Capitulo 22: Ordinario.

¿Quien diría que un simple baile, tan viejo como el sol mismo, podria llegar a enamorar?, ¿Quien podía deducir que en ese baile nocturno bajo las estrellas cambiaría la situación entre nosotros? Solo Dios.

      No me llegue a imaginar que al compás de melodías, velas encendidas (por la falta de luz corriente debido al apagón de treinta minutos), platos manchados con una deliciosa cena y pleno silencio, provocará aquel motivo de incomodidad...

       La ciudad se encontraba envuelta en un manto oscuro por el corte (los motivos del porqué sucedido, siguen siendo desconocidas) de luz, decidí darle ese lado positivo al problema y sin pensarlo dos veces convertí la terraza (que para ese entonces se ubicaba en un rincón cerca de la puerta la mesa redonda cubierta con un mantel blanco, dos sillas forradas de tela blanca con un moño atado a la curva delgada que tenía colocando este decorativo hacia atrá de seda marrón dándole un toque ambiguo, dos platos con sus respectivos cubiertos, dos copas ni tan llenas ni tan vacías y como centro de mesa vintage estaban las flores escogidas a lazar que él me dio, no perdieron el encanto que éstas desprendían durante aquella velada) en una pista de baile, velas en francos puestas en cada esquina de la terraza (trate de transportarnos a otra época, una más antigua, donde al no poder palmar con nuestros sentidos la verdadera experiencia, al menos podíamos sentirla) y la música que provenía del parlante de mi móvil (hubiera preferido que el sonido sea proveniente de una ruleta, esas, las de antes, de la época en el cual nos encontrábamos).

      Que mágica noche fue esa, entre pasos y risas, nuestros destinos se unían, nuestras convicciones se afirmaban, nuestras decisiones se especificaban, nuestras vidas se complementaban entre cada paso inesperado se entrelazaban nuestros caminos. 

      ¿Quien diría que algo tan ordinario como pasos de bailes podrían destinar grandes cosas?, ¿Quien podía deducir que algo tan ordinario se transformaría en algo tan mágico, maravilloso, inusual y sobre todo majestuoso para mí? Solo Dios.

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Escrito de: Nikita.