Entwined

Demonios

“No te acerques demasiado,
está oscuro dentro.
Es donde se esconden mis demonios"
-Fragmento de "Demons" de Imagine Dragons

 

Nanna corrió a lo largo de la orilla del río, lo siguió hasta sumergirse en un inmenso bosque. Las ramas de los arbustos rasgaron el vestido y sus pantorrillas. Corrió hasta que el ardor de las heridas no le permitiera seguir más. Se detuvo en unas rocas, donde el agua brotaba y daba al río. Una especie de manantial. Nanna se metió al río y lavó sus heridas. Dejó el ramo a un lado. Luego, elevó la vista y vio el cielo nocturno a través de las ramas desnudas de los árboles. Le costaba creer que era el mismo cielo que unas horas antes Mark había hecho danzar para ella.

Mark… ¿Qué habría pensado cuando la vio actuar de esa manera? Había acuchillado a Rubeus Baxter. ¿Era una asesina? Y si no lo había matado, ¿Estaba feliz de que siguiera vivo?
Se echó a reír, soltaba carcajadas, asegurándose de que si hubiera algún oso por ahí diera con ella, pero unos diez minutos después, se echó a llorar. Ahora conocía todos los monstruos que habitaban en su cabeza, como demonios apoderándose de lo poco que le quedaba de cordura y razón.

Se metió a una pequeña cueva que hacían las rocas. Abrazó sus rodillas y lloró hasta que se acabaran las reservas de agua de sus ojos. Luego una terrible y tentadora idea atravesó su mente alocada:

Si había hecho eso con Rubeus Baxter, podía hacerlo con Victoria. Tomó con fuerza el ramo y salió de la cueva.

 

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Sharon lloraba en el suelo, echa una fiera.

-¡¿Por qué confié en esa mujer?!- gritaba, golpeando el suelo con los puños apretados. Los invitados le quitaron el saco a Rubeus, lo recostaron en el suelo y le cubrieron la cara con él.

-No puedo creer lo que hizo Nanna.- comentó Adam, con un tono decepcionado y asustado.
-Una amiga traidora, asesina segura.- dijo Phoebe burlonamente.
-No creo que haya sido ella.- dijo Mark. –Alguien debió darle la daga. Nanna no actúa así por iniciativa propia. Conociéndola, lo mejor que sabe hacer ante tanto estrés es sentarse a llorar, y no lo digo por burlarme de ella, pero es que ella es así. Alguien le metió la idea en la cabeza.

La multitud estaba demasiado conmocionada, había llanto y gritos de horror. Luego Heather tomó la palabra al frente del lugar.

-¡Necesito su atención por favor!- exclamó Heather, pero fue ignorada.- ¡ATENCIÓN!- gritó.

La gente se volvió hacia ella, y entre ellos, los tres chicos.

-¿Qué haces, Heather?- preguntó Sharon, que estaba detrás, sobre el cuerpo de Rubeus Baxter.
-Sólo escucha.- le dijo la chica.

Tomó aire y continuó.

-El hombre que yace aquí, no es Rubeus Baxter.
-¿Entonces quién es?- preguntaba la gente.

Una chica de estatura más baja que el promedio, de ojos marrones, piel morena y cabello largo avanzó hacia el cuerpo de Rubeus Baxter, pidió a Sharon que se moviera y quitó el saco de la cabeza del cadáver.

La gente exclamó, los gritos de horror volvieron a hacer su aparición. Phoebe, Adam y Mark avanzaron para ver qué ocurría. Era algo que a ellos también les incumbía.

-Es Drina.- dijo Phoebe llevándose las manos a la boca con horror, al ver a la chica que sostenía al cadáver. Adam sólo observaba, y Mark tenía las manos guardadas en los bolsillos de su pantalón, con el semblante sereno, aunque por dentro estaba sorprendido al ver el rostro del hombre.

-Es Clemente, uno de los más fieles a Victoria, la líder de los gitanos del este de la ciudad.- dijo Drina.
-¡Es el tipo que le vendió el algodón de azúcar a Nanna en el parque aquel día!- exclamó Adam.

La gente observó a Adam, pero sólo Phoebe, Mark, Sharon e, increíblemente, Heather y Drina, comprendieron a lo que se refería.

-¿Tú sabías que no era Rubeus?- preguntó Sharon a Heather.
-Drina me avisó en el baile. Ella me dio la daga envenenada para que Nanna terminara con él. Además, a ella le correspondía acabar con el hombre que intentó acabar con su vida, con el mismo veneno que tenía la golosina que le vendieron aquel día.- dijo Heather, con demasiada decisión. Parecía ser otra, no la chica tímida y dulce que habían conocido esos últimos días, sino una fuerte, recia en carácter, casi como Sharon, o puede que más.
-Entonces Nanna puede ser atacada por los gitanos en cualquier momento.- dijo Phoebe, con un tono de preocupación.
-¿Ahora sí te preocupas por ella?- preguntó Mark, con sarcasmo.
-Pero entonces, ¿dónde está Rubeus?- Sharon se había puesto de pie y estaba tan pálida como el cadáver del gitano.
-Fue secuestrado. El Rubeus que volvió con Phoebe nunca fue el verdadero.- dijo Drina.

 



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En el texto hay: romance juvenil, magia, gitanos

Editado: 14.07.2018

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