Cuando abro los ojos descubro que no estoy del todo bien, tengo temperatura, nisiquiera puedo sostenerme de pie por mi misma, mis manos van a la pared de cemento y me sostengo de esta.Me digo que quizas me merezco ser golpeada por destruir a personas que se amaban. Muy en el fondo descubro que no siento lo que deberia.
Me doy un baño y lavo mis dientes mi boca duele y veo las gotas de sangre correr con el agua y desaparecen. Levanto la mirada al espejo, mis labios estan hinchados y morados, siento dolor en todo mi cuerpo pero por algun motivo ya no salen las lagrimas.
Dejar de sentir es dejar de ser humano, tal vez aquellas palabras se aplicaban a mi perfectamente. Recuerdo cuando estaba en la secundaria, la maestra de historia nos habia preguntado que sentiamos cuando los asesinos sonreian ante las camaras. Una compañera habia dicho que desprecio, muchos asintieron ante su respuesta, era logico, la maestra asintio y nos miro con aquella mirada cariñosa que nos daba cuando las cosas se ponian dificiles.
- ¿Cren que tengan sentimientos? - sus ojos nos exigian la respuesta mas clara posible.
Todos negamos alguien que asesina personas no es capaz de tenerlos. Recuerdo el tomar mis manos y sostenerlas con fuerza, la chica junto a mi susurro - Pero aun asi son humanos.
Todos la miramos como si la chica estuviera mal, escuchar aquellas palabras salir de ella significaba que simpatisabamos con el asesino.
- Dejar de sentir, es dejar de ser humanos - la maestra la miro - una vez que tus manos se llenan de sangre lo estaran toda tu vida.
La chica la miro recuerdo ver su seño fruncido, estaba enojada - pero no por eso dejan de ser humanos, es hipocrita decir aquello que no tiene logica.
- Explica - aquella vez todos callamos.
- Sabe que puede asesinar pero si te arodillas y pides perdon, cuando mueras vas al cielo - la mire - no es ser hipocrita, entonces el dolor de aquellos a los que asesinaste cruelmente es un recuerdo lejano por que te arodillaste y pediste perdon unos minutos antes de morir.
Aquella conversacion, todavia me daba vueltas en la cabeza, la razon mis manos tambien se habian manchado de sangre una vez, desde entonces olvide lo que era ver las cosas por lo que son.
Tenia miedo de Nathan, la manera en la que me miraba, me recordaba el rostro de aquellos asesinos, cada vez que me lastimaba sonreia como si no ocurriera nada grave. Para el era un juego, me pregunte que si se arrodillaba y pedia perdon por los golpes y la sangre en mi cuerpo tambien seria perdonado.
Cuando sali del lavado me encontre con este sentado en la cama esperandome. Sonrio de lado y se acerco, acariciando mi rostro, senti escalofrios cuando se acerco a mi oido. - La pasaste bien anoche. - susurro, su aliento choco con mi piel.
- El que estuviras conmigo no significa que yo lo queria - susurro mirandolo, doy un paso atras - aqui y en china estar con una mujer cuando esta no esta dispuesta es una violacion.
Aprieta los puños sus labios se contraen, y su mirada viaja a mi rostro, alli aquella exprecion me recuerda a un asesino. Rie - pues lo disfrutaste bastante para ser una violacion - sostiene mi rostro - aun escucho tus gemidos.
Espera ver lagrimas en mis ojos, que se derramen por mi rostro, yo tambien lo espero, y espero, algo que por mas que lo nesecito no aparece, temo estar perdiendo eso que me hace humana.
Mi rostro va a la cama desecha, alli un ramo de Tulipanes espera por un jarron y agua, me niego a sostenerlos en mis manos, me niego a darle aquel perdon que pedia.
- ¿Cuando te aburriras? - susurro pasando junto a el y dejandolo atras.
Camino sin rumbo por las calles mirando cada casa y tienda, demaciados cafes, y un parque donde van los enamorados se extiende por la mayoria del pequeño pueblo. Respiro intento ver las cosas por lo que son, pero el recuerdo de mi madre me golpea con fuerza, es dificil extrañar aquello que nunca tuviste, pero lo hago a un la extraño.
Se que Nathan me sigue es como un guardespaldas que no hace bien su trabajo pero aun esta hay esperando a lo lejos a que te reunas con él, a lo lejos veo a una niña jugar con su madre. Mis recuerdos son vagos jamas tuve amor tal vez una infancia demaciado dificil, pero nadie lo noto, no, estaban demacidos ocupados girando alrededor de Clara, me tumbo en el suelo humedo y me abrazo a mi misma.
Recuerdo el lago demacioado bien, tambien el rostro de mi hermano, solia correr tras de mi y lanzarme hojas secas, tambien el recuerdo del olor de su perfume se viene a mi mente, la manera en la que sonreia, la manera en la que se lanzo al agua para salvar mi vida cuando todos estaban ocupados. Recuerdo el miedo ese sentimiento de no poder respirar, sus manos sosteniendo mi cintura con fuerza, el abrazarme a el, y escupir el agua de mi boca. El necesitar sostenerme con fuerza, poder seguir respirando, sentir sus manos bajo el agua enpujarme hacia el camino correcto, verlo desaparecer en aquellas aguas turbias.
Su cuerpo en el suelo verde, palido, demaciado estupido y perfecto en aquellos momentos, el tocar su piel fria, recordar los gritos de mi madre, los golpes en mi rostro cuando descubrio el por que su preciado hijo jamas despertaria.
En aquel momento deje que pasara, era la primera vez, que mi madre me ponia una paliza, deje que lo hiciera por que era la unica manera de que todos nos sintieramos bien. Recuerdo el sabor amargo de la sangre cuando la tragaba, de mi corazon latir con fuerza, recuerdo haber intentado parar la hemoragia de mi boca, jamas habia visto tanta sangre salir de una persona, fue traumatico por que era mi cuerpo.