Capítulo 40.

14 de agosto del 2021 por la tarde, 6:30 p.m.

Kenrick y Aislinn salieron de su habitación para dirigirse al pueblo. Se iba a realizar el ritual para asignarle a Aislinn su escolta como manda la tradición.

Ahora que Aislinn llevaba la sangre de Kenrick en su sistema, solo faltaban cinco meses para que complete su transformación. Al ser la luna de la manada era la tradición asignarles a cinco guardias elite, que se preparaban desde muy jóvenes a servir a la siguiente Luna.

El ritual que se llevaría a cabo se realizaba con el fin de crear un lazo de sangre de Luna a sus guardias asignados, el motivo era, que al ser guardias que estarían cerca de ella todo el tiempo, era necesario que no sean corruptibles o traicioneros y pongan la vida de su Luna en peligro.

Recorrían el pasillo y divisaron a su beta con su mate. Aislinn corrió en dirección a su amiga y se adelantaron bajando las escaleras, Kenrick con Ludovic las observaban mientras descendían.

“Ais, hay información sobre la investigación con L”. Dice Lizzie mirando a su amiga. “En la mañana me dijo que encontró algo”. Responde Aislinn. Aunque ambas amigas estaban ensimismadas a una distancia moderada conversando entre códigos, sus mates tenían las orejas puestas en ellas sin entender de la investigación que decían.

“Hablan de tareas o qué”. Dijo Ludovic frunciendo el ceño mirando a su Alpha. Kenrick hacia una mueca, él sabía que Aislinn no era de contarle todo y que estaba llena de secretos, él solo sabía lo que ella quería que supiera y en parte eso lo inquietaba, él quería saber todo de ella. “No lo sé”. Respondió. Su amigo y beta lo miro unos segundos y su mirada viajo a la muñeca izquierda de su Alpha. Se ríe internamente, él sabe que los Alphas son muy territoriales y posesivos con sus parejas, más que cualquier otro lobo, con ver el brazalete de su Alpha sabía que era acción de su Luna.

“El chupasangre está en el pueblo”. Comenta Ludovic haciendo una mueca de disgusto. “Él no me agrada, pero Aislinn quería que esté presente. Por cierto ya está arreglado todo para mañana, ambas empiezan su entrenamiento”. Pregunta Kenrick con la mirada puesta en su mate. “Sí, está todo listo”.

“Bien”. Dice dejando a Ludovic atrás y posicionándose al lado de su mate. Rodea su brazo por el hombro de Aislinn atrayéndola a él y le pregunta: “Cuál es tu duda amor”. Aislinn al verlo entrecierra los ojos, “Como sabes que quiero preguntar algo”. “Me está leyendo la mente acaso”. Pensó Aislinn.

Kenrick besa su frente y responde: “Estamos unidos lo olvidas, puedo sentir ahora con claridad tus inquietudes y más. Ahora dime tu duda amor”. Pide.

“Uhm antes me dijiste que los escoltas recibirían mis órdenes, eso quiere decir que no obedecerán las tuyas”. Pregunta Aislinn. “Recibirá las ordenes generales que les dé, pero en sí te deben una especie de fidelidad solo a ti, porque llevaran tu sangre, si tú les dices que callen algo, ellos lo harán sin importar que, porque traicionarte a ti es traicionar su propia sangre, por eso el pacto involucra ese medio”. Responde Kenrick deteniéndose con Aislinn.

Su beta y Lizzie siguen caminando abrazados adelantándose. “No me digas que antes de que empiece el ritual ya me estas ocultando algo Ais”. Dice Kenrick mirándola. Aislinn le da un golpe vacilante en el brazo y susurra sonriente: tonto. Kenrick sonríe y vuelve abrazar a su mate. Para Kenrick aquella palabra “tonto” significaba más, era la versión de un “amor o un te amo” aunque no quería tenía un gran cariño por esa simple palabra y el sentía en Aislinn que esa palabra era lo que su corazón creía.

***

Al llegar al pueblo toda la manada está reunida formando un circulo, al ver a su Alpha y a su Luna abren un camino dejándolos entrar, todos con la cabeza baja. En el interior del círculo de personas, se encuentran los cinco guardias élite rodeados de antorchas, cada uno parado sobre una especie de piedra cuadrada que sujeta el pasto formando otro círculo; en medio de ellos hay una piedra vacía.

Las antorchas los rodean y los aíslan del resto de espectadores, al lado de una mesa de piedra formando un altar con velas negras y seis copas doradas con detalles de piedras preciosas hay un hombre con una túnica negra cubriendo todo su rostro a excepción de sus ojos. A las espaldas de él le siguen otros seis con túnicas, llevan el rostro pintado, un lado de color negro y otro blanco. En sus cuellos cuelga un collar con el ciclo lunar en órbita.

Aislinn al ver tal escena escalofriante, un sudor frío recorre toda su espalda y presiona la mano de su lobo. Él al sentirla nerviosa la tranquiliza.

“Invocaremos al rey demonio o qué”. Le susurra Aislinn. Kenrick al escucharla hablar sonríe. “Él es: An glic”. Responde Kenrick señalando con la mirada al encapuchado. “Qué raro nombre”. Dice Aislinn frunciendo el ceño. “No es un nombre amor, es una etiqueta, significa: El sabio en lengua gaélica escocés”. Responde Kenrick besándole la frente. “Tendré que aprender el idioma”. Susurra Aislinn. “Te enseñare, tendremos mucho tiempo por delante después de tu transformación lobuna, aprenderemos todo del mundo juntos”.

Aislinn sonríe y ve a su alrededor a la manada y en otra esquina a los padres de Kenrick, a Leah, a Ludovic con Lizzie y a Lucían, este último dándole una sonrisa y sacando sus colmillos haciéndola sonreír. “Todo lo que ves es parte del ritual amor, no te preocupes. Ven déjame llevarte al centro del circulo de tu guardia, estaré a unos pasos de ti, pero esto debes hacerlo sola, no tengas miedo”.

Kenrick lleva a Aislinn hasta la piedra vacía junto a sus guardias y se retira al lado de sus padres. Unos tambores retumban y todos callan, de entre la manada reunida salen un grupo de hombres y mujeres con túnicas blancas danzando, sus movimientos son lentos pero sincronizados, dibujando figuras con las manos, la luna llena en el cielo los ilumina reflejando sus cabellos, los ojos de los lobos se tornan grises propios de sus bestias.