Eros
Una semana después...
Dios, esta mujer me volverá loco, ha pasado una semana en que ella está en cama, es más terca que una mula andante. Yo salía del Club y ella se levantaba y se paseaba por todos lados, un día le encerré con llave y con su sujetador de pelo pudo abrir la puerta. Las indicaciones del doctor fueron claras, debía ella reposar por lo menos una semana para que sanen un poco su rodilla.
Por otro lado, la madre de Becka ha estado vigilada por Jared, todos los días me dan un informe de todo lo que ha sucedido, o ha pasado nada fuera de lo común y eso me mantiene tranquilo, ella se ha recuperado rápido.
Mi hermana Trisha habla conmigo todos los días, ha pasado tres semanas desde que se fue y la extraño mucho, Miles esta destruido, a veces quiero decirle que se vaya junto a mi hermana, pero hice una promesa a mi hermana y tengo que cumplir.
¿Eros, me estas escuchando? – pregunta enojada Lorena, interrumpiendo mis pensamientos.
¿Qué pasa? – pregunto irritado y cansado. Bufa, cruza sus brazos y mira hacia otro lado mientras muerde sus labios por la vergüenza.
Necesito toallitas higiénicas – susurra rápido para que nadie escuche.
¿Que? – repito y rueda los ojos.
Necesito toallas higiénicas – no logro entender lo que había dicho, iba a decir de nuevo, pero ella se adelanta.
Carajo, Eros anda a comprar una toalla higiénica, Andrés me vino a visitar – gruñe enojada.
¿Andrés, quien es y quiere de mi mujer?
¿Quién puta es Andrés? – gruño enojado levantándome de la cama. Ella se comienza a reír a carcajadas, no entiendo ninguna mierda, se está burlando, no lo puedo creer.
Solo tráeme la toalla – dice, bufo. Salgo de la habitación enojado y me encuentro con mi padre en el pasillo.
Papá, tengo que comprar toallas higiénicas para Lorena ¿Dónde hay eso? – pregunto confuso y rueda los ojos.
Mujeres del demonio – murmura en voz baja y sigue su camino sin contestar mi pregunta ¿Qué le pasa ahora?
Me encuentro con Miles en el camino y me indica donde consigo la toalla higiénica
Una hora más tarde...
Conseguí las toallas, pero no conseguí información de ese tal Andrés. Entro a la habitación y encuentro a Lorena acostada en la cama, ella se fija en la toalla y una sonrisa se forma en su rostro.
Gracias - me agradece, se levanta de la cama y se encamina hasta el baño.
Nota mental: no ir a comprar toallas nunca, es vergonzoso.
Lorena tengo asuntos del club,vengo enseguida - miento descaradamente.
Esta bien - grita del otro lado de la puerta. Salgo de la habitación y me voy hasta la oficina.
Tengo que encontrar a ese tal Andrés, no me quitará a mi futura vieja dama por ningún motivo. Ella es mía.
Horas más tarde...
Escucho que tocan la puerta varias veces.
Adelante - grito y levanto mi vista para saber quién entra en mi oficina, observó a Jared.
Que pasa? - pregunto, me concentro de nuevo en la computadora.
Nada ¿Que mierda estás haciendo? - me cuestiona.
Estoy investigando, un tal Andrés vino a visitar a Lorena y quiero saber quién es - explico. El idiota comienza a reírse a carcajadas, le fulmino con la mirada.
Eres bien bruto - dice riéndose más fuerte.
De que mierda te reís? Es encerio -gruño enojado.
Ella solo te hizo una broma, no hay ningún Andrés - explica y le miro confundido.
Andrés le visita cada mes a todas las mujeres, osea el periodo por eso te pidió la toalla higiénica - cuenta.
Quién? Miles - gruño y asiente.
Chismoso de mierda - pienso, suspiro aliviado porque Lorena sigue siendo mía, me quedo tranquilo porque tengo todas las oportunidades todavía con ella.
***
Un poco de humor no hace daño.