Que nerviosa estaba, tenía que hablar ante tanta gente, que uno se entere a último momento es algo muy estresante.
-Superior, perdon que la moleste de su labor, deberá dar una plática en la reunión, reemplazando el lugar del principal, perdone que le avisemos así de repente, entendemos que tiene cosas más importantes en esta empresa, pero sus clientes se encontrarán extrañados si ese lugar no es ocupado con alguna propuesta- suspiré, analicé y cedí a la petición obligada.
-Por algo las cosas suceden así, es un reto que Dios pone, lo voy a pasar- eso pensaba armándome de valor. Le comuniqué a él como me sentía, tenía un nudo en el estómago, mariposas en la garganta, mis cuerdas vocales parecían estar muy bien a finadas listas para tocar lo que fuera.
-Estoy ansiosa y nerviosa, no se si lo valla hacer bien, estoy emotiva pero miedosa- eso le dije a él.
-No te preocupes, te saldrá todo bien- él siempre tenía las palabras adecuadas para hacerme sentir mejor y eso era algo admirable.
-Si, lo sé, se que saldrá bien, papá Dios está de mi lado.
-Recibamos con un acogedor aplauso a la superior- sonaba mi presentación y era hora de salir sin nada.
-Debo irme, luego me cuentas que tal lo hice.
-Antes que te vallas...- me tomo fuerte por la cintura dándome un abrazo inesperado- estoy para protegerte, siempre lo estaré, lo hago porque te quiero muchísimo y si algo malo te pasara... No sé que haría, quédate tranquila, todo saldrá bien, porque te voy a proteger- me susurró y me soltó inesperadamente- ahora si, da lo mejor de ti.
-Si, muchas gracias.
Subir al escenario sin ninguna preparación después de sus palabras me llenaron de valor.
En ese momento entendí lo mucho que me había protegido durante el año que nos habíamos conocido, nunca me había dado cuenta hasta ese momento y les puedo asegurar que si día a día me hacía quererlo más, ese preciso instante me hizo entender que siempre lo querré en aumento.
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Escrito de: Jasibe.