LXVI

Entro corriendo a la que se supone es mi recamara, asustada y confundida, el dolor en mi cabeza se hace insoportable, no me para con nada y ya me tiene cansada, entra Dalia con un vaso de agua, me la ofrece diciéndome que me ayudara a descansar, le pregunto qué pasó con Zeto y me responde que él sabrá resolver las cosas, luego de las palabras de Lico, Zeto se puso al frente diciéndole que todo estaba bien y que iban a probarlo a su modo, ellos estaban en lo suyo, pero la mirada de Céline era otra cosa y yo sabía que algo anda mal, un mareo me obligó a retirarme y decidí correr por esos pasillos como si escapara de algo.

• ¡Ya me tiene cansada este dolor de cabeza! - lanzó enojada el vaso contra la pared
• Todo va a pasar en poco Elena - se acerca y me ayuda a sentarme - pero lo mejor es irnos - dice de forma tan suave que debe repetirlo en mi oído - te di algo que te va a bloquear por unos instantes y es ahí cuando te sacaré

Ella acomoda mis cabellos con ternura al lado de mi rostro, pero me levanto molesta por lo que acaba de decir y lo que sea que tengo dentro de mí, vuelve hablar diciéndole que no debió hacerlo y que más bien vaya al campamento para dar la orden que será esta noche, me mira confundida levantándose de la cama, pero acepta con una inclinación y antes de irse la detengo dándole las gracias por la carta, parece querer decirme algo que la consume, pero solo se retira, antes de cruzar me dice que el efecto comenzará en una media hora más o menos y dura tres.

Luego de un rato entra Zeto molesto, su mirada es la más fría que he visto hasta ahora y me hace retroceder cuando se acerca de forma intimidante, me sujeta del brazo para acercarme y haciendo que le mire a los ojos por un rato me habla confundiéndome con lo que me dice - extraño el color de tus ojos - acariciando mi rostro y besa mi frente con ¿Ternura? 

AEL 

Luego de que se fueron, nos quedamos hablando con Aline, obviamente no le entregaré lo que quiere y lo sabe, entonces estará preparado para todo lo que yo pueda hacer, si entro es a sacarla y debo reconocer que su oferta me permitirá sacarla más rápido, mi corazón se acelera de forma desbocada por ya poderla tener  y en esta ocasión si deseo escucharla - solo espero que no sea tarde - pienso mientras terminamos de alistarnos, me avisan que las tropas están listas y que mi tío nos espera en la cabeza, al llegar lo primero que se ve en la colina son las lunas que  brillan con demasiada fuerza esta noche, mi tío está listo con su traje de combate color gris y  los bordes rojos, tiene su bastón y apoyado en el ve hacia al palacio, mientras me acerco vemos al lado izquierdo aparecer una figura que pensé se iba a mantener alejada de todo esto, lleva un traje rojo sangre ceñido al cuerpo, chaleco negro largo hasta las rodillas y su cabello sujeto por una moña alta, llama la atención de casi todos los saldos que se encuentran cerca y su mirada se dirige hacia mi tío luego de regalarme una pequeña sonrisa 

• Será un honor verle en combate - le dice acercándose y Macabeo solo le pregunta por su visita - traigo razón de Elena
• Vaya, pero si es la traidora - dice Aline cuando llega - ¿Pensé que te mantendrían al margen?
• Luego daré mis explicaciones, por ahora les digo que todo será muy rápido, saben que van más no como entrarán, Elena está sedada, pero eso pasará en una media hora más o menos, sin embargo, estará bloqueada para rastreo y no podrán encontrarla fácilmente
• ¿Y en donde entras tú? - le pregunta Macabeo
• Mi lealtad está con Elena y lo saben, por eso estaré con ella y deberán rastréame para encontrarla - ella pasea su mirada de forma lenta por dónde están los demás y sonríe a Ciro en cuanto lo ve - mucha suerte al entrar y tengan cuidado Lucía coloco sus trampas, pero si tienen suerte, tal vez les ayude a cruzar - mira Aline - el que va solo me debe encontrar primero.

Eso no lo entiendo, pero me imagino que hace parte del plan que ellos tienen, le pregunto por ella y me dice que todo parece bien, sin embargo su rostro me demuestra preocupación, desaparece y entonces deciden esperar veinte minutos más, no pregunto por primera vez, no digo ni una palabra de lo que pienso de todo esto, solo mantengo mi mirada en el palacio, con la meta clara y decidido a cumplir con todo lo que le prometí a mi padre, ya sé que Donora está a salvo y eso también se lo debo a Elena, ella logro muchas cosas desde adentro y aunque me cueste reconocerlo, me agrada que sea ágil y me duele a la vez que manipule de esa manera, no sé qué tan lejos llegó pero las nubes negras que se alzan a lo lejos y avanzan con determinación, me dan un indicio bastante claro y que aún así deseo comprobar, verlo por mí mismo y si es posible sentirla una vez más.

ELENA 

Me siento aturdida y parezco una marioneta en sus manos, me lleva a una habitación en la parte baja del palacio, puedo ver qué las paredes son negras y no hay ventanas, luego del beso de Zeto en la frente me comencé a sentir muy mareada, ella me dijo que iba a pasar en el momento que me dio ese brebaje, pero esto en verdad es horrible, me deja sobre algo sujeta mis manos con una cadena luego hace lo mismo con mis pies, trato de articular alguna cosa pero solo salen quejidos, me inyecta algo más y dándome una mirada fría e incapaz de dar un sentimiento más allá que miedo, me habla con voz tranquila y serena

• Te defendí y aunque sabía de tus salidas, trate de llevar todo a mi ritmo - vuelvo a quejarme y mi vista comienza a fallar mucho más - debiste ser más cuidadosa ¿todo ese tiempo que vivimos juntos y no aprendiste? - su voz se hace cada vez más lejos - descansa que yo me encargaré