Narra Thea
Llegue a Delfos es una maravillosa isla, en solo recordar que mi tía Theresa esta enterrada aquí por una parte siento un alivio y un pesar por el otro, ella amaba esta ciudad y fue sepultada con su voluntad, ella puede recorrer y ver su hermosa ciudad todas las veces que ella quiera, pero no se podrá comunicar con sus seres queridos, ese maldito sentimiento que te hace imponente, inservible, que no puede hacer lo posible para no dañar a las personas ni verlas llorar, aunque las abraces, y reses por ellas no les puedes quitar ese dolor, esa cicatriz en su corazón, yo eh perdido demasiados familiares y todo solo por venganza, envidia, odio y por poder, mi madre, mi creadora, murió por esconderme a mí, por no hacerme mal, me quitaron lo más apreciado de cualquier persona, eso que tu darías la vida por ella, me la arrebataron de una manera horrible, no me pude despedir de ella, ni decirle cuando la amo, o cuando me va hacer falta , porque sin ellas uno no es nada, ella estuvo con uno desde que éramos una miseria hasta que nosotros crecimos y algunos no saben que es amar a una madre y protegerla, o saber que va envejeciendo y que ya no te va acompañar en tu vida, ni va ver sus nietos, quien te va aconsejar mejor que una madre, pero no todas las madres son perfectas , ni tampoco hacen el esfuerzo por entender a sus hijos, muchas veces preferimos un golpe , que malditas palabras porque todas quedan cicatrizadas por siempre en tu corazón y quien te puede sacar eso después ¿no?.
-Theresa vamos, apresúrate tenemos que comprar muchas cosas antes de ver a Niclous- asentí, lo que me dijo Emma la verdad ya había derramado una lagrima por todos esos pensamientos, también quiero ver a mi primo Ajax, hicimos todas las compras necesarias, cuando iba comprar mi celular mire alguien parecido a Niclous, pero tenía una barba larga y su pelo era algo desarreglado, iba con una camisa cuello v gris y vaqueros algo desgastados, sacudí mi cabeza a tal pensamiento y me centre en comprar mi celular, Emma me dio el número de Ajax.
-Hola buenas tardes ¿con quién tengo el placer?-una sonrisa se dibujó en mi cara al escuchar su voz, después de tanto tiempo.
-Ajax cuanto te extrañe, ¿porque nunca me visitaste?-suspiro por parte de él y soltó una risita.
-la única e inigualable princesa Thea o mejor dicho Theresa, estuve estancado aquí por muchas cosas más por mi madre, siempre espero que me venga a visitar y si me iba y ella venía a vitarme y no me encontraba me iba sentir mal, no quiero que ella se preocupe más por mí-al escuchar aquellas palabras se me escaparon demasiadas lágrimas y se me hizo un nudo horrible porque yo sé, que es perder a una madre.
-No te preocupes ellas dos deben estar felices viéndonos que hacemos, ellas siempre nos acompañan Ajax- dicho eso fuimos a la casa que mi madre tenía aquí, no me recuerdo mucho, pero por ocasiones, me vienen recuerdos peculiares.
-yo sé que sí, te dejo tengo otra llamada en línea, la casa está limpia, suerte- fue lo único que escuche de Ajax.
Llegamos a la hermosa casa, estaba a la orilla del mar, todos los hoteles, apartamentos y casas están a la orilla del mar, ósea es una isla, es algo obvio, la casa estaba en buen estado, bien dicho Ajax que estaba limpia, entre corriendo, como teniendo la esperanza que mi madre estuviese ahí esperándome en su mecedora, pero mis ilusiones fueron en vano, no había nadie ahí, solo se escuchaban las olas del mar resonar por la casa, con un eco sin final.
Emma llego con las bolsas de las compras, ella me entrego, mis compras y ella se llevó las suyas.
-Emma, no vayas agarrar la habitación de los empleados te vas a las habitaciones de arriba, yo sé que eso tenías planeado, te conozco muy bien pantera- se lo dijo con tono burlón- y de orden, no quería estar sola en las habitaciones de la segunda planta.
-Ush, está bien, pero tú te pones muy bonita y dejas de llorar, porqué hoy vas a ver a tu persona especial y no quiero que me reclame porque estas llorando como niñata-me río de su comentario, había olvidado por completo a mi personita especial, subí lo más rápido que pude las escaleras con las bolsas, me di una ducha rápida Salí del baño y busque unas de esas lancerías blancas que Emma había escogido para mí, y me coloque un vestido blanco tallado a la cintura y algo corto como 5 dedos arriba de las rodillas, cepille delicadamente mi cabello, la verdad había crecido mucho más de lo que había pensado ya me llega debajo del trasero, me lo voy a cortar algún día, pero no será hoy, porque hoy mirare una persona muy especial para mí, quiero ver como esta Niclous, tengo mucho de no verlo y me quiero arrepentir sobre todo lo que ha pasado, y más cuando lo insulte y todo lo que quiero es abrazarlo y sentir sus labios contra los míos.
Ya estaba lista, baje rápido las escaleras y no había nadie en la sala de estar, aún no han salido estos dos.
-¡USTEDES DOS, SEMEJANTES TORTOLOS, SE PUEDEN DAR UN RAPIDITO, EN OTRO MOMENTO, YO QUIERO VER A MI NICLOUS POR SI LES INTERESA ¿NO?!- estaba gritando como loca para que me escucharan, escuche risas en la habitación de arriba salió Emma, algo sonrojada, sudada, tremenda la niña.
-Yo sé que desfrutan, mucho su relación muy íntima, donde se puede ver, pero yo quiero ver a mi futura pareja también, no es justo-mire como Darren se acercaba donde Emma, y la rodeo su cintura y le dio besos en el cachete y cuello. Carraspeé para que no siguieran restregándome mi soledad ya me bastaba saber que estoy peleada con él, agarre las llaves del carro.