Entre mi cielo y tu infierno

Capítulo 3

EN TUS OJOS ENCONTRÉ MI CIELO
 


La voz de mi mamá me despertó, me levanté de la cama y sentí que tenía algo en la muñeca, era mi pulsera, pero ¿Cómo es posible? todo en mi vida desde los últimos 4 días se convirtió en una pesadilla, desearía volver a mi aburrida vida de antes, mientras estaba sentada al borde de la cama perdida en mis pensamientos, mi madre me devolvió a la realidad al entrar sin tocar.

-Te llegó esto- Dijo largandome un sobre sellado, sin apartar la mirada de su celular y salió de mi habitación.

Nunca he entendido por qué no me prestan atención, es como si yo fuera una mascota a la que vas a revisar si sigue con vida, sin embargo no me quedaré aquí lamentándome por asuntos que no se pueden resolver.
Abrí el sobre y era una carta de aceptación en la Universidad King's college, con una beca completa, estaba impactada, quería salir corriendo abrazar a mis padres y decirles que finalmente se pueden sentir orgullosos de mí, pero sé perfectamente que les daría igual y me amargarían el momento, no sabía a quien contarle, por eso preferí ir a visitar las instalaciones, donde pasaré los próximos 5 años. Dejé el sobre encima de la mesa de noche y fui a tomar una ducha corta, esto es estupendo, siempre había soñado con estudiar ahí sin tener que pedirle ni una libra esterlina a mis papás.

Salí de la ducha y me cambié lo más rápido que pude, tomé las llaves de mi auto y me dirigí al King's College; Cuando llegué, lo primero que vi fue la gente de mi edad, nunca había sido mi fuerte ser sociable, pero eso podía cambiar, siempre había sido amiga de Emma, ​​aunque me canse de vivir bajo su sombra, por eso debía hacer nuevos amigos. Dejé mi auto en el parqueadero y entré al campus.

-Hola ¿eres nueva? Te ves perdida- Dijo un chico muy amable.

-Hola, no del todo, estoy mirando el campus, en una semana empiezan mis clases- Dije con una sonrisa - Disculpa ¿Cómo te llamas?

-Soy Asher, y ¿tú eres?

-Mi nombre es Alessa Ford.

-Bueno Alessa, es un gusto conocer a una chica tan linda- Me dijo mientras tomaba mi mano.

-Igualmente- Respondí conteniendo la emoción que quería expresar a gritos, ya que él podría ser mi primer amigo en éste lugar.

- ¿Te gustaría ir a una fiesta? esta noche a las 10 en la fraternidad a la que pertenece un amigo - Me dijo esperando un gesto de aprobación.

- Eh..Prefiero no asistir a fiestas, me gusta quedarme en mi zona de confort- Dije mirando hacía el suelo.

- Hey, no te angusties, pero si realmente no te sientes cómoda , podemos hacer otra cosa -Dijo lanzando una mirada fija e incisiva.

-Quizá otro día, por ahora quiero recorrer la Universidad.

-Está bien, pero déjame ser tu guía- Dijo esbozando una sonrisa.

-No te rindes ¿eh? aunque me caes bien- Anuncié mirando hacía la capilla que estaba a pocos metros de mí.

-¿Qué quieres visitar primero?- Me preguntó intentando descifrar a donde estaba mirando.

-La capilla, hoy recibí una carta de aceptación para ingresar a esta universidad y quería ir a darle gracias a Dios- Le dije observando su reacción. Hay personas que rechazan a los que creemos en Dios, sólo esperaba que él no fuera uno de ellos. Lastimosamente vi un destello de rabia en sus ojos mientras fruncía el ceño, por lo tanto me apresure a decir.

-Quiero ir a la capilla, no por necesidad de estar en el templo, sino porque es un lugar callado donde puedo hablar con él, pero si no quieres ir no hay problema.

-Yo te acompaño a la entrada y luego recorremos toda la Universidad ¿Te parece bien?- Me dijo con tono optimista.

Caminamos hacía la capilla en total silencio

!No puede ser! no he entrado a la Universidad y ya perdí al primer amigo que hice ¡Grande Alessa!

-Te espero aquí, por favor no te demores.

No dije nada, me di la vuelta y entré a la capilla, era hermosa, recuerdo la obsesión que tenía con esta capilla, y la ilusión que tenía por visitarla, y aquí estoy. Me llamó la atención tener  frente a mí los grandes ventanales medievales, aproximadamente habían 26. Me senté en una de las bancas y miré hacía el techo, era una costumbre que tenía a la hora de hablar con Dios.

-Señor..yo sé que me escuchas, y así lo has hecho desde siempre, principalmente te agradezco el hecho de estar justo aquí, sin embargo no lo estoy disfrutando como quisiera, siempre te pido que mis papás muestren más interés en mí, pero ya no quiero eso, sólo te pido que no me dejes sola, creo que esa es una de mis pocas motivaciones para seguir adelante- Me limpié las lágrimas que bajaban por mis mejillas- En este momento lo único que quiero es un abrazo tuyo.

Me levanté de la banca y me dirigí a la salida de la capilla, vi a Asher sentado en la acera.

-Vamos- Anuncié mirando hacía otro lado, sabía que tenía los ojos rojos y no quería contarle mis problemas.

-Que pulsera tan bonita- ﹰDijo tomandome la mano al tiempo en que se levantaba.

-Sí- Le respondí liberando mi mano de las suyas ¿Qué obsesión tenía la gente con esta cosa?- Nos vemos luego.

-¿Dije algo malo? ¿Te pasa algo?- Me preguntó intentando encontrar mi mirada.

-No, todo está bien.

-No te pregunto más. Ya sé que no te gustan las fiestas, pero si te animas- Enunció sacando un papel de su bolsillo- Esta es la dirección, ahí también está mi número.

-Gracias, hasta luego- Dije con la mirada baja.

Me giré en dirección al estacionamiento, seguía mirando al suelo, la visita a la capilla me tocó fibras muy sensibles, siendo sincera no había sido la capilla, lo que realmente me puso de esta manera fue la charla tan honesta que tuve con Dios, y por estar tan absorta en mis pensamientos no me fijé que al frente mío estaba Kyle hasta que me tropecé con él.

-Deja de seguirme- Expresé agotada.

-No te estoy siguiendo, yo estudio aquí- ﹰDijo analizando mi rostro- a propósito ¿Qué haces tú aquí?




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