Lorena
Preparo mis maletas, pongo todo en orden, dejo el chaleco que Eros me dió, creo que se merece una mujer de verdad, una mujer que sea sumisa ante él. Yo quiero sentirme libre, no quiero esta clase relación. Llamo un taxi para que me recoge, no quiero estar, no quiero despedirme de mi madre y Eros. Bajo las escaleras sin que nadie me note y he cumplido mi objetivo, me dirigo hasta la puerta principal y salgo, camino hasta el taxi.
A la terminal de ómnibus por favor - digo y el chófer arranca. El silencio se hace presente hasta llegar a mi destino, no es mucho lo que tengo de dinero pero compro un boleto para irme en cualquier ciudad. Espero unos minutos hasta que me llaman para abordar el colectivo.
Un nudo en la garganta se hace presente cuando entro, me siento en mi silla correspondiente y suspiro.
Perdón mamá - susurro mirando la ventana.
Eros.
Un día largo y cansador, debo admitir. Finalizo mis gestiones y decido ir al Club cuando estoy ahí directamente me voy para tomar una ducha fría y acostarme. Llego y subo las escaleras, quiero ver a Lorena, quiero pedirle una disculpa verdadera por como la traté. Entro en la habitación pero ella no está y eso hace que mis sentidos se pongan en alerta, observo dónde estaba su ropa y no hay ninguna, no hay nada de ella en la habitación, solo está su chaleco en la cama y una nota. Trago saliva
Eros,
Decidí irme ¿Sabes? Contigo me sentía libre, me sentía yo misma. No puedo estar en una relación así como quieres, no puedo seguir órdenes, he sufrido bastante y quiero hacerlo más. Soy patética, lo sé pero creo que los traumas que he tenido lo justifican.
Espero que seas feliz, te entrego el chaleco de vieja dama para que entregues a otra persona que sea capaz de aceptar la relación que deseas tener.
Atentamente,
Lorena
Me dejó, no puedo creerlo ¿Dónde fue? Tengo que encontrarla. Ella es mía, mi Lorena se fue por mi culpa. Salgo de la habitación con la carta en la mano, no pienso dos veces y salgo del club, lo primero que pienso es en irme a la terminal de ómnibus cuando llego miro que ella sube al colectivo, corro lo más rápido posible pero es tarde, ella se subió, observo por las ventanas del colectivo para que me vea pero es imposible, se sienta en la silla al lado de la ventana, la observo llorar, me parte el corazón, ella está sufriendo por mi culpa.
No te vayas - susurro pero el colectivo comienza a moverse, bajo mi cabeza porque he perdido a una mujer maravillosa por las palabras que le había dicho.
***
Continuará...