Ian.
Mi noche no pudo haber sido peor.
La cabeza siento que me va a martillar cuando me levanto del piso de la sala, me tropiezo con una botella de licor que me tome por completo anoche y entre madrugada.
Miro la sala y está hecho un puto asco, pero me importa poco. Ahora lo que menos quiero es pensar en ello.
La conversación con Kania solo me hace enfurecer.
Mi teléfono suena lo que hace que me queje de la cabeza. ¡Que nadie sabe que no quiero hablar con nadie! Dejo que deje de sonar, pero a los tres segundos vuelve a timbrar.
—Que mierda —mascullo, buscando el teléfono en el sofá, quien sea que este llamando lo mandaré a la mierda—¿Quién?
—¿A quién crees que le contestas así? —pregunta Kay al otro lado de la línea, se escucha el timbre de su cafetera, de seguro está en la mitad de su día mientras el mío necesito que ya termine—. ¿Pasó algo?
—¿Qué necesitas? —Voy recogiendo las botellas y las llevo a la cocina.
—Quería saber cómo te fue ayer con tu padre.
—Mal. Vive peor de lo que me imaginaba, pero se lo merece. También le hable sobre el abuelo y de qué es mejor que haga presencia. Necesito tomar poder sobre lo que me dejó en la herencia para poder irme de acá lo más pronto posible.
—Hasta la semana pasada habías dicho que te ibas a quedar un poco más —Kay podrá ser cualquier cosa, pero no es de olvidar mucho las cosas, por no decir que jamás lo hace—. Mira, se nota que por tu mal genio tan temprano, es que algo te ha pasado.
—Es algo que tendré que solucionar yo mismo —Lo corto. Saco una bolsa de basura para recoger un florero roto que dañe ayer al llegar.
—Bueno, como quieras.
—Espera —me siento en el sofá. Ojala pudiera ir el tema, pero dudo mucho que lo haga—, ayer me encontré con Kania —su nombre hace algo que en mi boca arda. Mentirosa —y conocí a tu sobrino. Imaginarás la sorpresa que me he llevado, por alguna extraña razón nunca me mencionaste que tuviese un hijo de cuatro años.
—¿Tendría qué haberlo mencionado?
El silencio se hace presente en ambas líneas. ¡Por supuesto qué tuvo que haberlo hecho! Yo soy su mejor amigo, y esas cosas se cuentan cuando se supone que hay una amistad.
—Quedó embarazada joven, me sorprendió mucho —termino de decir. No debería importarme más lo que suceda con ella.
—Por eso fue que me fui a vivir contigo acá a Inglaterra. Así como te viniste a huir, yo igual. Nunca quiso decirme quien era el padre. Creo que soy el único que no lo sabe de todos nosotros. Pero todavía tengo necesidad de matarlo por no haber dado la cara, por dejar a mi hermana sola cuando más lo necesitaba, no sé la historia por eso preferí nunca mencionarlo. A veces prefiero fingir que Milán existe, así no recuerdo lo que nos terminó de alejar a Kania y a mí.
—¿Por qué nunca lo diría? Su relación con tus padres siempre ha sido muy estrecha —Y es real… ¿qué tenía qué temer? Sí, no era yo el padre, pero yo no era su novio ante todo el mundo, éramos solo amigos, entonces no debió ser un problema después contarles en verdadero nombre del tipo, si es alguien que no conocían.
—No lo sé.
Nuestra conversación decido girarla entorno a nuestros negocios y cómo nos distribuiremos tareas.
…
Después de hacerme una sopa que me ayudo con la resaca, enciendo mi computadora y empiezo a revisar correos. Hay unos de mis compañeros del trabajo, otros de asesoría y el último es del correo del abogado que maneja la herencia de mi abuelo.
Estimado, Ian Berhane.
La señora Berhane se comunicó conmigo para darme las buenas noticias de que su padre la contacto y quedaron de concretar una reunión la semana que entra. La señora no puede estar más feliz y agradece que hayas podido cumplir con una de los deseos que te encargó el señor Rafael Berhane. Sé que esa fue la misión que creías que sería suficiente, pero tu abuelo tiene otra tarea para ti.
No lo había mencionado antes, porque esa fue su instrucción.
Si no podía encontrar a tu padre, tampoco ibas a cumplir con la otra parte de la misión.
Adjunto la última carta que te dejó.
Considero pertinente decirte, que solo tendrás seis meses para cumplirlo, si no, lo que te correspondería y lo que trabajaste junto a él, será otorgado a otro de tus tíos.
Cualquier pregunta la puedes hacer a este correo.
Tenga un excelente día.
Andrés Carstin.
Abogados y asociados.
Mi día seguirá siendo una mierda.
Kania.
—Les traje unos dulces con leche para que coman —dice mi madre pasando con la bandeja y entregándosela a Thalia. Mi amiga se mueve para que mi madre se siente, le tiendo la mano y trato de decirle con el gesto que le agradezco absolutamente todo.
—Gracias, mamá.
—De verdad que usted es la mejor, Kathelyn. No solo ha consentido todo… el día a su hija, si no que mandó a Olivia y a Maximiliano a un plan para que no supiera de nada y me llamó a mí —Aplaude, está chica de verdad está loca por mis padres—. Los míos me hubieran dejado sola llorando en mi habitación.
—En mi próxima vida prometo ser tu madre —le dice bromeando.
—O sin gusto por los hombres. Como quiera.
—Niña loca —se ríe mamá y eso me hace reír un poco a mí—. Sabes que pude convencer a tu padre a que llevara a tu hermana a la convención de anime, pero tampoco es bobo. Que no te levantarás está mañana a despedirlo, será una advertencia a él para saber que algo no va bien.
—Los padres perfectos, en serio —dice Thalia, le tiro un cojín en la cara.
—Mamá… Voy a contarte algo —Me acomodo mejor en la cama y tomo aire… La primero persona que se enteró que estaba embarazada es ella. Kathelyn es la persona que más me entiende en el mundo, aunque no siempre este de acuerdo conmigo—. Ayer tuve un día de mierda. Stefan me dijo que necesito concentrarme en el trabajo, que si no, posiblemente no consiga nada porque me falta dedicación.