Capítulo 20

— Te llamé hace un rato y me contestaste...pero solo se escuchaba una respiración así que colgué— dice Rich comiendo patatas fritas.

— Debí ser yo, a veces hago cosas dormida— elevo mis hombros, no creo que Cassie conteste un teléfono ajeno.

— Como Adrien que Habla dormido— Diana habla y todos ríen.

— Una vez empezó a hablar sobre un pato con cuerpo de cerdo, lo describía tan detalladamente que tuvimos que despertarlo— James ríe.

— Ajá, ¿y cuando soñaste con Diana? "Diana, te amo" "sé mi esposa y tengamos hijos" — replica Adrien con tono de defensa.

— Yo si me acuerdo — Rich sonríe.

— ¿Qué hablas?— dice James algo sonrojado.— Era con Emma— el italiano da una risa.

— ¿Seguro? — Emma eleva sus cejas.

— Claro que no— dice Adrien y Rich le codea — Es broma, era Emma— ríen nerviosos, las chicas asienten y yo también pero no muy convencida, algo sucede aquí.

Una persona al escuchar o ver detalladamente a su alrededor se da cuenta de muchísimas cosas, y no es por ser chismosa o inventarme las cosas pero estoy algo convencida de que quizás a James le atrae Diana, o a lo mejor le gusta, o solo la encuentra linda. Y tendría las razones, Diana es hermosa, con su cabello ondulado y rojizo con una melena larga, sus ojos verdes esmeraldas y su piel blanca con muchas pecas.

Y harían una perfecta pareja, James es igual de guapo, su cabello castaño y lacio con un corte a la moda, su piel media morena y sus ojos cafés, y su estatura de quizás unos 1,90 cm.

Pero combinarían mejor por las personas que son, Diana es dulce y comprensiva mientras que James es Gracioso y animoso, Diana es amante de la naturaleza y los animales, James es amante de la ciudad y de las personas, Todos tienen sus semejanzas y sus diferencias, y estas últimas son lo mejor, porque con las diferencias te complementas con la otra persona, ya sea diferencias por gustos musicales, por comida, por ropa, por culturas, porque aprendes nuevas cosas junto a esa persona, o lo que ya sabías lo detallas más.

— ¿Te parece? A mi me fascina la idea— Diana me despierta de mis pensamientos, ella me mira suplicante y con una sonrisa de oreja a oreja.

— Lo siento, no prestaba atención— me sincero, me acomodo en la silla y miro confundida un mapa de todo California sobre la mesa, James y Adrien están atentos en él, Emma está viendo algo en su teléfono.

— Bien, mira Estábamos hablando antes de venir a tu casa...y, ¿sí en vez de solo ir a Los Ángeles, Vamos a otros lados? Obviamente vamos a ir a Los Ángeles, pero y si visitamos también ¿San Francisco, Las vegas  o hasta San diego?— Emma me explica apuntando las ciudades en el mapa, y hay una diferencia enorme de kilómetros entre estas ciudades.

— ¿San Francisco? ¿Qué haremos ahí? ¿A Las Vegas? Si quiera algunos tienen mayoría de edad... y ¿San Diego? ¿Que hay ahí?— Dice Rich llegando desde la sala de estar.

— Agh, Ricky...siempre tan pesimista, por algo haremos este viaje ¿no? Para conocer nuevos lugares...— Rich se sienta a mi lado y da un suspiro.

— Yo acepté ir a Los Ángeles no a otras ciudades— da un soplido y me mira negando la cabeza.

— Friederich Bruce Moore...y...¿Qué hay de quizás visitar Seattle?— Diana sonríe de manera extraña.

Rich se acomoda en su asiento y pone sus manos entrelazadas sobre la mesa.

— Te escucho...— ambos se miran sonriendo.

¿Qué acaba de suceder? ¿Rich ha cambiado de opinión de un segundo a otro? ¿Qué hay en Seattle?.

— Diana extorsionando...me agrada— Dice Adrien y todos reímos.

— Acepto si vamos a Seattle— Dice el rubio.

— ¿Te das cuenta que son 11 horas de viaje desde aquí?— expreso asombrada.

— Créeme, vale la pena— me guiña un ojo.

— Bien, Entonces cambio de planes...Iremos a Seattle en primer lugar, ¿Qué haremos ahí? No lo sabemos— Emma suspira y sonríe.

— Al Space needle, obvio— Expresa Diana.

— Oh, y al Museo EMP— Adrien suplica.

— Yo...ya saben donde quiero ir— Rich dice y todos asienten, menos yo.

— Bien, ya tenemos panorama en Seattle, ¿San Francisco?... Solo me interesa ver el Golden Gate, la verdad...— los chicos asienten entusiastas, yo no...lo he visto toda mi vida pero respeto sus deseos.— ¿San diego?— pregunta Emma.

— Perdón Diana te fallé, pero quiero ir al Zoológico de San Diego — Adrien sonríe como un niño.

— ¡Adrien! — Diana eleva sus cejas.

— Es que ¡Es el Zoológico de San Diego!, ¡Quiero tocar una jirafa aunque sea una vez en mi vida!— Adrien se defiende.

— Ay dios... Son animalitos que están contra su voluntad encerrados, que deberían estar en su hábitat natural... Pero está bien...yo quisiera visitar el Parque Balboa en San diego mientras ustedes van al Zoológico.— Ella sonríe y todos asentimos.

Quizás me apunte a ir con ella, amo ver a los animales pero sería feo dejarla sola.

— Yo quiero surfear en Coronado Beach— James dice algo tímido, todos lo miran algo preocupados pero asienten.

— Bien...¿Las Vegas? Personalmente quiero pasear de noche por El Strip y sacarme aunque sea una foto en el cartel de Las Vegas...— Emma suplica y todos asentimos, yo también quiero aquello.

— Creo que es mucho...después de Las Vegas nos vamos a Los Ángeles, ¿Les parece?— Todos volvimos a Asentir.

— Sí, será el mejor viaje de todos. ¿Beth que te dijo tu madre?— pregunta Diana.

— Aún no le digo— me rasco la nuca esperando algunos comentarios molestos pero para mi sorpresa no los hay.

— Bien, no hay prisas, pero tienes que decirle — me dice Emma con dulzura.

— Sí, quizás mañana, hoy no vendrá a casa— suspiro.

— ¿Estarás sola?— pregunta Diana, yo asiento.

— Si quieres nos podemos quedar, para hacerte compañía— ofrece James.

— Sí, podemos pedir pizza y ver una película — Diana sonríe.

— Sí...sería genial— les sonrío agradecida, quizás un poco de compañía me haría mejor.