❝FUERA DE CONTROL❞
Dejo escapar un pequeño suspiro mientras me giraba en la cama hacia el otro lado, encontrándome de inmediato con el rostro relajado de Ronan, quién estaba plácidamente dormido, con uno de sus brazos en mi cintura.
Inevitablemente esbozo una sonrisa, dándome cuenta de que ni dormido dejaba de ser protector. Levanto una de mis manos con intenciones de acariciar su mejilla, pero detengo mi mano a mitad de camino, temiendo despertarlo. Sabía que estaba muy cansado. Cuando volvimos ayer, pasamos el día con Diana y Zaid, simplemente hablando y disfrutando de la compañía del otro. Ronan sabía que necesitaba despejar mi mente, y decidió quedarse conmigo, aún cuando le dije que no era necesario.
Era tan irreal lo que estaba pasando con Ronan, que si alguien me dijera que era un sueño, no me sorprendería. Pero no, no era ningún sueño. Realmente estaba pasando y debía entenderlo. Nunca más tendría que sobrellevar mis problemas sola, porque Ronan siempre estaría conmigo, ayudándome a enfrentar todo lo que está por venir.
Unos sonidos extraños me hicieron desviar mi mirada hacia la ventana.
Eran unas pisadas muy cuidadosas y silenciosas, que no las había notado hasta que en un momento rompió una pequeña rama con la que no contaba, y un segundo después, escuché un resoplido de su parte, como si la persona se culpara por no haber previsto aquella rama. Sin embargo, lo que más me alertó fue saber que en realidad no era una persona, al menos no del todo.
Aún era de madrugada, pero desde que me había acostado, no había podido dormir y si no le hubiera asegurado a Ronan que estaba bien y que si tenía alguna pesadilla lo despertaría, él tampoco habría dormido, pero sabiendo que necesitaba descansar, me quedé a su lado, acariciando su cabello, y a los pocos minutos se durmió. Pero ahora, solo esperaba que no se despertara con mis movimientos, porque necesitaba (extrañamente) saber quién estaba ahí fuera.
Si era algo que me pondría en peligro a mí o a la manada, lo despertaría, pero de lo contrario, me volvería a acostar e intentaría dormir.
Lentamente, agarro su brazo y lo levanto con cuidado, pero rápidamente me detengo cuando comienza a removerse para estar más cómodo. Cómo sabía que si no me sentía a su lado se despertaría, agarro una almohada con mi otra mano y se lo acerco a su pecho, reemplazando mi cuerpo. Cuando la abrazó supe que tenía un par de minutos hasta que se diera cuenta.
Me bajo de la cama y comienzo a caminar silenciosamente hacia la ventana. En el momento que llego y detengo mi andar, hago un panorama general con mi mirada, queriendo encontrar la razón del sonido, pero todo el exterior estaba vacío y en silencio, pero puedo jurar que no me imaginé ningún sonido.
Con mi ceño fruncido, me acerco un poco más hacia el cristal de la ventana y dirijo mi mirada hacia el bosque, pero cuando lo hago, mi mirada rápidamente se conectó con el culpable y un sin fin de emociones me golpearon de forma abrupta.
Todo mi cuerpo se endureció y mi respiración se cortó.
Era un lobo y lo conocía muy bien. No personalmente «al menos no que yo recuerde», pero era quién solía invadir gran parte de mis pesadillas. Sus ojos eran los que más me atormentaban y generaban un inmenso terror dentro de mí.
Jamás pensé que era real, pero ahora estaba en el mismo lugar que yo, y me estaba mirando.
Oyendo el latido de mi corazón en mis oídos, estampo una de mis manos en la pared cuando siento que mis piernas se debilitan. No podía desviar mi mirada de la suya aunque lo intentara, y de igual manera, tampoco podía controlar mis emociones.
Abro mi boca, queriendo llamar a Ronan, pero ninguna palabra salió.
Sacudo mi cabeza, sintiendo como mi respiración se acelera y un par de lágrimas caían por mis mejillas. No comprendía por qué estaba teniendo esta reacción, pero si todo esto estaba sintiéndolo aún cuando no lo recordaba, temía descubrir quién era realmente aquel lobo, y que estas emociones se multipliquen.
Ahora ya sabía que no era ningún sueño, él existía y me había encontrado.
Sus ojos destellaban con una ira contenida y puedo jurar que lo único que él quería era llegar a mí. Pero, ¿por qué? ¿Quién era la persona en la que se convertiría el lobo? ¿Por qué me miraba de esa forma? ¿Lo conocía? ¿De qué? Y más aún, ¿cómo me encontró?
Sin embargo, mi mente quedó en blanco en el momento que mi visión se tornó borrosa y mi cuerpo comenzó a pesar mucho más de lo normal.
Supe de inmediato qué me iba a desmayar. Pero, cuando estuve a punto de caer, unos brazos me sujetaron, reteniendo mi caída.
—¡Calista! —gritó Ronan, pero no pude responderle, porque todo a mi alrededor se volvió oscuro.
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RONAN
La acuesto con cuidado en la cama, en el mismo momento que escucho como Zaid y mi hermana entran a la habitación de forma apresurada. No sabía a quién más pedirle ayuda, mucho menos cuando no sabía lo que realmente le sucedía a Calista.
—¿Qué sucedió? —pregunta Diana, caminando hacia mi compañera y notando de inmediato que su respiración era muy débil.
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Editado: 11.11.2024