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ELENA

Cuando llegamos a la casa que dispuso Ael, me lleva a la recamara de al fondo y me deja sobre la cama buscando unas mantas, enciende la luz baja y se acerca mirándome con preocupación

• ¿estas mejor? – se sienta al lado mío y me retira unos mechones de cabellos rebeldes
• Sí, es solo descansar  
• Perfecto, te traeré algo de comer – cuando se levanta le agarro la mano - ¿Qué pasa? – me dice con el ceño fruncido
• ¿Qué paso cuando me curaste?
• Nada Elena, solo agradece y ya
• Tú sabes a lo que me refiero Ael – le digo molesta por su actitud – solo explícame – él se toma un tiempo muy largo, al final suspira y me responde
• Cuando hacemos ese tipo de sanaciones se pasan recuerdos, pensamientos e incluso sucede que se comparte gran parte de la vida de las personas implicadas – suspira, pero sigue sin verme – también tengo recuerdos que vienen de ti

Me quedo pensando en lo que me dice y es que sus recuerdos son abrumadores, ya entiendo por qué el no descansaba en esos días, sus recuerdos lo consumen como si él fuera el articulo más inflamable que pueda existir, pero hay algo que no entiendo y deseo en verdad preguntarle, pero no sé cómo abordar el tema, sin embargo, el parece leerme la mente

• Pregunta ya – me dice dándome una mirada fugaz y volviendo su vista a la nada.
• Son muchas, pero tengo un fragmento que se repite y creo que la persona que veo en ellas es muy importante para ti – tomo una pausa antes de seguir – dime ¿Qué le paso? – él pone su vista nuevamente en mi
• Si te respondo me contestaras una pregunta – me afirma en vez de pedir permiso, asiento con un ligero movimiento de cabeza- esa mujer es mi madre, se la llevaron por que pertenece a otra línea de familias o eso me dijeron, no sé en verdad que paso por que estaba muy chico, esa vez estaba escondido cuando se la llevaron arrastrada –hace una pausa y se levanta de la cama – mi padre llego momentos después buscándome, me repetía que todo estaría bien, yo sabía que no era así porque ella antes que se la llevaran me dijo que siempre me recordaría – él se queda parado viendo por la ventana – supongo que es el recuerdo que tienes

Yo me quedo mirando mis manos sin saber que decir, sus recuerdos si son de ese día, pero también hay algo que él se pregunta siempre frente al espejo, quisiera saber más y que me contara todo, pero no lo hare, es su vida y no debo inmiscuirme con eso, ya rendida con mis controversias, dejo caer mi cabeza en el respaldar con los ojos cerrados.

• Es mi turno- me dice sacándome de mi paz, le hago señas con la mano para que prosiga sin abrir los ojos - ¿Quién es Evelin?  - demoro también en responder
• Era mi nana, cuando vivía con Zeto, en medio del engaño y manipulación ella fue mi luz, también fue ella quien me ayudo a salir de todo ese lodo – le digo siguiendo en la misma posición- fue como mi madre – le digo en un susurro pero que es audible

Siento que se acerca por el sonido que hace al caminar y se sienta al lado mío, cuando abro los ojos está demasiado cerca que puedo detallar sus ojos que parecen cambiar de color- dios su olor va hacer mi droga- el me agarra de los hombros obligándome a acomodarme mejor y me da un abrazo, le correspondo sin saber que eso era lo que necesitaba, lo siento suspirar y me dice lo que yo misma por años trato de hacerme pensar, pero no me creo, por qué no lo siento.

• No fue tu culpa, eras muy joven para entender las cosas – me separo un poco y miro sus ojos
• No lo entiendes, Ael yo… -

Fuimos interrumpidos cuando la puerta se abrió de golpe y entro un hombre seguido con Aline, esta nos miraba con mucha curiosidad y es ahí cuando me percato de la verdadera cercanía que tenemos, me alejo un poco para poner distancia cosa que nota y se gira para ver mejor a las dos personas que nos observan desde el marco de la puerta

• Están esperando abajo – dice Aline – pero si quieren les dejo treinta minutos mas
• Compórtate – le dice Ael poniéndose de pie – vamos te presentare con todos y hablaremos, puedes hacer las preguntas que quieras, pero trata de no ser tan fría – me dice ya poniéndome de pie
• ¿disculpa? – le digo con el ceño fruncido – seré como soy y punto
• Los necesitamos recuerda
• Pues la necesidad es mutua, eso recuérdalo muy bien Ael – le digo pasando por el lado
• ¿te tendré que dar clases de modales? – le dice Aline en tono bajo, pero la alcance a escuchar, me saca una risa cuando le responde.
• Claro, dime como tratar con un engendro.

Cuando llegamos a la sala todos se colocaron de pie y bajaron un poco la cabeza, Ael al lado mío me indico que me sentara y así todos lo hicieron, parecía que había regresado a la época de la monarquía, las personas que estaban al frente mío eran guardianes y sus aspectos no eran de personas mayores ni nada de eso, se veían acuerpados y con apariencia joven.

Uno a uno se fue presentando, Bianca es una mujer de ojos miel, piel blanca y cabello gris,  una de las más antiguas guerreras, encargada de proteger y resguardar el primer aro - no sé qué significa, pero creo que me lo dirán después- Ferreol es moreno, alto y bastante acuerpado, pero sin duda sus ojos son los más llamativos, uno es violeta y el otro azul claro, llego a su puesto antes de la guerra y era un fiel guerrero del último aro donde se resguardaba el faro, Cleofe una mujer de cabello negro y ojos plateados, su boca es delgada y fina, su voz delicada y figura robusta, ella era del cuarto aro y es la que mayor rango tiene aparte de Ael, Jacobo es rubio de ojos negros el al igual que Bianca resguardaban del primer aro y es el que más edad aparenta, Lucio es de cabello blanco y ojos violeta, resguardaba el ultimo circulo, Otilia es baja, de cabello café oscuro y sus ojos son de color lila combinados con rosado, son muy hermosos y su rostro es perfilado, ella era ayudante a los protectores en su misión de resguardo y salían a relucir en su esplendor cuando eran requeridos, en resumidas cuentas si todo salía mal, ese grupo era la carnada, Sauro es de cabello castaño oscuro con sus ojos vino tinto, es el más joven en esto, según entendí y estaba a punto de ser asignado a un aro, el ultimo es Ciro, de cabello negro y ojos verdes, al igual que Lu eran encargados del segundo aro.