Violetta
Nueva cuidad, nueva escuela, nuevo todo, observo por la ventana del coche todo el paisaje del camino, estamos mudándonos nuevamente de ciudad por el trabajo de mi madre, ya estoy acostumbrada a esto, es la quinta vez que nos mudamos este año, y apenas estamos en agosto.
Observo un letrero que esta a un costado de la carretera.
“Bienvenidos a San Benito”
A mi lado mi pequeña hermana Hope, esta emocionada y salta en su asiento.
-Uju – canta feliz, ella ama mudarse de lugar en lugar – por fin vamos a llegar.
Mi madre solo asiente con la cabeza y le sonríe, yo por mi parte no digo nada ya que no me gusta mucho hablar con nadie, y esta no fue mi decisión venir aquí, a un lugar en medio de la nada, según el letrero de ahí atrás decía que en este pueblo solo viven un total de 3450 habitantes.
Uju, nótese mi sarcasmo, en fin, solo quiero terminar de llegar para así poder encerrarme en mi habitación y olvidarme de todo.
Mi hermana no deja de cantar feliz, la entiendo para ella todo es diversión ya que solo tiene cinco años, pero para mi que tengo ya 17 años no me emociona, lo bueno es que ya solo falta un año para ser mayor de edad y largarme a la universidad, a la cual por cierto aún no he decido a cuál aplicar y que estudiar, pero estudiaría lo que sea con tal de por fin establecerme en un solo lugar y dejar de andar vagando por todos lados.
En fin, por fin entramos al dichoso pueblo y mi madre maneja hasta una zona que parece algo residencial y aparca frente a una bonita casa de dos pisos con jardín delantero y por lo que observo se mira un bosque tras la casa, genial ya tengo donde escaparme a alejarme de todas las personas, ya que me encanta estar por momentos sola y relajarme, hago una nota mental de visitar ese lugar más tarde.
Bajamos del coche, y camino hacia puerta principal.
-Violetta – me llama mi madre.
Me detengo y volteo a mirarla.
-Dime madre – le digo mirándola.
-Ven un segundo – me llama y hace señas con la mano.
Me acerco a ella.
-Ayúdame a bajar estas cosas de la camioneta antes de que llegue el camión de la mudanza que no tarde en llegar – me dice y toma ella una de las cajas también y camina entrando a la casa que ya fue abierta por mi querida hermana.
Asiento y camino a la parte trasera del auto y tomo una de las cajas y camino hacia la casa y cuando estoy a punto de llegar tengo la sensación de que alguien me observa, así que me detengo y volteo a mirar a mi alrededor pero no veo a nadie que me este mirando, así que reanudo mi camino pero sigo sintiendo la misma sensación, trato de ignorarla pero cuando estoy apunto de entrar a casa volteo a la casa de alado y miro por una fracción de segundo como alguien se quita rápido de la ventana y solo queda la cortina en movimiento, así que atribuyó la sensación a eso.
Genial vecinos chismosos, solo espero que no se metan mucho en mi vida, termino de entrar a la casa y deja la caja en el recibidor, miro a mi alrededor y si la casa es bastante humilde pero bonita.
Decido subir en busca de mi habitación, la casa consta de 3 habitaciones y por lo visto ya solo queda una ya que mi madre y mi hermana escogieron las suyas.
Entro a la habitación del fondo y no me decepciona ya que es bastante grande y tiene su propio baño, genial así tengo mi propio espacio, observo todo el lugar y pienso como puedo acomodar mis cosas cuando llegue el camión, me acerco a la ventana y miro que al frente esta la ventana desde la cual alguien me estaba mirando genial el vecino chismoso justo al frente de mi ventana.
Cuando estoy por voltearme y cerrar la ventana miro al frente y veo a alguien justo frente a la ventana que hace que me de un susto de muerte, llevo mi mano al pecho tratando de calmar mi corazón y que no me de un ataque, cuando mi corazón esta un poco mas tranquilo miro bien y me doy cuenta que es un chico como de mi edad bastante alto, y de ojos color dorado, pero eso no es lo que me impresiona sino que no le puedo ver el rostro ya que esta cubierto con una mascara blanda por unos segundos que yo siento como horas nos miramos sin decir ni hacer nada hasta que el solo se acerca y cierra las cortinas de una sola vez y corta todo contacto visual conmigo.
Que chico tan raro, me alejo de la ventana.
-Violetta – grita mi madre desde abajo – llego el camión cariño, baja a buscar tus cosas.
-Voy – le grito de vuelta.
Bajo a recoger mis cajas con mis cosas, y subo mientras los hombres del camión suben mi cama y cosas mas pesas, terminan de llevar todo a mi habitación y lo primero que hago es poner una cortina oscura para evitar vecinos raros y chismosos, me dedico todo el resto del día a poner mi cuarto en orden, cuando por fin termino miro la hora y ya casi es media noche, quería ir a explorar el bosque tras la casa, pero decido hacerlo mañana ya que no lo conozco como para adentrarme a el de noche.
Voy al baño y tomo una ducha y directo a la cama ya que este día estuvo bastante cansado, lo bueno es que mañana aun no puedo ir al instituto ya que mi madre aun no me he inscrito, cierro los ojos y caigo en un profundo sueño donde solo miro esos ojos color dorado.