Epidemia Z

CAPITULO UNO

Me estuve escondiendo en varios lugares, desde ese cuarto del conserje hasta en un puto bote de basura. Aun me sorprende el hecho de que no me pudieran oler, debió ser por toda esa basura dentro y al alrededor del bote. Durante estos tres meses me eh dedicado a sobrevivir y estudiar a estos zombis, eh aprendido mucho estos últimos días, por ejemplo. No todos los zombis corren, algunos caminan normalmente, pero por raro que parezca si lo molestas mucho se enojara y correrá directamente hacia ti sin importarle absolutamente nada más, además hay algunos zombis que son muy diferentes a los demás, y hay uno que realmente me preocupa mucho, lo vi hace unos días cuando estaba haciendo mi ronda por el pueblo.

Un maldito zombi saltando por el techo de las casas y edificios, sé muy bien que es un zombi porque lo seguí un tiempo y lo vi atrapando a un superviviente y comiéndoselo rápidamente dejando solo unas cuantas partes, tuve que retirarme del lugar antes de que se saciara porque no había garantía de que no sería el siguiente si me llegaba a oler a tan poca distancia, aunque podría haberle disparado sin problemas, pero… Es un sujeto de observación sin precedentes, quizás el haya sido un chico que practicaba parkuor y recordaba la forma de moverse entre los tejados. Y si esta teoría es correcta, tengo miedo de encontrarme con antiguos policías o militares.

Mientras caminaba encontré una tienda, era pequeña. Creo que solo tendrá artículos innecesarios para el apocalipsis, además, las posibilidades de que ya haya sido saqueado son muy altas. Pero igualmente necesito descansar un poco, estos días me eh concentrado más en el zombi saltarín que en descansar apropiadamente, y no estar bien descansado en el apocalipsis… te puede costar la vida, al igual que ese hombre, pobre infeliz, no debió ser tan bueno en este podrido nuevo mundo, quizás si no hubiera hecho tanto el aun seguiría aquí conmigo, aunque no creo que haya aceptado mis métodos de supervivencia. Nadie además de saqueadores y locos asesinos lo aceptarían.

Me asegure que ningún zombi cercano se percatara de mi presencia y me adentre en la tienda, se veía bastante vacía y desordenada, incluso me atrevería a decir que se parece a mi habitación. Camine un poco dentro de la tienda para asegurarme de que no hubiera ningún zombi, solo quedaba por revisar el almacén de la tienda, me acerque a la puerta y al abrirla me encontré con una escena horripilante habían dos cadáveres en el suelo, y los dos tenían los órganos fuera, era como si una bestia salvaje los hubiera encontrado y comido, aparte del zombi saltarín no he visto a ningún otro zombi dejar su comida a la mitad, tengo un mal presentimiento de esto. Creo que debería salir de aquí, la puerta estaba cerrada y los zombi no saben abrirlas, y si estos dos están así significa que dentro de este pequeño almacén… Un ruido parecido a un gruñido se escuchó en la parte más oscura del almacén. Retrocedí lentamente sin quitar la mirada del lugar de donde provino el ruido, poco a poco una figura humana se levantaba del suelo, y se giraba. Cuando el zombi estaba con su cuerpo completamente hacia mí, pude verlo bien, hay una extraña cualidad en algunos zombis, cuando pasen mucho tiempo en la oscuridad, estos adoptan un comportamiento mucho más agresivos. Y el cómo diferenciarlos de los normales es muy fácil. Sus ojos tienen un particular brillo rojo y sangre saliendo de ellos.

Intente darme la vuelta y empezar a correr, pero el zombi se abalanzó hacia mí de un solo salto, me tiro al piso y mi pequeño cuchillo salió volando hacia atrás, sin tener oportunidad de volver a tomarlo, el zombi intentaba desesperadamente de morder mi cuello, el hecho de estar en esta situación era muy peligrosa, mi mochila estaba llena de algunas cosas un poco sólidas y el golpe contra el piso hizo que me lastimara mucho la espalda, además también tenía un poco de comida y gasolina, si la gasolina llega a empapar mi comida, será un gran desperdicio. Y este zombi arriba mío no ayuda en nada, mierda… La espuma que comenzó a salir de su boca cayo en mi cuello, y en realidad quema un poco. Espero no infectarme ahora, aún tengo cosas que hacer antes de morir. Puse un poco más de fuerza en mi brazo derecho y lo coloque en su cuello, lo aleje un poco de mí. E intente tomar mí cuchillo, pero mientras más me estiraba para alcanzarlo, menos fuerza había en mi brazo derecho, deje de intentar tomarlo y desenfunde mi arma y coloque el cañón en el lado izquierdo de su cabeza.

̶ Maldita cosa del infierno, me harás gastar una de mis preciadas balas idiota ̶  Dije mientras apretaba el gatillo.

El disparo estaba tan cerca de mi cara y oídos que quede un rato desconcertado, levante el cuerpo inerte del zombi de encima mío y lo tire hacia un lado, algunas partes de su cerebro estaban regadas por el suelo y ni hablar de su fría y oscura sangre que salía de los dos lados de su cabeza, también había un poco en mi camisa blanca, bueno, lo único blanco que queda de la camisa es el nombre, debería coger unos nuevos harapos de algún centro comercial.

Salí de la tienda y subí al techo de esta con ayuda de unos tachos de basura, una vez arriba pude ver como algunos zombis se acercaban al lugar por el disparo, pero bueno, era de esperarse realmente. Aun así tengo mucho sueño, mientras no puedan alcanzarme acá arriba no habrá problema, además el zombi saltarín nunca abandona su zona de cacería habitual, por lo menos no mientras yo lo estaba vigilando. Sin revisar mi mochila me recosté en el techo de la tienda y cerré mis ojos, tuve un sueño con el pasado, bueno más bien, los recuerdos de cuando comenzó todo esto volvieron a mí en forma de un sueño.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.