La actualidad (16/08/2022)

• ¿Por qué esa expresión? ¿Viste un fantasma? – Erick le reprochó a Kim luego de que ella saliera de la sala de comunicaciones. 

• ¿Puedes creer que el número al que llamé, el mismo con el que me he comunicado toda la vida con mi madre, aparentemente pertenece a otra persona? – Respondió Kim con un suspiro apagado, aunque esta situación de por si era sumamente extraña, no era suficiente para alarmarla más de lo que en las últimas horas había estado. 

• No, en realidad no puedo creerlo, pero con todo lo que ha sucedido en las últimas horas, no siento que sea sorprendente. Sin embargo, dadas las circunstancias en las que nos encontramos, lo mejor que puedes hacer es pedirle nuevamente a la persona que te abordó anteriormente que investigue esa línea – Agregó Erick con calma. Con todo lo que había sucedido hasta ese momento, ambos parecían haber acordado indirectamente que la mejor estrategia era tomarse las cosas con calma, como dice el famoso proverbio: "vísteme despacio que estoy de afán".

• Bueno, tienes razón. ¡Oye tú! –  Kim gritó mientras señalaba con la mirada a un joven oficial que entraba a la cocina, probablemente en busca de su café matutino. – Necesito que inmediatamente vayas a seguridad informática y preguntes por este número – Alargó un pósit que tenía en su escritorio, marcado con un lápiz que yací a su lado, y que ya tenía una mosca producto del glaseado de la dona que había consumido horas antes Necesito que realicen el mismo análisis que están haciendo con la línea que compartí anoche.

La expresión en el rostro de Kim y su tono autoritario no dejaron espacio para que el joven mostrara resistencia o hiciera preguntas. De hecho, probablemente ni se le ocurrieron cuestionamientos, ya que el mensaje era cristalino y la tarea, aunque tediosa, no era complicada en absoluto.

• Y ¿ahora? – Pregunto Erick a la detective luego de que ella volviera su mirada sobre él – Debemos comenzar por algún lado, pero sinceramente creo que soy el menos indicado para indicarte qué. 

• Tienes razón – Kim nunca había experimentado la constante frustración de no encontrar un indicio, algo que marcara el camino para comenzar una investigación. Su mayor preocupación en realidad era que no hubiera ningún delito, que no tuviera motivos para emprender una investigación, y que su jefe no estuviera dispuesto a gastar recursos o esfuerzos en ayudarla a resolver lo que parecía ser un enigma personal. – “Debemos centrarnos en otra cosa" pensó para sí misma. – Por mucho que nos duela aceptarlo, este misterio no es algo que debamos investigar... al menos por ahora. 

Aunque Erick era consiente perfectamente de lo que la detective le indicaba, aún sentía esa necesidad de investigarlo, de lograr que todo tuviera sentido y que su mente como la de ella dejara ese limbo. Después de todo, los días eran muy aburridos y creía ciegamente en que este nuevo misterio lograría darle más emoción a su vida, a su trabajo.  

Las primeras cuatro horas del día fueron la rutina más angustiante que ambos investigadores pudieron tener en meses, papeleos infinitos, charlas sin sentido y uno que otro compañero mal intencionado con chistes malos o algunos incluso morbosos sobre las desgracias de los demás. No fue si no que pasará la hora del almuerzo para que Kim pudiera tomar su anhelado descanso, durante su receso, y como estaba acostumbrado se tomó el tiempo para no pensar en sus obligaciones, para no pensar en las situaciones que había vivido y mantener la calma con respecto a las infinitas inquietudes que constantemente crecían en su cabeza. Como ya era costumbre la detective había adquirido el famoso método pomodoro en su rutina y lo utilizaba durante sus dos horas de descanso para terminar de leer alguna de las noveles más actuales, era una persona aficionada del suspenso, el thriller y el terror, quizá más de lo que le gustaría aceptarlo, pues había logrado que su biblioteca fuera lo menos pluritemática posible, hasta el punto que ella misma empezaba a creer que era una persona completamente abducida por las teorías más escalofriantes del mundo. 

Aunque la tecnología ha ayudado mucho, Kim siempre había utilizado un cronometro CASIO algo antiguo para contabilizar el tiempo, generalmente son 25 minutos de trabajo por 5 de descanso, aunque a veces los tiempos son más largos o cortos dependiendo en gran medida de la duración de los capítulos de alguna novela o artículo que estuviese leyendo. El primero pomodoro comienza con el capítulo 15 de su nueva novela, no tardó mucho en detenerse producto de la vibración en su muñeca. “Debo dejar de utilizar este aparato, son más las incomodidades que su verdadera utilidad” pensó Kim mientras colocaba nuevamente el separado del libro en la página donde estaba unos segundos antes y cogía su teléfono para contestar a la llamada entrante. 

• A ver, ¿qué sucede? – Respondió Kim, sabía perfectamente que su compañero era la persona al otro lado de la línea. 

• Creo que la noticia que tengo te va a encantar, necesito que te sientes. – Agrego Erick con una voz de entusiasmo agrandado, notablemente estaba excitado por la noticia que Kim aún no conocía, pero que de alguna forma tampoco era capaz de suponer. – Me acaba de llamar el oficial de la comisaría, incluso me sorprende que no te diera la información de primera mano a ti, el caso, me comento que hace unos minutos se presentó un hombre que asegura que acababa de enterrar un cuerpo, dice que las personas que lo obligaron a hacerlo le dijeron que debía entregar una cartera antigua a una persona llamada Kim Martínez. – Es muy bien conocido ese sistema de reacción de los gatos cuando están en peligro, y sus pupilas se dilatan de forma marcada una reacción tan similar como la que experimento Kim, al oír no solo las declaraciones del hombre desconocido si no también su nombre, el mismo que pocas veces iba completo con apellido y todo, sabía muy claramente que muchos de sus amigos por cuestiones del idioma prefirieran reducir su nombre a las simples tres letras de Kim. – Los oficiales lo tienen retenido por la declaración del supuesto asesinato, aunque no haya sido directamente lo mismo es algo con lo que podamos mantenerlo un tiempo mientras llegas a interrogarlo.