KENRICK FAO
Camino por el pasillo siguiendo el aroma de Aislinn que proviene de la biblioteca, mientras camino un malestar en el pecho se hace presente.
¡Qué manía tiene de escabullirse en la noche! Y cada que lo hace siempre sucede algo, o llora sin parar o está enojada.
¡Ay es todo un vaivén de emociones! Ella me hace enojar, pero a la vez que agrada sus desafíos. ¡Maldito masoquismo agradable!
Al abrir la puerta de la biblioteca veo todo de cabeza. Los guardias de Aislinn están en el segundo nivel revoloteando todo a su paso buscando no sé qué. La busco con la mirada y la veo tirando libros a su paso y maldiciendo.
—Aislinn… —pronuncio su nombre y ella pega un brinco junto a un quejido de sorpresa. Al segundo aparecen sus guardias.
—Alpha… —dicen y hacen una reverencia.
— ¡Kenrick has ruido cuando te acerques a mí! —exclama frunciendo el ceño. Voy a responderle, pero me interrumpe. —Encontraron la caja. —pregunta mirando sobre mi hombro a sus guardias. —No Luna. —Responden al unísono. —Sigan buscando. —ordena y se gira ignorándome buscando en los stand.
Suspiro hondo y pregunto:
— ¿Qué estás buscando Aislinn?
—Unos libros… —responde con voz irritada.
—Son las cuatro y media de la madrugada, Aislinn. En unas horas tienes entrenamiento, luego buscas tu libro, y si no lo encuentras te comprare otro.
—No...Esto es importante —Arrastra las palabras. —Ve a seguir durmiendo. —dice haciendo un ademan con las manos para que me vaya de su vista.
Es una terca y todo por un puñetero libro.
—Aislinn, estoy hablando enserio. Necesitas descansar.
—También estoy hablando enserio Kenrick, esto es realmente importante.
— Es un libro Aislinn, ¿¡qué de importante tiene!?
— No sé cómo explicarlo, solo es importante para mí y quizás para lo nuestro.
Camina hacia otra estancia de la biblioteca y jala cajas sobre cajas, busca dentro y maldice. Pasa de ella y busca en otra caja, tira todo de su interior y vuelve a maldecir.
¿Dónde está? ¿Dónde está? ¿Dónde está?
Repite una y otra vez mientras busca. La sigo en silencio analizando su comportamiento y viéndola maldecir. No había escuchado antes tantas maldiciones salir de su boca.
—Las maldiciones en su boca son tan excitantes. —dice Lucas mi lobo. Decido ignorarlo porque para él cualquier cosa que Aislinn haga es correcto, incluso si decide ponerse en peligro sin darse cuenta.
— ¡Novan! —Pronuncia Aislinn.
Se gira hacia mí y me pregunta: Kenrick ¿Puedes llamar a Novan?
— ¿Novan? —repito. No sé a quién se refiere.
—Sí, a Novan, llámalo. —me mira con desesperación. — ¡Llámalo! ¡Llámalo! ¡Llámalo! necesito hablar con él —dice sujetando mi polo tirando ligeramente como una niña.
—Se ve tan tierna, pero ¿Quién es Novan?
—Aislinn, no sé quién es Novan. —Respondo. Me mira y frunce el ceño. — ¡Al hada Novan Kenrick!
¿Hada Novan?
—No sé quién es Aislinn, ¿no será un invento tuyo o un sueño?
—Con un demonio contigo Kenrick, el hada Novan que me presentaste. ¿Acaso no lo recuerdas? —. La miro sin poder darle una respuesta, no sé de quién habla.
¡En la fiesta de bienvenida de tus padres, me lo presentaste! Deja de jugar y llámalo, quiero hablar con él.
La forma en la que Aislinn habla, es como si en verdad hubiera hecho lo que me dice, pero no recuerdo a nadie llamado Novan, y menos a un hada.
—Enserio Aislinn, no sé quién es. —respondo mirándola a los ojos. Ella maldice.
—Esto es una locura, todo es una completa locura. —habla agitando las manos con dramatismo. Ahora tienes amnesia…
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Editado: 11.01.2021