Todo a mi alrededor estaba vacío, no había un solo objeto, todo era completamente blanco, estaba perdida en algún lugar o quizás en la nada, quien sabe. Me encontraba vagando sola y descalza, solo mi conciencia y yo. Una vez más.
***
El siguiente día de haber teniendo una noche bastante tensa que súbitamente surgió, nadie se atrevía a decir absolutamente nada, cada quien estaba en su propia burbuja de pensamientos, sumergidos en los recuerdos de la noche anterior.
Eran las nueve de la mañana cuando todos estábamos despiertos y listos para ir al aeropuerto, el vuelo salía a las doce, así que mamá ya tenía todo listo para salir. Zayed se mantuvo la mayor parte de la mañana ejercitándose con auriculares inalámbricos metidos en las orejas, y nadando en la piscina; las cosas con papá seguían algo incomodas a pesar de que ambos, más o menos hablaron del asunto.
De alguna forma me siento culpable de que Zayed se sienta tan en las sombras, y espero que el hecho de que yo me quede aquí en Londres sirva para que él y papá reconstruyan su relación, porque en este momento la veo completamente arruinada. Como una forma de aliviar el dolor de mi hermano, decidí contarle a Samantha lo sucedido, ella es la mejor opción para levantarle los ánimos a Zayed en cuanto llegue a Los Ángeles, estoy segura de que Sam puede lograr eso, así que le di todas las formas posibles de contactar a mi hermano sin que se note su obsesión por él.
Sam 10:12
Por primera vez en mi vida, invitaré a un chico a salir, ese chico debe gustarme demasiado como para que me atreva.
Brooke 10:13
Amiga, a veces creo que vas a dormir a mi casa para poder estar cerca de mi hermano.
Sam 10:14
En realidad es por la comida, no negaré que me gusta ver a Zayed recibiéndome en la puerta o cuando me habla de cualquier cosa. Todavía se me hace raro que el realmente me note.
Brooke 10:15
Usa tu mejor ropa interior y no olvides protegerte. Cuando estas cerca de Zayed olvidas hasta tu nombre.
Es el último mensaje que le envío y no espero a que mamá termine de poner la comida en la mesa para salir a buscar a mi hermano, no doy siquiera dos pasos cuando el aparece en la sala con el cabello negro goteando en su frente y cambiado de ropa.
—Ven a comer algo hijo —Lo llama mamá mientras se sienta en la mesa junto a papá. Yo ocupo el asiento frente a él, para evitar que sea aún más tenso en momento.
Si el silencio hubiera podido ser remotamente más molestoso, lo fue, sólo era el sonido de los tenedores hacer contacto con los platos y los carros en la calle, Zayed fue el primero en levantarse de la mesa, pero mamá le pidió ayuda con la limpieza de los platos, mientras que papá y yo nos quedamos en la mesa, colocando las cosas que mamá tiene de decoración en ellas.
—Con todo esto no tuvo tiempo de hablar contigo, pero en vista de que ya estás dentro de la organización casi oficialmente, no tengo más opción que dejarte aquí —comenta papá cuando caminamos hacia el sillón blanco frente a la pantalla del televisor apagado.
—Quiero que estés tranquilo papá, aprenderé, y si pasa algo no dudaré en llamarte —digo sentándome a su lado.
—Zayed me sigue preocupando está más callado que siempre o en realidad él tiene razón y yo apenas estoy notando lo silencioso que es.
Y cómo lo estaría, a pesar de haberle gritado a papá muy feo, se siente mal de haberlo hecho y sobretodo se siente muy aislado de todo. Lo veo y noto lo inmerso que está en sus pensamientos. Yo sé cómo se siente, todos sabemos cómo se siente, pero yo conozco a mi hermano y suele construir un gran muro entre las personas del exterior y el para evitar que alguien le haga daño, mientras más dolor siente más grande es el muro donde las únicas personas que pueden atravesarlo en este momento somos mamá y yo.
—Definitivamente está más reservado ahora padre. Solo dale tiempo —le hago saber antes de levantarme del sillón. Yo también tengo algunas cosas que recoger antes de irnos, se supone que hoy me mudo a la mansión de la abuela.
—Habla con él, no quiero que se sienta así de… miserable.
En el momento que papá me pide aquello, Zayed sale de la cocina aún con el cabello cayendo sobre su frente ligeramente, camino detrás de él y ambos tomamos caminos diferentes en cuanto bajamos las escaleras. Él se encierra en la recámara sin darme tiempo a que diga tan solo una palabra.
Me limito a recoger las pocas cosas que tengo fuera de la maleta y pienso en cómo abordar a mi hermano cuando está sumergido en su propia burbuja, con la mirada en el piso y los ojos gritando todo lo mal que lo está pasando. Mis pensamientos son interrumpidos por el chirrido de la puerta abrirse, levanto la mirada y ahí está Zayed entrando a la habitación, tan serio como se puede estar, no soy capaz de decir nada, me quedo estática en mi lugar hasta que el de acerca a mí.
—Desbloquéalo —Ha tomado mi celular de la mesita de noche y ahora lo estira hacia mí.
—¿Para qué?
—Solo hazlo Brooke, no me interesa ver tus nudes con Charlie.
Desbloqueo el teléfono rápidamente y lo dejo en la palma de sus manos. Él se deja caer en mi cama, encima de todo lo que tengo allí desperdigado, cremas, ropas, maquillaje y otras cosas que estoy organizando. Mientras continúo sacando cosas de mis gavetas, veo como mi hermano saca el móvil de su bolsillo y teclea algo rápido con una mano, está muy concentrado en lo que hace.
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Editado: 28.11.2020