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Después de terminar los deberes con Leah, « ¡ja! deberes dice mi subconsciente», se fue para cambiarse y vendrá más tarde para ir de fiesta…
— ¿Qué han estado haciendo tú y Leah Lux toda la tarde? —dice, una muy sonriente Lizzie.
— ¡¿Qué?! —respondo, sobresaltada y siento mis mejillas arder. —Ah, nada, solo los deberes de la UNI.
—Ohm con que deberes ahora lo llamamos…
—Ay, cállate Lizzie…soy la maldita virgen Maria. —digo, con la cara ardiendo de vergüenza.
— ¡Oh, Dios mío! ¡María perdónala por llamarte maldita! —dice, Liz mirando el techo dramáticamente…Pero en serio, no creo que Leah no te lo pida.
—Lo hizo hace un mes, solo que le dije que no estoy lista para eso…y él es tan increíble que no me presiona, y es lo que me gusta y hace que lo ame tanto.
— ¿Tú y Evan…ya? Liz me mira triste haciendo pucheros…—Tan bien soy doña María. Me empiezo a reír, por su reacción de persignarse. —Supongo que aún no es el momento, cuando estemos listas sucederá, además porque apresurarse. —respondo, imitando su reacción.
—Sí, si ya…ahora a terminar de arreglarse, los chicos ya vendrán y este tema me frustra.
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El timbre suena y una muy emocionada Lizzie se dirige abrir. Me levanto del mueble para girarme en dirección a la puerta. Y puedo decir que si mis ojos fueran una cámara, fotografiaría este momento, pero como no lo es, lo hago con el corazón, «estas muy romanticona dice mi subconsciente a lo que rio internamente recordando lo sucedido en la tarde». Leah está parado en la puerta mirándome, su mirada traspasa mi cuerpo y un leve temblor se genera. Su presencia bajo la luna lo hace ver radiante, sus ojos verdes desprenden un brillo que me desestabiliza, me acerco en su dirección rodeo mis manos alrededor de su cuello atrayéndolo y besándolo, sin importarme la presencia de los dos presentes a un lado de la puerta, en eso momento es él y yo. Me alejo para verlo a los ojos y me mira levantando una ceja.
—Te ves radiante y muy besable. —le hablo, conectándome a sus hermosos ojos verdes que amo tanto.
—Eres tú quien irradia mi mundo. —me dice, sujetando mi rostro para luego besarme.
Un carraspeo de tos interrumpe nuestro beso. Mi amiga con Evan nos miran divertidos.
—Ya vamos…par de melosos. —dice, sonriendo.
—Está bien…vamos, digo separándome de Leah, este me extiende la mano, la entrelazo con la suya y salimos.
Llegamos a BoomDay, nos adentramos hasta la barra de bebidas, Leah se pide whisky y para mí, una copa de vino, mi amiga está a un lado de la barra besándose con Evan, me agrada como se ven juntos, sonrío a mis adentros.
—No mires a nadie más que a mí. —me gira, Leah hacia el sujetando mi cintura, me da un beso rápido y me jala a la pista de baile.
—Yo solo a ti es a quien miro. —digo, mientras coloco mis brazos sobre sus hombros y el sujeta mi cintura.
—Bien…porque tú eres el único camino que quiero seguir, Aislinn, solo por ti brillo y eres la única quien tiene el poder de apagarlo. Su rostro acaricia el mío para luego sellar sus palabras en un beso y movernos al ritmo de la música.
Sin pensar que ese, sería mi último baile con él.
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Editado: 11.01.2021