CAP.8

Narrador

Hoy es otro domingo para la joven pareja y Eyol se levanta de la cama sintiendo soledad a su lado, como había sucedido todos los días desde la discusión que tuvo con Jungkook. Ya no es bonito para ella estar enojada con su esposo, ellos han peleado antes, pero a los dos días ya estaban arreglado nuevamente.

Después de días ahora tanto era el enojo que Jungkook tenía con Eyol, literalmente se ha dormido dándole la espalda y dejándola sola en estos días duros de invierno.

Como se le caracterizaba a Eyol, ella tiene corazón de pollo y no puede estar enojada toda la vida con una persona, así que ella daría su brazo a torcer para que Jungkook se soltara y pidiera disculpas también.

De lo que aprendió ella de Jungkook a lo largo de los años es que a su esposo le cuesta decir perdón en persona. Por lo general se disculpaba por mensaje de texto.

Eyol se levantaba de la cama ya decidida  después de estar debatiendose por largos minutos en su relacion con Jungkook. Quiere prepararle un rico desayuno para poder entrar en confianza con él y hablar del problema sue tuvieron.

Tarareando canciones pegajosas, llega a la cocina para preparar un rico desayuno en proteína y en calcio. Se pasó unos quince minutos preparando lo que más le gustaba a su esposo por las mañanas, que era cereal de colores con leche, un sándwich con mantequilla de maní y manjar, su leche de chocolate, plátanos cortados en rodajas, tortilla de huevo y unos pequeños dulces de arroz que había ido a comprar ayer por la noche. Con felicidad ve su rápido desempeño en prepararle el desayuno a su esposo y que pega un pequeño chillido ansiosa para después arreglar sus greñas e ir a la habitación nerviosa.

Al llegar a fuera de la pieza, se podía oler el rico olor a shampoo que usaba Jungkook y el rugido de su estómago le hace llamar la atención, un olor a hombre y dulce a la vez. Con cuidado y nerviosa abre la puerta para encontrarse con un Jungkook ¿empacando?

—¿A dónde vas? —pregunta confundida al ver como su esposo echa ropa en la maleta.

Jungkook suspira con su rostro serio.

—Iré de viaje a Busan —Eyol abre la boca asombrada—. Me voy por dos semanas, unas de las compañías que contrato nuestro servicio está teniendo problemas con su seguridad. Papá me envió para arreglar el problema.

Responde sin mirar a Eyol tensando su mandíbula.

—Ya veo —susurra viéndole tomar unos de trajes que le regalo para la navidad del año pasado—. Y... ¿Con quién vas?

Se cruza de brazos mirando con una ceja alzada a Jungkook que se quedó estático por unos momentos, este suspiro en su lugar y respiro tragando saliva sonoramente.

—No te importa con quién iré.

Responde tosco y cerrando la puerta de su clóset.

Eyol alza las cejas sorprendida por la respuesta de su esposo y aprieta sus labios a lo grosero que estaba siendo con ella.

"¿Por qué se desquita con ella por algo que pasó hace unos días?" Se pregunta sintiendo sus ojos arder.

—Claro que me importa, eres mi esposo.

Responde ella y caminar a él con una pose autoritaria. Jungkook cierra su maleta con sus suspiro para mirarle sin ninguna muestra de expresión en su rostro.

—Eso mismo te pregunte yo ese día y no me respondiste, así que ahora no te diré.

—¡Pero este caso es diferente!, ¡Ya me cansé de tu ridícula actitud! —alza la voz enojada

Jungkook aprieta su mandíbula.

—Baja tu tono, Eyol. Es muy temprano para que empieces a gritar.

—¡No voy a bajar mi voz hasta que digas con quién iras!

Jungkook vira los ojos irritado y aprieta sus dientes con fuerza.

—¡No te lo diré, tal como tú lo hiciste ese día que saliste!

—¡Pero ahora es diferente!

—¿¡Diferente en qué!?. Yo lo veo bastante igual —opina encogiéndose de brazos con un mohín en sus labios.

—¡Porque no llegaras a la casa por dos semanas, en cambio yo si llegue!

—Y eso que tiene que ver con quien vaya.

—Porque si te llagara a pasar algo... yo recurría a esa persona para saber de ti y de cómo te encuentras —Jungkook la miro fijamente con su corazón comprimiendo se—. Me moriría al no saber nada de ti por dos semanas —se sincera Eyol dejándose caer a la cama cansada de todo esto—. Y tú sabes que uno se crea cualquier cosa a la mente al no saber nada de la persona que ama —le mira a los ojos mostrando tristezas en ellos.

Jungkook trago saliva al ver como su amada esposa esconde su rostro en sus manos y luego de unos segundos escuchar un pequeño sollozo. Es allí cuando Jungkook relajo su compostura al darse cuenta que su esposa esta llorando. Él la había hecho llorar y todo por su inmadura actitud.

Se hincó frente a ella y mordiendo su labio alza una mano para consolarla como tiempos atrás, pero se detiene abruptamente. No la merecía, no merecía que Eyol sufriera por él. Su corazón se apretó demasiado en su pecho, teniendo que suspirar profundamente para tenerlo tranquilo.

No podía estar allí, no con ella en ese estado y el cómo un idiota sin consolarla. Sin más toma la maleta que estaba en la cama con rapidez y enojado con sigo mismo sale de la habitación.

—¿No comerás el desayuno que te preparé?

La voz de Eyol le hace detenerse por el pasillo, justo cerca del comedor, sonando ronca y triste.

—Come algo por lo menos antes de....

—No tengo hambre.

Responde Jungkook mirando el desayuno que le preparo su esposa. Todo el alboroto unos minutos atrás lo había dejado nervioso y con el estómago apretado.

Suspiro nuevamente para volver a caminar con rapidez a la puerta.

—Que te vaya bien —susurra Eyol al escuchar el sonido de la puerta de la casa.

Sin más empieza a gatear hasta el lado de su cama que compartía con Jungkook y sus lágrimas caen por sus mejillas. Lo único que quería ahora era estar acostada bajo sus mantas y llorar. Se siente sola y estresada al no saber en cómo arreglar su relación con Jungkook.