Escondida en Dios.

Capítulo 1

Es difícil y doloroso ver como cada día más las personas se van olvidando de Dios, aun cuando ellos antes profesaban fe por Jesús. Me duele ver a mis compañeros de la universidad ignorar a Dios, me duele ver como mis amigos de la iglesia se alejan cada día más y me duele aun mas ver como en mi familia me tachan porque he decidido seguir a Cristo, no es fácil mantenerse obediente al Señor en un mundo lleno de tentaciones para los jóvenes pero como la biblia dice "Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros (Santiago 4:7)".

¡Ups! Me olvide presentarme, mi nombre es Alía Gómez y esta es mi historia y antes de que pienses lo contrario no solo es la mía sino también la tuya y la de todos los jóvenes que en un momento han decidido confesar sus pecados a Jesús o están en eso. Tengo 18 años, recién inicié mis estudios en la universidad, estoy matriculada en la facultad de Ingeniería en el área de Química, vivo con mis padres y dos hermanos (Ian mi hermano mayor que tiene 22 y TJ que tiene 10), cabe destacar que soy la única cristiana en casa, es difícil, pero puedo vivir con eso. Mi mama se llama Teresa y mi papa Andrew. Te invito a quedarte.

Hoy es sábado, no tengo clase, pero si tengo servicio en la Iglesia de Jóvenes, me encanta ir a la iglesia cuando entro me siento diferente que en cualquier lugar además es mi refugio del mundo, de mi casa, de todos, de mí. Como no tengo clase me levanto alrededor de las 9 de la mañana ¡vamos! ¿Quién se levanta un sábado a madrugar si puede descansar un poco más? Cuando me despierto suelo tener mi devocional diario, les explicare en que consiste:

· Tengo una biblia devocional en el celular que cada día me da una cita y la explicación de esta.

· Antes de leer lo que me toca en el día me pongo de rodillas a orar, coloco mis auriculares al celular y pongo música de adoración y ahí empiezo a hablar con mi rey Jesús, ahí pasa el tiempo y es mi momento favorito o uno de ellos, es que ese momento en el cual solo salen las lagrimas como cascadas que te impiden hablar, pero Dios está ahí escuchando tu corazón.

· Luego de tener mi momento de oración, leo mi cita y la busco en mi biblia y la subrayo, medito un momento en la palabra y doy gracias y así doy por iniciado mi día.

Recuerden: "El que inicia un día en oración, termina un día en bendición".

Luego de terminar mi devocional me puse a organizar mi habitación. Luego bajé a desayunar, no había nadie en casa y encontré una nota pegada en la nevera "Alía, nos fuimos para donde tu tía Mary a pasarnos el fin de semana ya que solo paras en la iglesia pensamos que no querías venir, cuida la casa". Otra vez me dejaron, no es la primera vez que salen y me dejan desde el momento en que decidí seguir a Cristo constantemente sucede, no e llevan a las cenas, ni a los resorts y así, duele por que los amo pero no me pueden poner a elegir entre Dios y ellos, la repuesta siempre será Dios, la biblia dice "Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá" (Salmos 27:10). Decido olvidar eso y me sirvo un poco de cereal con leche, en cuanto termino de desayunar me pongo a limpiar y pongo música de adoración a todo volumen, ese es otro dato, no puedo escuchar música cristiana en altavoz si ellos están, es más, ni con los auriculares, pero me arriesgo, así que me aprovecho cuando no están hay que verles el lado bueno a las cosas.

Cuando ya terminé de limpiar encontré comida en la nevera así que la calenté y me puse a hacer mis tareas. Ya en la tarde antes de dormir un poco aproveché para estudiar la Biblia ya que ellos no están en casa ya que también tengo prohibido sacar la Biblia en casa, hablar de Dios, en fin, así estamos. Mientras estudiaba la Biblia, sentí el abrazo de Dios a mi vida. Luego me acosté a dormir un rato, cuando me levante ya era hora de arreglarme para ir al servicio y ya que me quedaba bastante lejos tenía que irme con tiempo de sobra, ya que mis padres no me han regalado un auto por que soy cristiana, me han dicho que si me olvido de todo esto me darán uno, bueno aquí voy bien cambiadita, un vestido más debajo de las rodillas con tachones y es de color azul, mi favorito como se de sobra que caminare bastante llevo los tacones en la mochila y me pongo los tenis, ya saben el desastre que parezco pero es eso o no llegar nunca, llevo el cabello recogido en una trenza de espigas aunque es difícil hacérmela ya que mi cabello es rizado. Voy todo el camino cantando esa alabanza que últimamente no sale de mi memoria, la escuche en la radio juvenil cristiana esa parte que dice "con todo y sin nada, con todo y sin nada te seguiré Jesús". Al llegar a la iglesia me inundó esa paz tremenda, no es la infraestructura es lo que hay dentro de ella. Hoy teníamos culto juvenil, hoy tocaba invitar amigos cristianos o no, pero a todos a los que invité no podían, me toco la adoración no es que sepa cantar pero digamos que cuando me paro y agarro ese micrófono se me olvida lo pésimo que canto y me enfoco en alabarlo a él, sentí todo el servicio que alguien me miraba pero decidí ignorar eso, ¿díganme, estamos en la iglesia, todos te ven o no?. Luego del servicio salude a los pastores, líderes y demás, amo esta familia, cuando ya me iba me llamó la Señora Patterson:

-Querida ¿ya te vas tan rápido? – me dijo.  

-Si, es que sabe que me voy a pie y luego se me hará muy tarde – le dije.

-Sabes que te puedo llevar, cualquiera de aquí te puede llevar, somos tu familia, además se lo difícil que lo pasas – me dijo, ella y los pastores son los únicos que saben lo que paso.

-Lo sé Doña Patterson, pero sabe que tengo prohibido que lleven, y sabe que ellos me tienen vigilada hasta con los vecinos, no me pueden ver llegar en el auto de nadie sino no me dejaran venir a la iglesia, ya de por si es un logro que lo hagan- le dije casi llorando.



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En el texto hay: citas biblicas, consejos, oraciones

Editado: 02.06.2021

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