A veces en las tardes Sindy se metía para el bodegón de la tienda, o el sótano o deposito, a ver algo que de verdad iba a valer la pena, un producto tan novedoso en las cosas de las chicas, el maquillaje estaba quedando atrás pero la belleza avanzaba, era un invento que científicamente comprobado, estaba casi lleno de tendencias, no lo había visto nunca en las tiendas rivales, esta primavera ella iba a ser la más conocida en la ciudad, había hecho un pedido muy grande, se podía comparar con una tonelada de carga para el vehículo que trajo todo eso, pero iba a quedar corto porque ese producto, era tan novedoso que nadie en el continente lo había escuchado, lo había encontrado en china gracias a una noticia que pesco un día Martes lleno de lluvia, en el que no pudo salir de casa, pero le había valido la pena porque consiguió una tendencia para la ciudad.
La verdad estaba esperando en convertirse en la tienda de accesorios de belleza número uno de la ciudad después de implementar a la venta aquel producto, por eso todos los miércoles entraba a la bóveda para comprobar aquella locura de creación china, aunque le había costado toda su tienda, y había invertido un capital monstruoso, la cosa es que en sí, no tenía quien se lo cuidara por las noches, la competencia era mucha y Lucy estaba atenta a los pasos de la tienda de Sindy, Lucy había sido una de sus rivales más complicadas que había tenido en los últimos años, por arte de magia siempre conseguía descubrir aquellos ases bajo la maga que tenía Sindy y terminaba ganando.
Pero esta vez se estaba cuidando más, nadie sabía lo que estaba dentro del depósito, además puso llave que solo ella traía una vez a la semana para el stand, y además puso unas pequeñas cámaras para tener monitoreadas las cosas. Ángeles del cielo que cuidaban como centinelas el edén. Borro todo historial de navegación del teléfono y de la computadora de la tienda, también oculto las facturas, y el día que llego el producto, solo los que cargaban las cajas podían acercarse al camión. Estaba segura que Lucy no sabía lo que había dentro de ese cuarto de cinco metros, por tres. Lo único que faltaba por ponerle eran dos guardias a lo narco, con rifles de asaltos que fulminaran a cualquiera que se acercara a la bóveda, hasta lo pensó en cierto punto, pero tendría que pagarle mucho y los rifles de asaltos estaban caros, eso y que no tenía un contacto en el mercado negro.
Hoy tocaba hacer la revisión matutina, estaba bien, llevo la llave pero hoy tenía menos tiempo que los demás días, porque tenía que prepararse para la fiesta. Así que al cabo de las dos de la tarde, hizo la revisión, las empleadas ya se habían ido. Primero reviso las cámaras, cada una grababa perpendicular mente en forma vertical a la puerta, No había encontrado nada sospechoso, solo un par de veces a la misma hora un pequeño fallo, pero muy corto de dos minutos, que podría ser por las frecuencias de señales del centro comercial, y al cabo no le dio nada de importancia. Paso con rapidez a revisar los productos, saco una caja y reviso el resto, todo parecía estar bien, las instrucciones de conserva, se estaban cumpliendo al pie de la letra, Sindy sonrió con algo de avidez, estaba delante de una buena marca, una cosa que iba a hacer estallar de ira a Lucy, ahora ella tendría un año favorable, y con eso pagaría y financiaría un proyecto aún más grande que sería beneficioso para todos, pero fuera del ámbito de la belleza y estética.
Reviso todo con disimulo verificando que no hubiera resto de alguien más que ella, en la habitación, comprobó que era así, todo estaba en orden y no le había tomado mucho, Sindy se recostó en una de las cajas para descansar un momento. Estaba bien, todas las cosas iban viento en popa, lo único que faltaba era que las cajas se vendieran, para eso había puesto una fecha de establecimiento en primavera después del invierno, había estudiado el mercado haciendo un perfecto sondeo, esa era la fecha donde había más ventas y más dinero en la calles. Todo estaba bien, ahora debía ir a arreglarse para la fiesta. Finalmente, volvió a poner los plásticos encima de las cajas, y activo las cámaras, por otra larga semana, ahora en fin las cosas de la chica estaban en orden, cerró la puerta con llave, las llaves las metió en el escote y después de un rato, se fue a la casa para prepararse para la fiesta.
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Editado: 24.06.2020