-Sabes, pienso que nuestro destino ya está marcado. Logramos lo que tenemos que lograr, conocemos a las personas que tenemos que conocer y luego llegamos a la etapa final, la muerte. Creo firmemente en la teoría que promulga la vida como un camino hacia el descanso eterno.
-Básicamente dices que vives para morir. Pues no estoy de acuerdo, yo trazo mi destino. Logro lo que quiero y conozco la gente que quiero conocer.
-Supongo que cada quien tiene su manera de ver la vida, aunque piense que estás equivocado.
-Yo pienso que quiero conocerte. Quizás si vives mi vida logres por lo menos entenderme tan solo un poco.
-Conocerte me parece bien. El destino sabe lo que pasará a raíz de nuestro encuentro ¿no te parece? Es decir, ahora veremos quién tiene razón.
-No busco sólo la razón de una tonta discusión, en serio quiero conocerte. Siempre me dieron la razón, me gusta que me contradigan, a veces.
-Realmente quiero verte, cada vez que hablamos me imagino todo de ti. Ahora mucho más.
-También yo.