AISLINN ENYA DEMBROT
Ha pasado una semana desde que regresamos a la universidad, fue una semana full tanto para Lizzie como para mí, acabamos de llegar y tenemos tareas que entregar el lunes.
Me abro camino en dirección a la biblioteca, Lizzie luego me dará el alcance también tiene que investigar, por mi parte, en mi clase hemos ingresado al Realismo literario, tengo que escoger una obra de esta corriente y hacer un ensayo.
Camino por el pasillo, ya me he familiarizado con este lugar, bueno un poco aun me falta algunos rincones de esta mansión, sospecho que puede haber la entrada a Narnia en una de las tantas habitaciones que hay.
Kenrick no me habla desde la semana pasada, ni hoy, ni ayer que estábamos en el departamento, está molesto por lo sucedido, así que tampoco le he hablado, lo he dejado ser, y lo bueno que no ha vuelto a mencionar lo de mi ropa y que use pantalones, lo cual me alegra, realmente no quiero discutir con él sobre temas tontos como ese, lo que sí sé es que mañana sábado regresan sus padres y bueno la mansión está un poco en movimiento, habrá una fiesta de bienvenida para ellos, y vendrán sus conocidos.
Ingreso a la biblioteca y coloco mi morral en el mueble, aunque puedo buscar fácilmente por Internet la información que quiero, prefiero buscar el libro que ya tengo en mente para mi ensayo y ojala lo tengan y más si es primera edición, nunca he tenido un libro de esa magnitud en mis manos y esta biblioteca parece el paraíso de libros de primera.
Subo una escalera que da a la segunda sección de los stands de libros, el olor a viejo y húmedo de esta parte es un tanto agradable y desagradable al mismo tiempo, ya le diré a Kenrick que esta ala de la biblioteca no está limpia. Recorro buscando y agudizando mi vista entre los nombres de libros que se cruzan, ¡oh Las penas del joven Werther! También está aquí, grita mi subconsciente emocionado, ese libro es uno de mis favoritos de la literatura del romanticismo. Lo saco de su sección porque pienso en releerlo otra vez, y sigo mi búsqueda hasta que logro encontrarlo.
— ¡Por fin te encontré Papá Goriot! —grito emocionada.
— ¿A quién encontraste? —pregunta Lizzie entrando y acomodándose en el sillón.
—Un libro que necesito para un ensayo. —respondo bajando las escaleras para sentarme con Lizzie.
— ¿Qué libro tenías que buscar? —pregunto ya que la veo acomodándose como si va a descansar en el mueble.
—En realidad no tengo que buscar lo dije para que Ludovic escuche, últimamente está muy intenso.
—Ah con que pretextos para alejarse del rubio. —digo mientras reviso el libro en mis manos.
—Sí y no tengo culpa por esa decisión…por cierto Kenrick te hablo de la fiesta de mañana.
—No he hablado con Kenrick desde el primer día en el departamento.
— ¡Aún no te habla! —exclama sorprendida y sentándose.
—No, y no estoy preocupada por eso.
— ¿Estas preocupada por la llegada de sus padres?
—No, porque debería. Además Kenrick esta grandecito como para que sus padres opinen respecto a nosotros… ¿no crees?
—Cierto, ¿Cuántos años ya tiene Kenrick?
—En términos de lobo más de trescientos años es lo que se limitó a decir y en humanos me dijo… que tiene 28 o 29…uhm uno de esos dos, soy la peor mate ja,ja,ja.
—ja,ja,ja entonces es mayor que Ludovic.
— ¿Por qué…cuanto tiene el rubio?
—En humanos me dijo que tiene 25 y en lobo ni me dijo, pero supongo que es menos que Kenrick.
—Sí, puede ser.
—Y pasando a temas más importantes, ya buscaste los libros prohibidos de este lugar. —me pregunta Lizzie mirándome con picardía.
—Define prohibido. —digo mirándola extrañada.
—Ya sabes, eróticos de época.
—Oh…pensé que hablabas de brujería y hechizos, pero lo mencionado es importante. —respondo y empezamos a reírnos. —No he visto esa sección, pero en esa ala. —respondo señalando una de las esquinas entre dos stand hay libros raros en otros idiomas y hay cajas con pergaminos antiguos.
—Ya metiste mano completa ahí o falta explorar.
—Solo por lo más visible… ¿hurgamos?
—Dale… —dice levantándose, dejo el libro en el mueble y nos dirigimos en esa sección.
Nos dirigimos a esa ala y entre las dos bajamos una caja de cartón que dentro contiene algunos libros y pergaminos.
— ¡Carajo! Mi cabello. —se queja Lizzie sacudiéndose. —Esto parece que nunca ha sido tocado, está lleno de polvo.
—Hey no me lances a mí. —me quejo sacudiéndome.
Arrastramos la caja un poco alejado de ese stand y empezamos a hurgar. Saco de la caja un libro de tapa dura con un diseño muy bonito pero no entiendo nada, no sé ni que idioma es.
— ¡Oh mierda que es esto! Encontré lo prohibido. —dice Lizzie mirando y girando el libro en sus manos.
—Que estás viendo. —digo arrebatándole el libro. —oye aun no acabo de ver. —se queja Lizzie.
— ¡Oh joder! —exclamo mirando la imagen del libro. —Lo hacen convertidos. —digo más para mí que para Lizzie. Mi cabeza empieza a viajar con teorías sobre lo que estoy viendo, básicamente lo que tengo en mis manos es una descripción de apareamiento de dos animales, y sí, no es para tanto, pero la imagen muestra a dos lobos apareándose y tiene una maldita fecha en el pie de los años mil quinientos dos, así que deduzco que…
—No quiero pensar que estos estúpidos que tenemos como mates tienen sexo de esta manera. —dice Lizzie sujetándose su cara pensativa y algo pálida.
—Créeme que tampoco quiero pensar eso…es raro. —digo, el solo pensar que ellos tienen sexo de esa forma y en la imagen sale que están convertidos en lobos ¿espera un momento? Kenrick me dice “mi loba” ¿por qué? ¿Qué está pensando en hacerme ese imbécil?
—Aislinn…crees que lo hagan convertidos, nosotras somos humanas…esos tipos están enfermos… me beso con Ludovic y algún toqueteo, pero… ¡ah!… él me dijo que cuando llegue el momento pasaré un ritual.
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Editado: 11.01.2021