"Bueno les contare una historia de una chica que recibe amor de su familia y vive bien…
Eso en definitiva es sarcasmo porque mi vida no es así.
Les contaré un resumen de mí, para comenzar me llamo Lucy Hadowey tengo 18 años, y soy huérfana.
Desde los 7 años llevo con la imagen en como mis padres desaparecieron para siempre de mi vida. Pero antes si estaba en cuidado de alguien, mi tía. Ella sinceramente no era de las mejores personas, por consecuencia solamente me quedé con ella por dos años, en esos años, cada día era una tortura. Lo que irme de la casa de esa señora.
Estuve en la calle por un período corto pero me encontraron así que me llevaron a un orfanato porque en el tiempo que estuve en la calle, mi tía murió, no sé porque, nadie me dijo nada aunque tampoco me interesaría, ya en el orfanato nadie quería adoptar a una adolescente, por lo que estoy en este orfanato 4 años, genial lo sé.
Ahora en la actualidad tengo 21 años del cual mi vida es una mierda.
-Oye mocosa del demonio despierta, no tienes todo el día para dormir como una princesa, tienes que tomar un vuelo a Japón en tres horas-dijo mi persona más favorita en todo este mundo (noten mi sarcasmo).
¿Por qué me voy a Japón?
La respuesta es sencilla esa señora, la que me está despertando, me vendió a un señor de 56 años que necesita urgentemente a un chica joven de 18 años, para que, créame que ustedes ya se lo imaginan.
-Okey, como ya abriste los ojos dulce princesa-lo dijo fulminándome con la mirada- tienes una hora para alistar todo mocosa-Salió dando un portazo, eso que siempre cierra así, no sé cómo todavía no se destruye esa puerta.
Este orfanato es en Denver, Colorado cuenta con 4 pisos el primero que es la recepción esta hermosa créanme como si fuera un hotel de lujo, pero a partir del segundo piso es un asco, en cada piso hay 7 habitaciones, y en un cuarto tiene una cama con un colchón viejo, un ropero con polillas.
Al fondo de cada piso está el baño que es un asco, esta con cucarachas y eso que ni siquiera hay agua todo el día, porque siempre lo cortan.
Mientras que durante el día nos dan almuerzo solamente, que consiste un poco de arroz, a veces me voy a la cocina por un pan y lo logro.
Les doy a los niños porque ellos no pueden vivir así. En el tema de la educación tengo que decir que con las justas cumplieron en esa parte.
Antes que piense que me voy a ir a Japón, se equivocan, no quiero eso en mi vida, así que me queda una solución.
Salgo del cuarto cuidadosamente, voy al fondo del pasillo, al baño obviamente para hacer las necesidades básicas.
Cuando termino me voy al cuarto donde me cambio, me pongo un top negro, encima un suerte que es más grande que yo, mi jean, mis zapatillas y listo.
Saco debajo de mi cama mi mochila con las cosas que tengo lista para mí, un poco de dinero que he robado, un poco de ropa y una foto de mi familia.
Salgo de mi habitación donde en el pasillo me encuentro con Hannah, una niña tan dulce que tiene apenas 9 años, que sus padres la abandonaron por pensar que este lugar era perfecto para su hija solo por la recepción.
-Hey Hannah ¿Qué paso?- le pregunto porque no se ve nada bien, tiene los ojos rojos.
-Es que...-hipea- no quiero-hipea - que te vayas-ella es la única que sabe que me iré, porque confío en ella.
-Hannah me tengo que ir, soy mayor de edad, quisiera llevarte pero es que eres menor además encontraras una familia para que te adopte, eres pequeña, tiene más posibilidades.-digo.
-Pero Lucy quiero irme contigo, para mi eres como una hermana mayor, eres mi familia.
-No vas a estar bien conmigo, esa familia que te adopte te cuidara mejor que yo, pero te prometo-le digo entre lágrimas- que siempre te voy a querer y me pondré en contacto contigo cuando esté estable. ¿Está bien?
-En serio, ¿harías eso por mí? -me dice y yo asiento-Te quiero Lucy, te voy a extrañar mucho.
-Yo también pequeña-Nos abrazamos-Recuerda no dejes que te maltraten cuídate.
-Tú también Lucy.
Me despido de ella con otro gran abrazo, y ahora si me voy por la puerta trasera. Si, ahí es donde reciben los alimento y todo eso.
Mientras veo que no haya nadie por las escaleras, bajo hasta el almacén, donde veo dos hombres hablando y después se van.
Este es mi momento.
Al momento de acercarme a la puerta, me tapan mi boca con una mano.
-Donde crees que vas preciosa-dice una voz áspera que no reconozco-Tienes un buen cuerpo, me preguntaré que tal si hacemos algo y después te llevo donde la jefa-dice y yo suelto lagrimas porque no quiero ir, no quiero estar con ese hombre ni nada por el estilo.
Le muerdo la mano, me volteo rápidamente.
-Maldita perra-saca un cuchillo, me intenta clavar pero le esquivo.
Intento defenderme lo más que puedo, hasta que me agarra y me empuja contra la puerta.
-Ahora te fregaste maldita-y le doy una patada en sus partes-Mier.....da.
-No me vuelvas a llamar así-le doy otra vez una patada en el mismo lugar-Eres un viejo asqueroso-Le clavó el cuchillo que soltó, en su pierna.
Voy hacia la puerta, donde por fin me espera mi libertad, corro por varios minutos hasta que encuentro una cafetería, es un poco lejos del orfanato y me siento en una mesa donde puedo controlar mí respiración, en eso veo que un camarero se me acerca.
-¿Se encuentra bien señorita?, le traeré un vaso con agua, está bien, es cortesía de la casa- tan rápido como lo dice, el camarero se va.
Mientras espero al camarero pienso en lo que voy a hacer porque no tengo nada, ni una casa, ni trabajo, ni nada y me doy cuenta de que estoy soltando algunas lágrimas.
Hasta que veo al camarero acercarse con una señora y con un vaso con agua, rápidamente me limpio las lágrimas.