|C A P Í T U L O: D O C E|
Continuación...
No pasó mucho tiempo cuando el mesero se encontraba anotando nuestras órdenes mientras desaparecía por la puerta del local en su búsqueda. Habíamos ordenado "alitas con limón", en lo único que diferimos era en el jugo, porque tú ordenaste una batida de piña y yo un jugo de chinola. Ya pasados unos minutos nuestra orden era depositada en nuestra mesa. La boca se me hizo agua en un santiamén por nuestra comida. Había sido una buena opción seguirte la corriente en aquella orden tan tentativa que estaba frente a mis ojos.
A pesar de estar comiendo, nos suspendíamos el dialogo para dedicarnos a devorar nuestros aperitivos como lo harían los demás, seguíamos hablando entre bocados. Me hacías reír de tal manera con cada cosa que decías que sentía mini-ataques. Se te daba con tanta facilidad ser humorístico, que deberías dedicarte a ello. Y si fuera un crítico, yo mantendría mi opinión frente a todos de que eras el "mejor". Me encantaba esa emoción que solo tú provocabas en mí.
—¡Venga, Dad! Deja la vergüenza hombre... —me dijiste despues de quedarte un rato mirándome en silencio hasta que mis ojos se encontraron con los tuyos—. Come con toda la libertad, porque al final es comida que pagaremos nosotros, así que quién que nosotros para disfrutarla, nene —sermoneaste mientras te llevabas un muslo a la boca y le arrancabas el contenido sin vergüenza—. Te di una demostración, ¡ahora vas tú y no te me puedes echar para atrás que te voy conociendo!
—¿Qué? Yo no voy a hacer eso, Dany, la gente me va a mirar muy raro. —manifesté dándole a entender que estaba aterrado.
—David, hagas lo que hagas la gente te va a mirar, va a hablar de ti creyendo conocerte. Lo más divertido es hacerles creer que tienen poder sobre ti, pero a último momento demostrarles lo equivocados que están, ¿okey? —Me aconsejaste y te quedaste mirándome con ojos de cachorro y ya no podía resistirme más.
—Está bien. Que conste que tú me obligaste, porque tú sabes cómo es la gente...
—Cállate, niño y haz lo que te pedí, ¡que me desesperasss! —me interrumpiste imitando el tono del Chavo del 8. Una carcajada salió disparada de mis adentro.
Procedí sin más remedio a obedecerte, llevándome un muslo tímidamente a la boca, lo hacia así como en cámara lenta para que te desesperaras, hasta que le eché un enorme mordisco a la carne. Deseaba hacer tanto eso. Mis papilas gustativas se activaron y cerré los ojos saboreando en mi boca aquello que había comido. Pero eso no duró mucho cuando hablaste:
—Mi fantasía es que devores así o más intensamente mi carne. —Abrí los ojos de sopetón, atragantándome por sus palabras atrevidas.
Pronto me llevé el ojo a mis labios para mojar la resequedad de mi garganta. Mientras tu risa estallaba como fuegos artificiales abiertamente. Y no unos fuegos artificiales cualquiera, no, estos estaban hechos de un material que nada deshacía su destello explosivo. Por eso fue que se quedaron parpadeantes emitiendo sus potentes brillos iluminando enseguida mi oscuro interior. Y por primera vez vi una luces, luces que eran antorchas que me proporcionabas y ya la oscuridad desaparecía como si nunca hubiese estado en mi vida.
***
NOTA DE AUTOR: ¡Holaaa, mi gente querida de Booknet! ¿Cómo están? Como siempre espero que sea bien y sino pues con este capí que les traje hoy y esta historia que tiene tanto por contar, espero ayudar a que se distraigan y olviden aunque sea un ratico lo que sea que les esté pasando, gente. Yo me encuentro complacido y agradecido de tenerlos un día más aquí conmigo acompañándome en esta nuestra aventura.
En el capí de ayer, les avisé que en mi cuenta de Instagram: chico_de_metal (que siempre dejo al final de cada nota junto con mis otras cuentas, por si no lo han hecho vayan a seguirme) horita les subí una publicación de un tema que trata algo súper importante y delicado que para mí siempre será relevante: el “racismo”. Quise abordar este asunto, porque quería dar mi punto de vista al respecto del caso que todos sabemos, que es el del hombre afroamericano que fue brutalmente asfixiado por un policía blanco. Y no es un escrito cualquiera, es uno a través de la poesía. Si con este dato los convencí y van a ir a echarle un ojo, verán que las palabras están estructuradas de una forma en que van rimando. Les advierto que es bien extenso, por lo que encontraran varios comentarios debajo que le siguen al texto.
Desde ayer quedé, que dentro de todas las actualizaciones que hago en todas las plataformas a las que estoy subiendo actualmente, aquí actualizaría primero y eso estoy haciendo pero tarde porque la haraganería volvió a hacer de las suyas, como la mayoría del tiempo, gente. Todavia me falta actualizar en Inkspired, SWEEK y finalmente en Wattpad y no he escrito el capí que actualizaré hoy por allá, pero eso se hace, tranquilos.
Aquí estoy de nuevo rompiendo mi regla de que no abundaría como lo hago en cosas innecesarias que no tienen que ver nada con la historia, pero es que me gusta conversar aunque sea solo, porque ustedes no me comentan *se pone triste*
Un dato curioso que me olvide mencionar en el anterior capitulo es que el nombre del lugar y este mismo si existe en realidad, es un sitio muy conocido en mi ciudad. La última fue que fui antes de que viniera esto de la pandemia fue con una amiga muy especial de la que me he ganado el aprecio muy rápido y ella el mío. Te dedico este capí a ti, K.
La pregunta de hoy es:
¿Cuándo es su cumple años? Espero sus respuestas, chicos.
El mio fue el pasado 12 de junio, donde cumplí 19 ya casi entrando a los 20 y despues bienvenida seas vejez, alv.
Editado: 02.08.2020