Al parecer han pasado horas porque cuando me desperté nos estaban avisando que solo faltaba tres horas para llegar a New York, lo cual me parece extraño que tanto pueda dormir y sí, Luka sigue durmiendo sorprendentemente. En este viaje pude descansar más de lo hace años no podía.
Sinceramente no sé qué hare a New York, no sé a dónde ir o quién me puede ayudar. Y decirle a Luka no es una opción, se supone que no lo veré más. Mejor me duermo y al llegar a New York me encargo de planear muy bien de lo que haré.
-Estimados pasajeros, nos encontramos en la ciudad de New York, por favor levantarse en orden con sus respectivas cosas.
Al abrir mis ojos después de escuchar esa voz, me encuentro finalmente en New York.
-Buenas madrugadas cariño, creo que hasta aquí llego todo, fue un placer conocerte. -dice Luka.
-Primero, sabes que no debes decirme cariño, pero en efecto sí hasta acá llego todo.
-Sonara raro o algo por el estilo, pero, ya tienes donde llegar, ¿verdad?
-Claro que sí -eres una mentirosa Lucy- a parte quien en la vida se va a un lugar sin tener a donde llegar- Lucy, definitivamente iras al infierno por mentirosa.
-Tienes razón, creo que ya debemos de bajar.
Al momento de bajar del bus, Luka me queda mirando, espero que no sepa que le esté mintiendo, aunque no creo que me de un cuarto, es ilógico, pero mejor me voy antes de que me pregunte otra cosa.
-Luka, no fue un gusto conocerte, ok no, gracias por el viaje fue interesante.
-De nada cariño, espero verte un día y créeme que quizás sea pronto.
-No creo, adiós Luka.
-Adiós Lucy.
Al alejarme de Luka, siento que no se a donde mierda ir, primero saldré de la estación y me iré a un parque cerca, supongo que iré a buscar trabajo o algo así.
Después de tanto caminar, encuentro cafeterías que tienen el cartel de buscar trabajo, pero no me aceptan, al parecer debo mostrar buena presentación.
Cuando estoy a punto de cruzar la calle para ir al parque, de casualidad veo a un señor que no puede con unas cajas, me pregunto si al ayudarle quizás sea gerente de algo o quizás alguien millonario quién me dirá que me ayudara.
Eso es muy estúpido Lucy, no quieres ayudar de corazón.
A ver conciencia, Wattpad me enseño muchas cosas, entre ellas que sí una chica como yo está en la calle y al ayudar a alguien, ese alguien o bien puede ser millonario o puede ser gerente de una empresa. Aunque mirándolo por ese lado es una mierda que eso suceda, maldito wattpad. Mejor me voy a ayudar al señor.
-Disculpe señor, le puedo ayudar con esas cajas.
-Muchas gracias muchacha.
Las cajas si que están muy pesadas, vamos Lucy, tú puedes.
-Sígueme es por acá- al seguir al señor, nos encontramos a las afueras de una cafetería muy bonita, siento que wattpad no me va a fallar- Listo, puedes dejarlo aquí muchas gracias.
-De nada -estoy a punto de voltear, pero justo el señor me detiene, siento que me ofrecerá trabajo, genial.
-Toma un chicle por ayudarme.
-Oh… gracias señor.
Me volteo y siento que quede como payaso, wattpad me fallaste otra vez al ilusionarme que al ayudar a alguien me iba a dar un trabajo, bueno a seguir buscando.
Pasan muchas horas desde que paso el incidente de señor, del cual hasta ahora no encuentro trabajo y aparte también me esta dando mucha hambre. Con fe en esta última cafetería.
Al entrar a la cafetería, definitivamente no hay ningún cliente, siento que no me darán el trabajo.
-Buenas tardes-digo al estar en la barra.
-Hola- sale una anciana que me mira con cara de que vio a una cucaracha.
-Buenas tardes, me preguntaba si necesita alguien que le ayude acá.
-No necesitamos a nadie, puedes irte.
Al escuchar eso, me retiro de la cafetería, ya veo porque no tienen clientes. Al caminar por las calles con hambre y cansada, decido irme a un parque.
Eso es lo que me gusta de un parque, hay niños jugando con sus padres, parejas caminando o solteros corriendo y esperar a chocar con alguien y así poder ligar, pero quienes somos nosotros para juzgar.
Cuando me siento en la banca, pienso que a este paso trabajare en un bar, no sé si será buena idea, pero no pierdo nada por intentarlo. Como siento que ya tengo todas mis fuerzas y también por comer mi chicle que me dio el señor, me levanto a mejor buscar un bar.
Ya está oscureciendo, supongo que los bares ya estarán abiertos.
Después de mucho caminar e ir a muchos bares, me encuentro al frente de un bar con bastante clientela y si tiene mucha clientela significa que necesitan más manos. Al entrar, se impregna rápidamente el olor a cigarro y alcohol. Me acerco al que está entregando los tragos.
-Buenas noches, sabe dónde puedo encontrar al gerente.