|C A P Í T U L O: V E I N T I S E I S|
Continuación...
Estando a unos metros de llegar a la entrada de salida de aquel lugar al que habíamos llegado apurados pensando que la función había comenzado, emocionados por ver aquella película a la que me invitaste entusiasmado; y en ese momento estábamos por salir con el recuerdo de un evento traumático. Me pediste que te esperara allí, cerca de uno de los puestos de celulares del sitio, porque te estabas orinando y según me habías dicho en uno de nuestras conversaciones por chat: tenías piedras en los riñones, problema estabas tratando con un médico; era por eso que no podías retener por mucho la orina. Me mostré dispuesto a acompañarte cuando un presentimiento se me instaló en el pecho (lo cual no te dije para no preocuparte, ya bastantes preocupaciones tenías encima, como para sumarte otra que solo era producto de mi averiada cabeza); sin embargo, te negaste diciéndote que no te tardarías mucho. Acepté no muy convincente para no retenerte más y que no fuéramos de ese lugar.
Te fuiste corriendo con mucha prisa, se notaba cuánto querías vaciar tu vejiga; para entretenerme en otra cosa que no fuera pensar en el rasguño que se veía sin mucho detenimiento en tu rostro, me puse a ver forros de celulares, porque quería ver alguno que me gustara para después comprarlo. Me vi todos los forros como dos veces y ninguno me convencieron y tú todavía no aparecías y hacía como 5 minutos que te habías ido. Quise calmarme diciéndome que seguro estabas esperando que el baño se desocupara para tenerlo solo para ti, aunque fuera un rato y ahí hacer tus necesidades.
Ya al borde un ataque, no pude esperar más y me encaminé hacia la esquina en la que te vi doblar, la misma que conducía a los baños de la planta baja tanto para hombres como mujeres. Al estar por doblar la esquina vi a alguien que hizo que me alertara de inmediato: uno de los amigos de Pablo. Este no lo había visto cuando el armó aquella escena en torno a lo sucedido, sin embargo, lo conocía por ser uno de sus "compas" con el que estaba la mayoría del tiempo. El detalle que llamó mi atención de pronto, fue que se cubrió con la capucha gris del abrigó azul oscuro que traía puesto; lo que me daba a entender que estaba intentando taparse el rostro pretendiendo que no lo conociera, cuando compartimos miradas brevemente. Por si eso no fuera lo único para que el rollo se me hiciera muy extraño, se encontraba a un lado de la puerta que estaba encima cerrada casi obstaculizando la entrada; era como si estuviese haciendo guarda para que nadie pudiera entrar. Incluso un chico se acercó y tras intercambiar algunas palabras, se alejó un poco de mal humor. Seguro fue porque no lo dejó entrar allí.
—Hey —saludé cuando me acerqué—. ¿No has visto a Daniel? —pregunté tratando de investigar. Estaba seguro de que él sabía algo, porque su mirada nerviosa lo delató sin más.
—¿Cuál Daniel, vie-jo? —Estaba haciéndose el "tonto" o de verdad no sabía que ese era el nombre del chico que constantemente su grupito se dedicaba a molestar.
—El que ustedes moles... —No llegué a terminar bien la palabra cuando un ruido se escuchó dentro. Era como si hubiesen azotado a una persona a la pared por lo seco del golpe. El chico también lo escuchó, por lo que en un acto reflejo inconsciente, pasó a proteger la entrada por completo con su cuerpo, que para nada se asemejaba al mío. Se notaba que le metía duro al GYM.
—No, no sé quién ni puedo ayudarte a encontrarlo... y es mejor que te va...
—¡NOOO POR FAVOR! —Era un grito desesperado de alguien que se encontraba en problemas.
Quise quedarme ahondando para saber, pero hacerlo tenía muy mala pinta, por lo que procuré darme la vuelta para alejarme no avanzando bien tres pasos cuando otra vez escuché la voz que ya sabía distinguir a quien inconfundiblemente pertenecía.
—PABLO, DÉJAME SALIR, ¡MALDITA SEA! —Era la tuya.
—Cuando te haya dado lo que te mereces marica.
En ese momento, todo empezaba a cobrar sentido de lo que allí estaba pasando...
(continuará)
***
NOTA DE AUTOR: ¡Holaaa, mi gente hermosa y querida de Booknet! ¡Buennn día, criaturas! ¿Qué tal, genteee? Espero como siempre que estén y se encuentren bien, mis criaturas. Yo por mi parte, muy agradecido y contento de tenerlos una oportunidad más por acá acompañándome.
Un detalle que no agregué cuando dije que tuve un inconveniente con mi cuenta lo cual pude resolver, fue que cuando entré a mi cuenta nuevamente aparecía en la parte donde están las novelas, que no había publicado ninguna, lo cual como es notable me alarmó de inmediato… Me dije: “joder esto no me puede estar pasando a mí…” Es que no es para nada “normal” que venga y se te borre tu trabajo al que llevas echándole tantas ganas, dedicación, esfuerzo y sacrificio así de la mismísima nada. Además de que la historia cuenta con tantas lecturas, que la verdad han llevado su tiempo para llegar al nivel de apoyo donde está. Sin embargo, eso no me iba a detener, porque si hay que empezar de cero, pues se empieza, esta vez con más astucia e inteligencia. Las cosas siempre pasan por algo y ese algo trae cosas mejores en la mayoría de los casos. Eso era lo que no les había contado y ya saben, gente.
Editado: 02.08.2020