– Si claro, por favor– dice Dylan con una sonrisa.
– Ok, papa podrias bajar mi pelota del coche por favor?– dice Adam con una media sonrisa.
– Si– él se acercó a su camioneta y subió a los asientos traseros para después sacar una pelota y dársela a Adam.
– ¿Cuál es tu color favorito?– Pregunta Dylan.
– El rojo y el azul– dice Adam.
– Niños, pueden ir a jugar al patio trasero, Thomas y yo estaremos allá, Adam ya sabe el camino– dije y los niños corrieron al interior de la casa.
– A Adam… le cuesta demasiado ser sociable– dice Thomas y juntos caminamos hacia el interior de mi casa.
– Tal vez Dylan sea un buen comienzo para que Adam comience una amistad, no lo crees?– pregunté dirigiéndome a la cocina.
– Si, eso creo– se va al comedor.
A Adam, se le dificulta hacer amigos, desde que tenía dos años, sentía el rechazo y desprecio de todos los niños del orfanato, así que él cree que ningún niño lo quiere así que no es sociable.
– También tú nunca lo vas a tener en una burbuja para que no sufre, dejalo vivir, el debe de aprender demasiadas cosas de la vida– puse agua a calentar, para café y escuche como bajaban las escaleras y abrían la puerta para salir de la casa, era Amber y Leonard bajando las maletas de Amber.
– No lo tengo en una burbuja, solo quiero que cambie su pensar, no es bueno que a sus cinco años, crea que nadie lo quiere, más que su papá– apague el agua después de cinco minutos y le heche cafe y azucar y lo lleve al comedor, puse dos tazas y las serví– Y este viaje a que se debe?
– Amber se casará y lo hicimos para pasar tiempo juntos– conteste bebiendo de mi taza, viendo a los niños jugar a fútbol.
– Amber se casará?– pregunta abriendo los ojos como platos.
– Si, de hecho ahora está con su prometido bajando sus maletas.
– Cierto no la he visto– bebe de su taza– Creo que estoy muy distraído.
– De hecho, está afuera– tome de mi café– Si quieres ve a saludarla.
– Hola señores, buenos días– dice Claire entrando al comedor.
– Hola Claire– Salude yo.
– ¿Hace cuánto no nos vemos?– dice Thomas– Buenos días– saluda.
– Es hace mucho, que no te dejas ver, ¿quién es el niño?– pregunta Claire.
– Es el primo de Leonard– conteste.
– Oh sí, lo encontré afuera junto con Amber, ella me dejó pasar– dice Claire sentándose en una silla del comedor.
– ¿Quieres café?– le pregunté.
– No gracias, ¿Quien mas falta?– pregunta Claire.
– Pues solo las amigas de Amber, no deben de tardar– conteste.
– Y el otro tonto?– pregunta Claire.
– No quiso ir, dijo que tenía demasiadas cosas que hacer con novia– le conteste.
– Parecemos comadres poniéndonos al corriente de los chismes que hay– dice Thomas con una sonrisa viéndonos.
Pasó un tiempo corto y lo pasamos con risas, pláticas y demás , las amigas de Amber llegaron y trataron de hacerme platica en lo que llegaba Madison era la única que faltaba, pero Claire notaba mi incomodidad y cortaba la plática que tenía con ellas dos.
– Bueno Sophia, tengo que ir a ver a Amber– Dije yo.
– Oh si quieres te acompaño y...– no dejo terminar a Sophia.
– No gracias, puedo ir solo– me levante de la silla del comedor y camine hacia la sala donde estaba Amber– Ya nos vamos?– le pregunté a Amber.
– Si de hecho, ya no tarda Madison– me contesta.
– Bueno…. ¿Quién llevará a tus amigas?– le pregunté.
– Ammm, tu?, te comenté ayer y dijiste que sí.
– ¿Cuándo me preguntaste?
– Ayer, tu dijiste que las llevarías.
– Me incomodan, demasiado, además llevaré a Claire y a Nala– dije viendo hacia la entrada del jardín como una camioneta como la mía se detiene enfrente.
– Mira ya llego Madison… solo será de ida y de regreso nosotros las traemos, por favor.
– Agh, esta bien, ya vamonos!!– grite para todos.
– Te amo!!– Dice Amber dándome un beso en la mejilla.
– Me amas, porque cumplo todo lo que dices?– preguntó con ironía.
– No, en parte sí pero no– dice.
– Interesada– le susurre.
– Oye!– me gritó.
– Harry, ¿puedo ir contigo?– Me preguntó Dylan.
– Yo también quiero ir contigo, Harry?– Me preguntó Adam.
Ambos se ven felices, supongo que si se entendieron y se hicieron amigos, me hubiera gustado tener amigos de niño, pero bueno.
– Por mi si los llevo, pero mejor preguntale a tu papá, Adam y Dylan a tu primo.
– Ok– responden los dos al unísono.
–Vayan, si van los espero en la camioneta– les dije y salí para ir a mi camioneta.
– Mira Harry, ya conoces a Madison y el es Rogelio, amigo de Madison, ambos nos acompañarán en el viaje.
– Hola, mucho gusto, mi nombre es Harry– dije y los ví a ambos.
Para que mentir fije mi mirada en Madison, discretamente; Ambos me dieron la mano en forma de saludo y cuando tomé su mano sentí una vibra extraña y rápido la quite.
– Bueno, pues entonces vámonos ya!– Desvié la mirada de Madison la cual también me estaba viendo, tal vez la incomode.
– Si dieron permiso tio Harry– dice Adam feliz llegando a mi.
– También a mi, pero solo si tu quieres y con la condición de que me vaya quieto y tampoco le diga a mi mama– Dice Dylan, llegando detrás de Adam.
– Bien, entonces ya vámonos – abrí la puerta de atrás del asiento de piloto– se van a sentar en los asientos traseros, bien?– les pregunte a los niños.
– Ok– respondieron ambos al unísono.
– Bien– cerré la puerta y le di la vuelta a la camioneta hacia el copiloto, ahí abrí la puerta y Nala entró y se sentó.
– Oye, yo quiero atras de tu asiento– me dice Claire.
– Si claro no hay problema– le dije dándome la vuelta de nuevo y abrí la puerta del piloto, ambos subimos a nuestros lugares, solo faltaban las amigas de Amber.