La muerte… es el peor mal de este mundo.
No se debe jugar con ella.
Nunca.
Ni tomarse a la ligera su significado y peso.
Jamás se le debe desear a alguien
No importa lo que haya hecho,
Con la muerte ni Dios debe jugar
A pesar de que el mismo la creó sin darse cuenta
Él sabe que su ritmo y conciencia tiene vida propia,
Que ironía tan horrenda.
La muerte es la peor enemiga que puede haber.
No respeta nada, ni siquiera lo que no tiene importancia.
Provoca coraje, ira, confusión, desolación,
Y lo peor de todo un horrible dolor que parece corroer
El cuerpo, alma y corazón tanto de su víctima
Como de las inocentes almas que ruegan para que se aleje.
… Ella es la única capaz de cambiar la vida,
Y maldita sea que así sea.
Quienes sobreviven se lanzan al vacío para volver a resurgir,
Es decir,
Salen del túnel tumbando los muros
Evadiendo la cegadora luz blanca.
Los que mueren dejan atrás su rastro
Y cambian la vida de las personas que siguen sufriendo en la tierra,
Tal vez no de salud,
Pero si del corazón.
Que parece sufrir un infarto al asimilar esas palabras…
Murió…
Ja, Dios nos libre por la eternidad de su reino,
Amén, amén, amén.
Que me haga olvidar la sensación de un golpe en el estómago
Que te saca todo el aire y te retuerce las entrañas,
Que te deja tambaleando, con un terrible dolor de cabeza,
Y en un estado de aturdimiento que te hace difícil pensar,
Intentar… descifrar cómo reaccionar.
¿Me echo a llorar a moco tendido tratando de desahogar,
Deshacerme, de la cuerda que me asfixia?
¿Respirar hasta que mis pulmones duelan por retener el aire
Y expulsarlo lentamente para calmarme?
¿Desmayarme y soñar que todo es falso?
¿Tratar de mostrarme indiferente para que los demás no entren en crisis?
¿Pensar hasta torturarme por sus hijos, pareja, hermanos e incluso, nietos?
¡¿Solamente…?!
La muerte es el peor enemigo de cualquier ser humano,
Sea malo o sea bueno,
Y, diablos, es el mayor mal de este mundo,
Provoca que hasta el más orgulloso y valiente de los hombres
Se quiebre sin reparación alguna,
Y que la más fría y calmada de las mujeres se quede sin aliento y a la deriva;
Los dos con un único pensamiento y acción que gobierna sus mentes
luego de que cae la sentencia.
Llora, ya sea ahora o después, pero… hazlo.
Y lo más horrible que en algún momento se llega a pensar
Al menos ya no está sufriendo, ya está tranquilo/a
Carajo, que increíble es el egoísmo del ser humano
¿verdad que sí?
En honor, no en memoria, de:
B.G
A.F
L.F