Corro en la dirección
Que sigue mi corazón
Que galopa de coraje
Como caballo al que tratan de domar
Y me niego a dejar que se cumpla esa barbaridad.
Tu ya no sabes nada de mí
Y me niego a que eso cambie
Sin embargo, tienes el descaro de intentar decir
Que todos estos años los viviste junto a mí,
Ninguno de ustedes sabe por lo que pasé, lo que viví
El por qué hoy sigo aquí.
Estoy orgulloso de decir que hoy mi vida es una aventura
Que mi cuerpo está tatuado por esos años
De dura labor
Para crear lo que hoy en día soy.
Cien años pasé en soledad,
Cien años sufrí lo cruel que es la humanidad,
Cien fueron los que tuve que pasar en la oscuridad,
Y este milenio es el que planeó usar para crear lo que ahora será
Mi vida, llena de una realidad que no me intenta degollar.
Vi la luz del sol entre las estrellas,
Vi la furia del mar en medio de las tormentas,
Vi como hasta el más fiero animal nace en
Un bello ritual que Dios le otorgó al mundo dentro de su “bondad”
Que todos los humanos se enfocaron en despreciar.
Ustedes tardaron doscientos años en ver que me había ido
Y vaya sorpresa la que han recibido,
Ya nada se puede hacer para cambiar lo que soy
Y vaya suerte la que me tocó.
Hoy el sol me protege en mi camino
Y la luna me cuenta las leyendas
Que los mortales le hemos escrito.
El bosque me acoge en su abrigo
Y el desierto me susurra al oído,
Alabando que mi alma jamás se ha rendido
A diferencia de su tiempo
Que finalmente se ha vencido.