Sigo pensando en ese maldito día, si tan solo lo hubiese acompañado o no lo hubiese dejado marchar. Todos me dicen que no lo hubiese podido evitar pero estoy segura de que algo podría haber hecho. De todas formas ya pasó o eso es de lo que me trató de convencer ya han pasado dos semanas y no he salido a la calle, no puedo. Ya han pasado dos semanas de la muerte de papá, y no puedo, no quiero creer que sea verdad, prefiero pensar que es una pesadilla y ya pronto despertaré de ella.
Mi vida ya no tiene sentido, antes de todo esto sabía que quería estudiar e incluso ya había conseguido un trabajo de medio tiempo para poder cubrir algunos gastos extra de la universidad. Todo se fue al diablo después de lo que pasó, no se que hacer sin mi padre, sin ese hombre que se descubrió para poder darme lo básico para vivir, la verdad que ya nada será igual.