"Eres TÚ: Mi Verdadera Esencia De La Libertad"

V E I N T I D Ó S

|C A P Í T U L O: V E I N T I D Ó S|

Habiendo estado dentro desde donde ya se podía ingresar con posterioridad a una de las dos salas de cine habilitadas de aquel sitio que se encontraban apartadas a cada lado: derecho e izquierdo. Te seguía detrás arrastrando los pies lentamente sintiendo de un "doble nudo" tanto en la garganta como en el corazón que al estar conectados la sensación de malestar era profunda. Tuve que esconder las manos en los bolsillos del jean que llevaba por el temblor que comenzó a poseerlas. Todo aquello derivaba de mi interpretación del percance acontecido fuera, desde ahí no habíamos cruzado palabra. Me dolía pensar que no me hablabas porque me quedé mudo cuando Michelle te quiso dejar en ridículo hablándote de la forma tan "grosera" en la que lo hizo. Detestaba que mis miedos se la pasaran dominándome cada vez que se le antojaran, paralizándome tanto mental como físicamente. Quería hablarte pero no sabía qué decirte, todas los intentos de conversaciones que quería entablarte... se me hacían estúpidos y un ejemplo claro de ello era: "hacerme el que aparentemente olvidaba la pelí que íbamos a ver cuando lo sabía perfectamente". No era un experto en sacar conversaciones que disiparan emociones tales como el enojo que estabas enterado que experimentabas en ese momento.

Tenía que hacer algo para alejar aquella incertidumbre y desasosiego que me tenían recluido.   

—Dany —llamé casi llegando al mostrador donde vendían los aperitivos, giraste dirigiéndome con curiosidad la mirada—. ¿Es-tás enojado con-migo? Si es por no intervenir por lo de allá fuera... realmente lo sien... —Tu dedo índice se posó con un poco de presión sobre mis labios (que lejos de molestarme, me brindó una sensación de calidez); hizo que me trasladara aquella ocasión del baño. 

Ya pasados unos segundos de silencio, arrastraste con delicadeza y extrema suavidad tu tacto alejándote. Sabes cuando te encuentras cobijándote bajo la sombra de un árbol y sientes como con la visita del viento sus hojas bailan al son de su compás ofreciéndote una sensación de frescura y vitalidad. Pues eso mismo experimenté, pero como si me premiaras, me la entregaste en partida doble.  

—¿Por qué habría de estarlo, contigo Dad? —preguntaste añadiendo una risita nerviosa, intentando tumbar la rigidez que se podía percibir. 

Al escuchar que pronunciaste mi diminutivo, saqué como bolsas de basura el enredo de suposiciones estúpidas que estuve armando en torno a tu silencio. Odiaba esa parte cobarde de mí que utilizaba cuando no quería "ser valiente" encarando cualquier situación que me produjera estrés y me ponía a darle vueltas a teorías absurdas.

—Es que... estabas muy callado desde lo que pasó. —Sentía que me ahogaba con la producción de saliva excesiva que estaban generando mis glándulas. 

Estando al tanto de lo que me preocupaba, asentiste y bajaste la mirada como sospesando las palabras que ibas a dirigirme, lo cual hizo que la inquietud despertara en mí. Resoplando, me miraste.

—Es que me caga la gente así tan "prepotente y creída" como esa tipa —dijiste lentamente con rabia—. Y cuando me siento "enojado", opto por evitar hablar de lo que sea porque soy capaz sin querer de herir a la gente con mis palabras... —Te callaste de pronto, cuando un suspiro me hizo saber de una verdad tuya oculta que desconocía—, pero contigo... no podría pasar mucho tiempo enojado aunque lo intentara, créeme cuando te lo digo, Dad.

Fue como si el alboroto que los niños emocionados que estaban allí desapareciera junto con los demás sonidos y el ruido de la puerta que se abría de constante; siendo intercambiando por un profundo silencio donde nada más se repetía de fondo tu última revelación.

—¡Tierra llamando a Dad! —Salí de mi ensimismamiento inducido cuando tu mano estaba sacudiéndose frente a mi rostro.

 

*** 

NOTA DE AUTOR: ¡Holaaa, mi gente querida de esta hermosa plataforma morada llamada: Booknet! ¿Qué tal, familia? ¿Cómo va su día, su semana o su vida? Cuéntenmeee, que saben que siempre estaré aquí presto a leer lo que sea que quieran comentar, menos cosas ofensivas, ustedes saben que aquí somos puro love del bueno. Espero que estén y se encuentren bien, personitas y es un placer que estén de nuevo acompañándome en esta nueva actualización.

¡USTEDES SON LO MÁXIMOOO, MI GENTEEE! ¡LO HICIERON DE N U E V O! Para quienes están pensando de qué coñ* habla este tío *los conozco, no se me hagan* ¡¡¡LLEGAMOS A LAS 400 LECTURAS!!! Sí, amigos, ¡no me lo creo! Bueno si lo hago, pero es que no esperé que llegara a tal cifra a la velocidad en la que lo han hecho. Ustedes sin saberlo me alientan, me demuestran de todo lo que soy capaz aunque dude tanto de mí todo el tiempo. Saben, inseguridades…  Aquí estamos a casi un mes desde que comencé a publicar el libro y mira en qué punto estamos, mi gente. ¡Una locura total! De corazón muchísimas gracias a todas las hermosas personitas que han pasado por aquí, más en especial las que me siguen acompañando en cada actualización. Mi compromiso es un nudo que con sus muestras no hace más que contraerse estando más fuerte.

Como es tradición ya: esta vez quiero agradecer a las “dos hermosísimas personitas” que esta historia los convenció al nivel de agregarla a sus bibliotecas para leerla y darle seguimiento. Establecieron entre las dos sin darse cuenta un record al mayor número de agregados hasta la fecha. Les envió un abrazotote desde mi tierra con destino a las suyas. Espero verlas por acá, si es que han llegado a esta parte y no se encuentran atrás leyéndome, xD. Ya SUMAMOS 10 personitas que tienen esta historia en sus bibliotecas, por lo que a quienes no lo han hecho, los quiero invitar a sumarse a esta causa, ya que es gratis. Y a todos, ¡que me venga uno a discutir que no! Nos gusta demasiado lo “gratis” 7u7




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