Capítulo 5: Volátil.

Respiro hondo, me he escapado como todas las noches de mi cuarto al patio trasero de mi hogar; mi fortaleza de desahogo. 
   No mal interpreten la situación no siempre mi furor, melancolía o hasta felicidades se expresan en forma líquida, a veces se encuentran en estado silencioso, en suspiros que solo alguien tan misterioso por mi vista como por los demás es capaz de comprenderlos encima de por mi misma. 
   Una brisa helada se manifiesta en la noche, observó la luna, mi bella luna. 
   Estar en silencio no es tan desagradable como a lo mejor uno llegue a pensar pero también tiene sus defectos, el estar silencioso te hace capas de observar y es entonces en donde tú entorno lo ves diferente, cuando observas. 
   Una simple hoja de un árbol no tan lejano a mi cae en el dobles de mis piernas, me quedo observándola por largos minutos. Me he profundizado en un océano de interrogaciones, cuestionamientos, debates y hasta reflexiones... 
   Veo el desafío de la hoja, ha tomado un camino diferente al de sus compañeras, se ha arriesgado, ¿Qué creían las demás?, ¿Qué no podría ser valiente? Por lo visto si. 
   Otro día más de colegio se notifica en el calendario de mi pared que se encuentra colgado; es viernes. 
   Soy muy callada y muy observadora, mi vocabulario se maneja con palabras ni escasez ni abundancia. 
   Nuevos proyectos se hacen conocer en una lista del pizarrón (una actividad propuesta por un profesor, algo tedioso para mi gusto) cuyos alumnos concordaban con su idea, eran libre de anotarse en algún grupo (los cuales cumplian  diferentes roles). Todos los compañeros del curso se anoto a algo, menos yo, por su puesto que no era mi intención formar parte de algo, así como estaba, estaba bien, pero los murmullos de que seguiría en mi habitual rutina (más que susurros eran charlas cotidianas que a diferencia de otros días esté discimulaban no hablar de mi, "procurando" que el rumor no llegara a mis oídos) me desafiaron y no rechace esa oferta, me lancé al segundo grupo (sin leer que clasificación tenia), solo anotando mi apellido y volvi a sentarme en mi pupitre. Quedaron sorprendidos, los observé. 
-Pequeña hoja, fuiste la primera en caer, a no temerle a las pruebas de salir de tu comodidad, veo que tus semejantes no te han dado mucha fe, ¿Te han dicho lo mismo que a mi?, ¿Les demostraste la diferencia y tú nueva etapa en desarrollo?, ¿Te estás buscando igual que yo a mi mismo?- le hablaba al tomarla en mis manos para luego llevarla conmigo adentro de mi cuarto y la colocaré en algún lugar por motivación. 
   Me dan pena las demás, con lo bonito que es temer a algo y lanzarse para probarse a sí mismo, con lo feo que se siente ser igual y habitar en la rutina. 
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Escrito por: El Valor.