Equilibrio : la luz

XLIX

AEL 

No poder ver bien a Elena y saber realmente que tan grave eran sus heridas, me molestó y maldije que mi vista este de esta manera, la parte de Sami que estuvo en mi me ayudó a sanarme, sin embargo todavía me molesta y espero que en un par de horas este mejor, escucharla en mi mente fue demasiado extraño al principio y cuando entendí que era algo momentáneo deje las preguntas junto con el asombro para más tarde, después de que Elena se durmiera, me dediqué a recorrer la casa y hacer una barrera más cercana, saque los cuerpos y queme en la parte de atrás para evitar malos olores dentro de la casa. 

Ahora me encuentro observándola mientras descansa, limpie sus manchas luego de retirarle la parte superior del traje, me siento agotado por la energía que he tenido que gastar y decido recostarme a su lado tan solo unos instantes. 

Estoy confundido de donde me encuentro, parece un bosque pero la neblina es demasiado espesa como para saberlo, la luz de la luna me guía hasta un pequeño claro dónde la densidad es más baja y me deja detallar a mi alrededor, el olor que desprenden los pinos es inconfundible a pesar de que no los pueda ver bien, desde donde estoy puedo ver una pequeña colina o eso parece por qué la neblina está cubriéndola por completo, me fijo que parece tener vida propia por qué se dirige hacia el mismo lugar,  tengo la sensación de ir a ver qué está pasando y mis pies por sí solo se mueven, mi mente trae a Elena y una angustia se asienta en mi pecho.

La espesura se habré a cada paso que doy como si tuviera  un repelente, cuando estoy cerca distingo rostros que forma la neblina - ¿Qué es esto? - sigo el sendero y ahora los veo girando sobre el mismo lugar, ya no me dan paso y parece que ahora bloquean mi camino como si quisieran proteger algo, no sé si mi preocupación por Elena me engaña o la necesidad de ver que hay dentro, pero creo verla tratando de zafarse de un hombre alto que reconozco muy bien - el antiguo - susurro y la neblina se queda quieta provocando que mire hacia donde estoy, solo me sonríe y coloca a Elena al frente hablándole al oído trato de entender que está pasando ¿Es una treta de mi mente? ¿Esto es real? ¿Qué carajos está pasando? De repente da un grito aterrador y todo se pone negro.

Me levanto de golpe sudando y sujetando la mano de Elena quién se ha levantado de la misma forma, nos miramos sin entender que pasó y es ella quien decide preguntar.

  • Estabas en ese lugar - susurra
  • ¿Como es que pasó eso? - los dos lucimos desconcertados - El... ¿Estás bien?

Se queda ida por un instante hasta que mira su cuerpo y se ve en solo sostén, su rostro se pone rojo y me ve en busca de una explicación, me apresuró a responderle para que no tenga un pensamiento herrado 

  • Tuve que asearte para que ver que no faltará nada por sanar - mi vista va hacia las marcas de manos en sus brazos justo donde la estaba sujetando - ¿Eso fue real?
  • Así parece - habla desconcertada tocándose las marcas

Pero creo que sabe más ¿Que me ocultas? no me ve a los ojos, luego de eso dice que se dará un baño, dejaré que ella decida contarme y me recuesto todavía cansado, pero me niego a dormir y padecer el mismo sueño, aunque no estoy seguro de eso por qué ningún sueño conecta de esa manera y deja esas marcas, decido dejar eso a un lado y aprovechar la clama que por ahora tenemos.

ALINE 

Estamos enfrascados en el mismo tema hace más de dos horas, cuando hable con Macabeo no lo podía creer y decidí hablar con ellos, pero no esperaba que algo similar le había dicho a Donora cuando vino a verla, nos encontramos en el cuarto de estudio, Bianca con su esposo hablando de la infiltración de seguridad que han tenido, José está callado pero sé que piensa en nuestra conversación a Donora la siento extraña y se ve aún más rara, no sé cómo más radiante o algo parecido y a su lado Su-ji el maldito coreano como le dice José que está de un muy buen ver, lo conozco desde hace siglos si no es que milenios y me sorprende que actúe tan protector con Donora si él nunca ha elegido un bando, ayuda a su conveniencia y por eso no me agrada su clan, sin embargo en todo lado hay un rebelde y ese es su caso - este puto grupo parece un club de rehabilitación - pienso mandando la cabeza hacia atrás. 

  • ¡Aline! - me grita Bianca
  • ¡Que! - todos me miran esperando algo - ya les dije lo que pienso no lo repetiré - me pongo de pie para servirme un trago - el tiempo que les dio esta por acabarse y es cuando nos daremos cuenta si su idea funcionó
  • Llevas en este mundo más de un mes y si cruzaste no fue solo para decir eso - habla Donora - te conozco y tienes un plan ¿En dónde has estado? ¿A quién sigues?

Detesto que me conozca tan bien y tiene razón, desde que cruce contacte a José y estamos solucionando varias cosas, vine hasta acá por alguien y no me iré sin su cabeza o al menos una pierna.

  • Mi cabeza tiene precio y es acá dónde está el nido de ratas que necesito mover, para obtener lo que vine a buscar - me giro a verlos
  • El infiltrado - dice el esposo de Bianca
  • Correcto, mantiene contacto con un líder del clan blanco - me acerco al librero detallando cada uno - tengo mis sospechas, pero Macabeo no lo acepta y debo llevar una prueba - escojo uno de psicología - ¿Tu que sabes Su-ji? - digo levantando la vista del libro




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