Capítulo 13 -A la medianoche-

Narra Evan

Doy vueltas en mi cama, siento una enorme presión en el pecho y en la cabeza, me gustaría poder aliviar estos síntomas pero realmente no se ni que es lo que siento, por alguna razón la fría mirada que me dedico Ariadna en la tarde me dejo algo perturbado,no estoy acostumbrado a que ella me mire de esa forma, sus ojos siempre han sido brillantes y cálidos, tiene un mirar tan tierno que sería imposible creer que puede partir tus huesos con un solo golpe. Me levanto y camino hacía la cocina por algo de agua pero sin que yo maneje mi propio cuerpo salgo de casa y Denahi toma el control, mis patas se mueven sin rumbo fijo y solo puedo sentir como el piso tiembla ante mis fuertes pisadas, pronto me doy cuenta de a que lugar me estoy dirigiendo el viejo árbol hueco en donde Ari y yo soliamos pasar cuando éramos niños, muchos recuerdos vienen a mi mente, ella lloro en mi pecho varias veces, reímos y cantamos en este lugar por tanto tiempo que puedo sentir su suave energía aun recorrer este lugar.

Mi pequeña Ari, nunca necesitaste que alguien te protegiera, muchas veces cargaste el peso de ser una Marcovich tú sola y jamás te quejaste, si tan solo yo pudiese ser tan fuerte como tú...si tan solo yo pudiese seguir caminando con el peso del mundo y de mi maldición con tanta naturalidad como tu lo haces...Muchas veces te envidie porque desde pequeña siempre tuviste que lidiar con las miradas del mundo, todos esperan grandes cosas de ti solo porque naciste siendo la hija de un Alpha y sin embargo, sigues sonriendo para el mundo aunque sientas que no puedes más, alguien tan admirable y fuerte como tú y un debilucho llorón como yo realmente podriamos haber estado juntos??...

Me quedo un poco mas de tiempo escuchando el sonido del viento mover las hojas, al menos esos síntomas molestos ya se han ido por el momento, es tiempo de volver a casa así que agitando mi cola emprendo mi camino hasta que veo a una loba blanca con negro sentada en la Roca Lunar observando atenta el cielo nocturno, conozco a esa loba, es Gemini, me acerco a ella y me siento a su lado ella regresa a verme y agita sus orejas con alegría, ahora ambos estamos viendo el hermoso cielo nocturno.

-No podías dormir?- Pregunta Eliana por el vínculo de la manada.

-No, y al parecer tu tampoco.

-Tengo algunos terrores nocturnos que no me dejan en paz así que vengo a este lugar a relajarme.

-Hmmm entiendo la sensación, me alegra haberte encontrado...Eli, porque no me dijiste que Ari ya había encontrado a su mate?.

-No me corresponde a mi decirte esas cosas Evan, no puedo divulgar información de mi hermana así como asi, por muy amigo suyo que seas- Regresa a verme con esos ojos azules tan cautivadores que se destacan mas ante la luz de la luna.

-Crei que Ari confiaba en mi, siempre nos contabamos las cosas pero...ahora siento que se esta alejando de mi...

-Comprensible, ambos tienen a sus mates ahora.

-Hicimos una promesa de que seguiriamos siendo amigos aunque ambos formacemos una familia, ella no esta cumpliendo con nuestra promesa...

-...Aún no te has dado cuenta verdad?.

-De que?- La cuestiono con la mirada y ella solo salta de la roca y corre lejos hacía su hogar, prefiero no seguirla, si se trata de algo que Ari no quiere que sepa entonces respeto su decisión ya llegará el momento en que ella misma lo haga, decido seguir su ejemplo y retomar mi camino, ambas hermanas tienen tantos secretos que guardar y aunque nuestras familias sean amigas y nos conozcamos desde niños tengo el sentimiento de que no conozco nada de ellas, al llegar a casa y volver a mi forma de humano encuentro a mi madre y padre conversando en la sala de estar, ambos regresan a verme y se acercan a mi.

-Evan? a donde fuiste?- Pregunta mi madre mirandome algo preocupada.

-Solo salí a despejar mi mente, sucede algo?

-Ya sabes que no nos gusta que salgas a la medianoche...es peligroso para ti hijo- Señala mi padre y hace que mire el reloj de mi celular, faltan cincon minutos para la medianoche.

-No habia nadie en casa y no me sentía bien.

-Tu padre y yo hemos decidido algo cariño y es que, cada uno tomara un turno diferente como guardían de la manada para poder estar al pendiente de ti.

-Ya no soy un niño puedo cuidarme solo mamá.

-Eso ya lo sabemos Evan pero...estas próximo a cumplir 18 años, Abaddona no tardaría nada en encontrarte una vez que...bueno tu marca madure- Ella toca mi marca con la yema de sus dedos y yo me alejo un poco.

-Les recuerdo que esta marca es su culpa!! Estoy condenado a estar atado con un demonio dentro por sus deseos egoístas!!!- Grito esta vez sin poder calmarme.

-Suficiente!! Evan, no fueron nuestros deseos egoístas había que hacer algo o de lo contrario toda la manada hubiese desaparecido esa noche!! Tú eras el único niño que tenía el alma lo suficientemente fuerte como pàra sellar a ese...mounstruo dentro de ti...!!!

-Pues gracias a eso yo tengo que cargar con el precio de ser un fenómeno!! con suerte podré mantener una relación con mi mate si es que no se entera de que soy solo un maldito recipiente de esta cosa!!- Subo a mi habitación corriendo demasiado molesto con ellos, es su culpa, mi padre creyo que sería buena idea sellar en su hijo recién nacido a ese demonio que estaba atacando y destrozando la manada solo porque yo tengo el alma de alguien llamada Cordelia, no se de quien se trata o si tiene algo que ver conmigo pero se que tarde o temprano lo voy a averiguar.