Entre Nosotros

Capitulo 16

Narra Thea

El día de ayer fue algo, estresante, bonito y preocupante, todo había pasado tan rápido, la declaración de Niclous, Ajax enojado por nuestra relación, y bueno Emma esta tan enamorada, es la segunda vez que la miro de esta forma, la primera vez teníamos como unos 16 años por ahí, no me acuerdo a la perfección, pero si recuerdo que ella se había enamorado de Adrián, el chico popular de nuestro barrio, así mismo, del colegio sí que no, eso ya son clichés, en la enamoraba, y Emma se hacia la rogada, y la verdad sí que la molestaba con ello, pero el chico de tanto insistir, Emma acepto estuvieron como un año juntos o menos, pero él la hacía muy feliz, pero un día, ese día es horrible aun, el desapareció de un día a otro el ya no existía, los padres de Adrián nos contaron que lo habían secuestrado, pero ellos ya habían pagado una gran cantidad para dejarlo libre y pues si… lo dejaron libre pero no con vida, su cuerpo estaba lleno de marcas y sangre pero en cuello había una línea fina y estaba con un rojo vino, lo habían matado y Emma lo encontró, no fui yo, no se compara el dolor que sentí yo al encontrarlo, Emma sufrió más que yo, era su primer amor, su primer beso, sus primeras experiencias y le hacen eso, es algo despiadado.

Sentí como Niclous se movía en la cama por los rayos del sol que se colaban por la cortina, se miraba tan hermoso dormido, y más si no lleva camisa y su cuerpo tonificado se nota, escuche un gruñido de su parte, con su mano derecha empezó a buscar algo, aun estaba con los ojos cerrados, su ceño fruncido al no encontrar ese algo, yo estaba sentada en la cama revisando las redes sociales, pero no hice movimiento alguno, me gustaba verlo, sentí como se frustraba al no encontrarme hasta que toco mi pierna su ceño desapareció y una sonrisa de lado apareció, apretó mi pierna con algo de brusquedad y di un pequeño salto en el mismo lugar, y mire como plácidamente sonreía al saber cómo me hacía estremecer a su tacto, no sé cómo pude dormir junto a él sin que hiciéramos nada, si algo imposible de creer pero así fue, no hicimos nada del otro mundo ni de este, solo dormimos y ya.

-Theresa deja de estar en ese celular y duerme un poco más, ven, durmamos un poco - su voz era ronca y dormitada, no me había dado cuenta cuando se había dado la vuelta  estaba estrechando sus  brazos para que entrara en una jaula de brazos musculosos.

-Eres un caso especial cariño-deje el celular a un lado y me metí entre sus brazos, sentía su aroma, ese aroma varonil, que me encanta, el beso el comienzo de frente, y me apretó más hacia él, sentí como su corazón latía cálidamente, era como una melodía para mis oídos, sus manos bajaban y subían mis espalda, se sentía bien sus carias.

- Eres una niña madrugadora- me lo decía con un tono burlón pero su voz seguía ronca y no tan adormilada.

-¿Acaso sabes qué hora es?-sentí como sus manos pararon y una de ellas bajo un poco más de mi cintura y me hizo estar completamente junto a él, comencé a sentir ese ardor en mi cara sabía que ya estaba roja, al sentir su calor y nuestro cuerpos tan pegados.

-¿Sabes cuánto te deseo? Y yo no hago pucheros por ello-una sonrisa se me escapo al escuchar eso y por ello recibí otro beso en el comienzo de mi frente, pero en verdad yo no quería solo ese beso, me moví un poco para zafar su agarre pero cada vez que me movía el apretaba más, sentí como el renegaba en silencio y oculto su cara en mi cuello, sentí unos besos húmedos, mi cuerpo reacciono con escalofríos, recorrió mi cuello hasta llegar a mi clavícula, no me podía mover sus brazos era más fuertes, me arque al sentir pequeños mordiscos, sus brazos fueron zafando lentamente, mis manos recorrieron su torso, hasta llegar a su cabello, sus manos estaban en mi trasero, me apretaba con delicadeza y no me molesto su tacto, al contrario me gusto, sus manos volvieron a subir, una de ellas quedo en mi espalda y la otra paso por in medio de mis senos hasta llegar a mi mentón, pequeños mordiscos hacían un camino empezando desde mi clavícula, pasaron por mi cuello y mentón, hasta llegar a mis labios, hizo un roce con nuestros labios y me estremecí al tal acto, fue un impulso mío y plante mis labios contra los suyos, su mano paso para mi cuello y me atrajo hacia el para profundizar el beso, pequeños mordiscos le daba cuando tenía la oportunidad en unos de esos falle y Niclous rio a tal acto.

-Una personita no tuvo éxito en su caza al parecer- una sonrisa burlona me mostro, no sé si era la habitación pero hacia mucha calor, sonreía por su comentario y le di un leve beso y por impulso me puse a horcajadas encima de él, el quedo sorprendido a tal acto.

-Esta cazadora no se rinde fácilmente a su presa-una risa picara recibí por parte de él y sus manos recorrían mis piernas, pasaron por mi trasero hasta llegar a mi cintura, mis manos estaban puestas en su pecho, pude observar con claridad su abdomen, estaba en forma, ¿cómo un hombre como este era solo mío? Me acerque para depositar un beso en sus labios, pero a respuesta de él, empezó a hacerme cosquillas, me reía sin parar, esto es una debilidad para mí.



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En el texto hay: dios griego

Editado: 09.05.2018

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