Bajo el árbol de nuestros encuentros, tus ojos, dos luceros brillan con dulzura, En su reflejo, encuentro la razón de mi locura. Cada mirada tuya es un verso de amor, Que en mi corazón encuentra su mejor flor La locura del amor, como hojas al viento, Nos lleva en su danza, en eterno movimiento. Bajo el árbol testigo de nuestro dulce amor, Vivimos la pasión, unidos por siempre en ardor.