Hoy nos han traído un militar que ha incumplido la ley. Como se dicta en las ordenanzas el juicio se celebrará en la habitación donde normalmente está Abtaca en su asiento/trono. Para los juicios los consejeros nos reunimos allí, todos excepto yo, están sentados delante de Abtaca en un escalón más bajo. Detrás de ellos imponente y por encima (ya que sienta en un escalón) está Abtaca observando. Es juez, es ley. Sus sentencias son inapelables, ya puedes protestar. Solo tienes una oportunidad para evitar las penas más graves y es durante el juicio. Si durante todo el proceso no convences al Abtaca del porqué de tus acciones... fin de la partida.
Por otro lado, los consejeros están para dar constancia de o que se dice o para opinar solo si Abtaca lo solicita. Así realizamos juicios justos, Abtaca nunca se equivoca, puede tener un desliz, pero es por la ineficacia de los que hay a su alrededor que le dan datos falsos o falseados, si no hay errores en la puesta en escena, no hay equivocación.
El reo puede traer consigo mismo las pruebas para defender su inocencia y argumentar su actuación. Él es su propio abogado defensor, nadie velará por él, nadie lo socorrerá ni aparecerá gritando "Protesto". No, uno debe de valerse por sí mismo, si no es capaz de eso, de demostrar su inocencia no es digno de vivir en nuestra sociedad, pro que la verdad sale a la superficie, por más que se intente mantener en el fondo. Si no consigues quitar la maraña de falsedades es que no hay nada falso. Eso sí, si el reo consigue demostrar que se ha dicho algo falso en su acusación Abtaca castigara al infractor, el falseador o falseadores, con la misma pena que se pedía al reo. Aquí, en esta nuestra sociedad no hay acusados, hay reos, porque todos son culpables, y por tanto presos, hasta que el propio reo demuestre lo contrario. Solo Abtaca puede limpiar el nombre de un reo, sino este es un criminal. Todo el continente está lleno de criminales, solo la benevolencia de Abtaca es la que hace que se les permita vivir. Pero si sus crímenes cruzan la raya de la ley...castigo.
Por mi parte yo soy la portavoz del juicio. La que expone las acusaciones, la que pide permiso a Abtaca cuando un consejero quiere decir o preguntar algo (Por que Abtaca habla cuando quiere y puede interrumpir), la que muestra las pruebas de la infracción y la que da paso a lo que tenga que decir el reo. De hecho, también aclaro y reformulo lo que dice el reo hacia la tribuna y a la inversa, excepto lo que dice Abtaca, eso siempre es claro y precisos y no necesita reformulación.
Se abren las puertas de la sala, prácticamente a oscuras, de Abtaca y vemos como poco a poco entra el reo esposado con unas cadenas de grefteno. Lo acompañan dos miembros de los escuadrones letales de justicia, que son los encargados de escoltar a los reos para evitar problemas. El militar camina entre las columnas con la cabeza agachada, mirando al suelo. Sus pasos resuenan por la prácticamente vacía estancia. Se acerca hasta quedarse delante del tribunal y Abtaca. Des de debajo lo que ve el reo es a ellos iluminados con una luz proveniente de unas antorchas, todo el resto a oscuras. El reo nota la penetrante mirada de Abtaca, sabe que si miente este lo sabrá y será peor que el castigo real. Los escoltas se aparten y se meten entre dos columnas, vigilando des de la oscuridad. Empieza el juicio.
- Militar número dos millones cuatrocientos mil, (el nombre), acusado de contaminación y daños a la naturaleza. – Digo- Como ahora verán en unas imágenes, el reo incumple la normativa y no solo una vez, que ya es grave, sino en diversas ocasiones. Por tanto, debido a la gravedad de las actuaciones se pide que el reo sea condenado definitivamente a que se extinga su vida, para que su cuerpo sirva de abono para los árboles y los animales. Se le condena pues a morir para luego ser cuarteado y que sus restos se esparzan por el bosque que ha contaminado. La muerte se producirá llevando al condenado al bosque que contaminó e inyectarle los huevos de la Octavis purificadoris. Estos centenares o miles de huevos eclosionarán en su interior y le producirán la muerte ayudadas de su toxina natal, que se libra con la eclosión de los huevos. ¿El reo tiene algo que decir antes de que veamos las pruebas?
Como era de esperar el reo no dijo nada, simplemente mantuvo la cabeza baja en silencio. La verdad es que esta no era la peor ejecución que había, aunque lo pareciera. La toxina de la octavis adormece el cuerpo para que la víctima no aplaste a las crías recién nacidas y puedan salir del cuerpo con facilidad. La octavis es un arácnido, extraño, no es ni un escorpión ni una araña, más bien una fusión de ambos. Esas criaturas se alimentan de los desperdicios como el plástico o le aluminio entre otros. Son el mejor recurso para recuperar y sanear la naturaleza, pero tiene un inconveniente y es que sus huevos solo eclosionan en el interior de los seres humanos, matándolo en el proceso. Por lo tanto, se utilizan sus huevos para reproducir la octavis en reos culpables de una grave infracción sobre el medio ambiente para poder reproducirla y tener más y descontaminar mejor. De hecho, estas criaturas viven muchos años, unos 50 o más. Así que cada vez tenemos más cantidad suelta conforme vamos condenado gente.
Lo bueno, o no tan bueno, de la Octavis, es que por sí sola no puede parasitar a los humanos, necesita un inyector (una criatura que ponga sus huevos dentro del cuerpo humano). No sabemos de donde apareció esta especie o como se reproducía antes, ja que la encontramos después el deshielo de este continente. Hay dos teorías, o que aquí Vivian humanos hace muchos años o que antes se reproducía con una ser de características biológicas parecidas a los humanos al 99%. Sea como sea, sus huevos se pueden encontrar por muchos sitios, pero debes de saber que lo son. Una vez al año, en su periodo reproductivo, se envían patrullas a recoger estos huevos y a almacenarlos. Eso sí, aunque coman desperdicios, salen del cuerpo royendo la carne del reo hasta el exterior.