Charlie camina hacia mí con una sonrisa de oreja a oreja, aun no reacciono a el hecho de que le esté realmente aquí, estoy tan sorprendida y a la vez tan emocionada que mi cuerpo no hace ningún tipo de movimiento, solo estoy ahí parada junto a mi hermano, esperando tener a Charlie tan cerca para asegurarme de que no estoy alucinando o algo parecido.
—Para que tengas un poco de emoción —murmura Zayed a mi lado. Así que él tuvo que ver con esto.
Antes de qué papá pueda decir algo al respecto ya estoy corriendo directo a los brazos de mi novio. El deja ir su maleta y me levanta en vuelo, yo rodeo mis piernas alrededor de su cintura para luego plasmar un beso en sus labios; no sabía que lo echaba tanto de menos hasta que sus labios y los míos hicieron contacto. En cuanto tengo los pies en la tierra nuevamente, lo abrazo fuerte, su reconocible y adictivo olor a perfume y desodorante de hombre me hace sentir en casa.
—Sorpresa —susurra una vez nos apartamos, ahí es cuando lo miro a los ojos, la calidez de su mirada es todo lo que necesitaba, sus ojos verde agua me atrapan como siempre.
—Pensaba que estabas del otro lado del mundo durmiendo, y enojado conmigo —le digo riendo.
—Bueno, en realidad no ataba enojado —masculla sonriente.
—Estoy tan feliz de que estés realmente aquí.
—Sí, bueno, esperemos que tu padre no me mate, o que yo no muera del miedo —expresa con la mirada en mi familia.
—No te hará nada —digo sin dejar de sonreír. Caminamos juntos hasta donde esta todos mirándonos sonrientes a excepción de papá.
—¿No que llegabas en un par de días? —pregunta papá al instante que llegamos junto a ellos.
—Sí señor, me pareció buena idea venir antes debido a que Brooke ya estaba aquí y... sería bueno acostumbrarme un poco a Londres antes de entrar a la universidad —oculto mis ganas de reír por la respuesta que le ha dado Charlie a papá y cómo lo ha dicho. Su voz tiembla un poco. Quien no oculta su risa es Zayed.
—Tranquilo Charlie, solo está molestándote —responde mamá abriéndose paso entre papá para poder saludarlo. La verdad es que papá habla en serio, por eso no dice nada al respecto solo se mantiene serio con la mirada fija en Charlie.
—Hola señora Majid, es bueno verla —Mamá siempre está para salvarlo de papá, ella solo lo saluda con pequeño y rápido abrazo.
—Con que tú eres el novio, yo soy Bonie, la bisabuela —interrumpe Bonie, presentándose a sí misma.
—Charlie, mucho gusto —Le sonríe y besa su mano como todo un caballero con buenos modales. Y todos aquí sabemos que Bonie aprecia eso.
—Él es Joshua, nuestro chofer—Es mucho más que solo eso, pero es aceptable presentarlo de esa forma.
—Nosotros tenemos que subir a un avión ahora, Charlie se quedará con Brooke cómo lo planeé y todos estaremos más tranquilos sabiendo que él está cuidando de ella —comenta Zayed sujetando su maleta, listo para irse.
—Será mejor que la cuides muy bien, si me entero de que le hiciste el mínimo daño, será mejor que desaparezcas del mapa o yo mismo me encargaré de ti —le amenaza papá y solo veo la mirada de terror de Charlie.
—Padreee —me quejo entre dientes.
—Sí, ya entendí, no será tarea difícil para ti Charlie —le dice luego de saludarlo con un choque de pecho. Papá siempre se dirige a él por su apellido, que lo haya llamado por su nombre es señal de que ya lo considera parte de la familia. Por la sonrisa de mi novio sé que él también se ha dado cuenta de ello.
Caminamos hasta la zona embarque, me despido de mi familia por última vez, papá no deja de decirme que no tenga miedo y que me cuide, mamá llora y Zayed me dice que dejó un paquete interesante para mí en el coche de papá.
—Usa protección hermanito —le digo antes de que nos apartemos de nuestro abrazo y el me mira confuso, pero luego parece entender.
—Samantha y yo no...
—No estés muy seguro, no sé si lo has notado, pero tiene un cuerpo para morirse, estoy segura de que te perderás en su silueta —susurro para que sólo él me escuche.
—Oh por Dios, haré como que no acabo de escuchar eso —masculla con una sonrisa. Los veo entrar al embarque arrastrando sus maletas y mamá diciendo adiós con las manos hasta que desaparecen de mi campo de visión.
—Brooke tienes las llaves del coche de tu padre, Alan los llevará a casa, yo los veré allá —ordena mi abuela—. Charlie, te quedarás en mi casa.
—Ya tengo una reservación en un hotel y no quisiera molestar en su hogar —responde Charlie cuando iniciamos nuestro camino hacia la salida.
—Joshua se encargará de eso, no te preocupes, hay espacio para que te quedes —demanda ella. Si Charlie supiera la mansión en la que vive Bonie no estaría sintiéndose incómodo de quedarse en casa de ella. El me mira confuso y yo solo me encojo de hombros, no hay nada que yo pueda hacer, así que el termina aceptando.
—Sí señora.
Bonie se echa a reír.
—Puedes decirme Bonie, o abuela, como quieras, somos familia ahora.
A ninguno le da tiempo de responder aquello. Llegamos al estacionamiento, cada quien se va por su lado, Bonie desaparece en la calle junto a Joshua y Alan nos lleva hasta la casa. Dios sabe que Charlie ni yo estamos acostumbrados a conducir del lado derecho del auto, eso sería un completo desastre. En cuanto subimos al auto noto el famoso paquete que Zayed dejó para mí lo abro con cuidado, abro los ojos de la sorpresa y me pongo nerviosa al ver lo que contiene la cajita roja.
—¿Qué es? —pregunta Charlie cuando nota lo torpe que me puse al ver la caja de condones, no quiero que Alan vea esto, eso sería muy vergonzoso. Me esfuerzo por dejar la caja fuera de la vista del hombre que conduce.
Le muestro a Charlie muy disimuladamente de que se trata y él se echa a reír con la mirada en la calle.
—¿Qué es tan gracioso? —cuestiono con el corazón latiendo fuerte en mi pecho.
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Editado: 28.11.2020