◆Pov. Narradora◆
Era el día siguiente; Ucrania acababa de levantarse, esta vez no hiso lo que todas las mañanas hacía, simplemente agarró una botella pequeña de alcohol y tomo todo de un solo trago. Estaba cayendo otra vez en ese vicio del alcohol algo que no podía evitarlo ya que gracias a su padre lo terminó heredando.
Entonces la puerta es tocada, un sonido bajo que se podía escuchar emitida por la susodicha; para el ucraniano ese sonido lo fastidiaba, lo ultimo que queria que pasara ese dia era ver a alguien. Entonces la puerta es abierta, la luz del exterior entraba junto con una sombra femenina.
Ucrania simplemente se volvio a hechar en su cama.
Lituania:...*se acerca a Ucrania y coloca su mano en el hombro de este*
Ucrania: Si vinistes a burlarte por lo hipócrita que soy, al menos hazlo en donde no esté yo. *se notaba en su voz que estaba muy afectado*
Lituania quería decir algo, quería con todas sus fuerzas decirle algo para levantarle el ánimo a su hermano; pero no podía, simplemente no podia, apenas ella abría la boca, no salía ninguna palabra, solos quejidos. Ella no podía hablar.
Ucrania: Lo sabia...eres igual que el resto...snif...lárgate no quiero ver a nadie! *dice, encogiéndose en su lugar soltando pequeños sollozos*
Lituania: Ah! *suela el pequeño sonido, tratando de llamar su atención* ah! *vuelve a intentarlo, pero no recibe respuesta* AH!! *esta vez grita, ahora si teniendo una respuesta*
El menor se dio la vuelta mientras se acomoda en quedar sentado en la cama ,con el ceño fruncido; estaba apunto de decir algo pero siente como su mayor la abraza fuertemente.
Ucrania: *no resiste más y suelta sus lágrimas* lo siento, yo no quería gritarte asi...snif...es solo que...snif...no se que hacer, me engaño, me utilizó...snif...yo le di todo de mi, hasta mi primera vez y el me paga de esta manera...me duele el corazon de solo recordarlo...*soltó en llanto cada palabra, el día anterior no pudo desahogarse del todo, ya que su padre no sabía sobre su relación que tenía con Canadá, por lo que no le ayudaba mucho*
Lituania se separa un momento; de su bolsillo saca un papel y un lápiz, escribe algo en el papel y se lo da al menor.
Ucrania: que es? *ve lo escrito y sonríe* Gracias hermana, yo tambien te quiero *dice para comenzar con un nuevo abrazo*
El ambiente se torna tranquilo, los dos seguían sentados en aquella cama con ese gran abrazo; ninguno de los dos quería romper ese momento.
El papel termina cayendo al suelo dejando ver el mensaje que contiene que decía:
"No llores hermanito, recuerda que hay más personas en el mundo, el amor no solo está en una relación; el amor también está en la familia, Te quiero hermano"
[...]
Las horas pasaron; URSS había salido a hacer las compras de la semana, había más personas viviendo en su casa por lo cual era más que obio qué sus suministros se agotarán rápidamente, no estaba solo, Rusia lo acompañaba quien le ayudaba a llevar algunas cosas.
URSS: Ya casi está todo listo, solo falta conseguir pan y carne *dice para luego sacar algunos billetes de su bolsillo*
Rusia: yo iré por el pan! Por favor papá! *Al empezar con su "relación" tuvieron que poner reglas y una de esas era que cuando estén en público no podían llamarse por apodos*
URSS: está bien, compra unos cuántos panes y te quedas con el vuelto, está bien? *Menciono, dándole un par de billetes*
Rusia: Está bien papá! *Tomo los billetes y rápidamente se fue a la panadería*
El pequeño eslavo no le gustaba mucho la idea de que su padre este solo, estaba aún experimentando los celos y no podía controlarlo.
Llegó a la panadería y pidió los panes más grandes que había, los coloco en una cesta pequeña, pago y se fue. Le quedaba dinero, aprovecho que había un puesto de juguetes usados, no le incomodaba la idea de tener uno de esos ya que sabe muy bien que por lo que están pasando no hay muchas cosas que sean buenas así que con el dinero que le quedaba se compró un peluche de oso, estaba un poco maltratado pero se podría arreglar con una lavada y coser sus huecos.
Después de eso decidió dirigirse a los puestos de carne, dónde supuestamente debería de estar su padre pero no fue así; se empezó a preocupar, a paso rápido lo busco por todas parte además de preguntar a las personas que pasaban por ahí. Hasta que un carnicero le dijo en dónde estaba.
Le dijo que una chica se lo había llevado a un bar cercano, le dió la dirección y las características de la chica. Estaba enojado, no le gustaba cuando eso pasaba; siempre que dejaba a su padre solo, tenía que llegar alguna prostituta que se ofrecía a su padre. Obviamente no se iba a quedar con los brazos cruzados.
A paso acelerado, corrió al lugar que le dijo el carnicero. De una abrió la puerta del bar y entro con enojo, fue ahí cuando lo vio con esa chica; ambos estaban sonrientes y eso se notaba más en la chica, Rusia se acercó a ellos y se sentó en medio de ambos.
Chica: niño sal de aquí, quien te dejo entrar? *Dijo la mujer con un gran mirada de desagrado hacía el ruso*
Rusia: *la ignora y mira a su progenitor* papá, podemos irnos a casa? Mis hermanos deben de estar preocupados *dice con una mirada de suma preocupación y tristeza*
URSS: En un momento nos vamos, solo déjame unos minutos más aquí *dijo ya con un notorio tono a ebriedad*
Chica: ya escuchaste a mocoso, lárgate! *Sin espera empuja al ruso de su asiento, haciendo que este se caiga comenzando a soltar sollozos por el dolor emitido*
El soviético en ese momento reaccionó, se levantó de su lugar para cargar a su hijo y tratar de ver si no tenía nada grave, la chica se enojo y se hacerca a los rusos.
Chica: amor, deja a ese mocoso, me tienes a mi! Yo soy más importante que ese! *Dice haciéndose la víctima*
Editado: 06.04.2023