Equilibrio : la luz

XXXIX

 El clima es bastante raro, ahora el viento sopla con mucha fuerza mientras que esa mujer no aparta la mirada, las hojas caen de sus árboles, el agua del rio se mueve con violencia, el sonido que hace el viento a su paso me hace estremecer y abrazarme para conservar el calor que me queda, de repente la mujer está encima y me tumba al suelo, del impacto me golpeo muy fuerte la cabeza y casi pierdo el conocimiento.

  • Todo volverá ocurrir – su voz es electrónica – debes mantenerlo cerca y no darle paso
  • ¿de que hablas?
  • Por él mataras a todos y para él darás vida

Me toma del rostro y me dice “observa”, su mirada se centra en la mía y me lleva a otro lugar, en donde puedo verla sonriendo con un sujeto, camina por una ladera al parecer a su casa, pero los interceptan y llevan a la fuerza “la maldad de la gente es infinita” me habla mientras muestra que esa persona quien sujetaba la traiciono y entrego, “él era mi conducto y cuando lo perdí, me di cuenta de la maldad en los corazones, entonces acabe con todo” ella grita del dolor que le genera su traición, se consume en llamas y sus ojos se tornan negros, a su paso todo se enciende y con solo levantar las manos el fuego se expande a cada rincón “esto es lo que somos” todo queda en ceniza, me lleva a través de un portal a otro mundo y esta en las mismas condiciones, todo es fuego y caos alrededor - ¿soy esto? – le digo observando la oscuridad que comienza a crecer y consumir lo que en algún momento tuvo vida “somos mas que destrucción” luego me muestra cuando ella toca un instrumento que no reconozco y mientras toca, su melodía da vida y color a su alrededor “nos envían a elegir si acabamos con la maldad y damos un renacer o hacemos que nada pasa” poco a poco la vida retorna y ella crea nuevamente la luz en los dos mundos – ¿Por qué? – pregunto fascinada de como con las condiciones esenciales renace la humanidad.

Me saca de sus recuerdos y ahora todo esta en calma a nuestro alrededor, ella se encuentra al borde del rio y me acerco con cuidado, pues su rostro sigue igual

  • Si nosotros podemos elegir, ellos igual
  • No, les di esa opción y fallaron
  • No todos son iguales ¿Cómo pudiste hacer algo así? – ella me mira sin expresión alguna
  • Todos los corazones son corrompibles – da un paso hacia mi - ¿te enamoraste? – esa pregunta me deja sorprendida y no sé qué responder – si lo estas, todos nosotros hemos elegido pero cada cierto tiempo envían uno con el poder de cambiar las cosas, habrá controversias y la decisión es solo tuya, nadie de nosotros interferirá.
  • ¿Cuántos han enviado? Y para aclarar no estoy enamorada
  • ¿todavía no te das cuenta? – regresa su vista al lago – acá veo cada alma buena que retire y que ahora vive más tranquila – ha perdido la cabeza, en definitiva
  • Eso no es estar vivo, ¿Quién nos envía? Cuando dices nosotros ¿a quién te refieres? – sonríe con pesar
  • Nos envía alguien que solo quiere el bien para su creación, vivimos para él y somos de él, pero jamás interferirá de forma directa, este es mi calvario por lo tanto acá solo estoy yo, después llegaron los demás y tu naciste de ellos, pero si te preguntas quien tiene el poder para este caos, solo han enviado a dos – su mirada se posa nuevamente en mi - dime ¿que elegirás tu?

Retrocedo cuando su rostro se comienza a desvanecer junto con todo a su alrededor, caigo al vacío y me despierto de forma abrupta en el cementerio, Ael se encuentra lejos y con la mirada perdida.

Me acerco y con cuidado le coloco las manos en sus rodillas, le pregunto que le mostro, pero no me responde y en cambio me sujeta con fuerza el rostro y me besa, es uno que me transmite desespero, deseo y las mismas ganas que tengo de aferrarme a algo o alguien en este desastre.

Junta su frente con la mía y respira agitado, acaricio sus manos que permanecen en mi rostro, le pregunto nuevamente que le ocurre y solo me acerca a su regazo sin decir nada.

AEL

Me encuentro en la habitación con Kiran sometido por los hombres de Zeto y Elena desaparece de mi lado, angustiado busco respuestas en la imagen de su padre quien me acompaña y me dice que ahora mostrara recuerdos para cada uno, entonces en la imagen se llevan a Kiran arrastrándolo hasta una puerta que se encuentra dentro de su oficina y detrás de un librero.

  •  Abre esa puerta – le dice Zeto
  • ¿para qué?  – forcejea un poco, pero sigue sometido
  • Por que quiero mostrar la verdadera persona que eres y después de todo no somos tan diferentes

Tumban la puerta y de ella sacan a una mujer en camilla, conectada a varios aparatos y con la mirada perdida, a pesar de que su figura es delgada y con el rostro demacrado reconozco a mi madre, me acerco con el sentimiento de añoranza, pero me abarca un enojo con el causante de su cautiverio, Kiran detiene el recuerdo y me habla con calma

  • Antes de que pienses lo que no es, debo decirte que los que se la llevaron fue su propia familia, enardecidos por la traición que representaba, la sometieron a muchos castigos y esas son las secuelas de ello, mi familia también quería respuestas de si al fin dio a luz, entonces planearon acabar con ella y yo pude llegar antes con ella




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